El mensajero del miedo, 1962

«El mensajero del miedo»  (The Manchurian Candidate)

John Frankenheimer
USA 1962

v.o.s.

Thriller político basado en la novela del mismo título de Richard Condon publicada en 1959. Que la realización fuera en 1962 tiene una gran importancia ya que al año siguiente se produciría el asesinato del presidente John F. Kennedy estableciendo un paralelismo inquietante y que ya marcaría para siempre el imaginario estadounidense. Quizá por ello la película en 1998 figuraba entre las mejores cintas con el puesto 67 y ya en 2007 estaba fuera de la lista AFI.
Un grupo de combatientes estadounienses en la guerra de Corea es secuestrado y llevado tras la frontera en Manchuria. Allí son sometidos a un lavado de cerebro y condicionados para que le sea concedida una medalla a un oficial al que destinarán para cometer un magnicidio.
La historia tiene algunos grandes aciertos en cuanto a la visualización de las técnicas persuasivas, en la que los soldados están viendo a viejecitas en lugar de a torturadores. Así como la baraja de cartas y las reinas. En general es un argumento interesante y sugestivo con muchas ramificaciones.
Sin embargo, la realización que también tiene grandes aciertos, contiene también muchas torpezas, tanto en cuanto a dirección, como a intérpretes: no me gustan ni Frank Sinatra, ni Laurence Harvey. El personaje de Janet Leigh no se entiende.
En cambio la madre odiosa y absorbente a manos de la actriz Angela Lansbury está soberbia, tanto por ella misma como por los planos que se usan. La secunda perfectamente el actor James Gregory como el marido senador estúpido y manipulable.
En el 2004 hubo un remake que vi y apenas recuerdo, pero puesto a elegir me quedo con la primera.

El cazador, 1978

«El cazador»  (The Deer Hunter)

Michael Cimino
USA 1978

v.o.s.

Con ocasión de la muerte de Cimino el pasado día 2, me decido a ver su indiscutible obra maestra multipremiada con cinco Oscars entre otros galardones. Se trata de una historia previa que el director modifica firmando el guion.
A finales de los años sesenta. Un pueblo industrial de Pennsylvania con población de origen ruso. Tres amigos: Mike (Robert de Niro), Nick (Christopher Walken) y Steven (John Savage) están a punto de marchar a Vietman, uno de ellos se casa. El ambiente de la acería donde trabajan. Los preparativos de la boda, la celebración en la iglesia y el convite; todo ello marcado por las tradiciones rusas pero integradas en lo americano de lo que se sienten muy orgullosos. Camaradería, bebida, bromas, novias, etc.  Salida a cazar ciervos.
En una especie de segunda parte estamos ya en Vietman. Una escaramuza dramática en un poblado e inmediatamente ya los tres amigos en poder del enemigo que los obliga a jugar a la ruleta rusa. En la tercera parte hay el regreso de Mike, el reencuentro con Steven es un hospital y el regreso a Saigon para recuperar a Nick.
A pesar de toda la fama de la película, yo nunca había querido verla (había visto trozos) porque imaginaba perfectamente lo que era. Y así ha sido. Por alguna razón no conecto con Cimino y aquí tampoco lo he hecho, aunque reconozca que se trata de un gran trabajo, pero las intenciones del director se me escapan.
Cimino nació en Nueva York en una familia de ascendencia italiana. Al igual que en su película posterior de 1980 «La puerta del cielo«, el director hace una defensa y elogio de emigrantes procedentes de Este de Europa. En este caso es Rusia. Es un factor importante porque nos cuenta cosas que en verdad tampoco podemos entender ya que no hemos vivido esa situación, pero es un tipo de emigrante que sin renunciar a sus raíces se ha integrado de una forma intensa en la idea de Estados Unidos, ha adquirido un orgullo de ser estadounidense que hubiera sido imposible sentir de igual manera en sus países de origen. Son las masas desheradas del viejo mundo que adquieren nueva identidad en Estados Unidos.
Y precisamente porque hay ese orgullo de ser americano, la película no es una crítica al Vietman, aunque pueda parecerlo (*). No hay más que ver cómo el oficial Mike regresa a su casa orgulloso con un uniforme lleno de medallas que no se quita ni para dormir. Se habla del Vietman como de cualquier guerra, hay sí ese tono de sentimiento de pérdida de algún tipo de inocencia y de antibelicismo en general. También hay una lectura de que solo los fuertes (Mike) sobreviven, los que no se ofuscan y aprenden. No sé cómo interpretar en un rizar el rizo que se cante el himno «God Bless America» por parte de los amigos al final.
Tiene el mérito de estar rodada un año antes que Apocalypse Now de Coppola, por lo que algunas imágenes de guerra son muy originales. Todo el tratamiento de la historia tiene un marcado acento documental: se nos muestra, no se nos explica, lo que resulta bastante singular, si bien, para mí la boda es demasiado larga.
Otro atractivo importante es la elección de actores y su interpretación. Todos ellos hacen un trabajo magnífico.
Sin duda una obra importante con la que me cuesta sintonizar. Pero me gusta especialmente la segunda cacería del ciervo, cuando Mike demuestra su nueva sensibilidad frente a las armas y la caza.

Película en la lista AFI. Ocupa el
puesto 73 en 1998
puesto 53 en 2007

(*) La parte del regreso a casa me ha recordado a «Los mejores años de nuestra vida» (The Best Years of our Life, 1946) en la que se contemplan los devastadores efectos de la guerra en los excombatientes, pero no se critica a la guerra en sí.

Nashville, 1975

«Nashville«

Robert Altman
USA 1975

v.o.s.

Nashville, además de ser la capital del estado de Tennessee en el Sur de los Estados Unidos, es conocida por ser la capital de la música country. El director Robert Altman rueda esta película casi como si fuera un documental. Infinidad de historias cruzadas (marca de la casa de Altman) con actores conocidos, en esa ciudad casi obsesionada por esa música popular.
A mí el sistema del director siempre me ha parecido poco entusiasmante y confuso. En Nashville dado que la película es muy larga (159 min.) y no se hacen primeros planos de los actores, te puedes perder con facilidad.
Personalmente tengo la duda de si Altman considera realmente unos paletos a toda esta caterva de cantantes y masas asistentes a los conciertos. Hay una mezcla de respeto y de irreverencia: las letras de las canciones son infames, pero no para de ponerlas y hay una cierta dignidad en ello. Todo es cuestionable.
Sin duda un retrato de los 70s y por ello seguramente está en la lista AFI de mejores películas.
Película en la lista AFI. Ocupa
en 1998 no aparece
en 2007 puesto 59

Toy Story, 1995

«Toy Story«

John Lasseter
USA 1995

animación Pixar
v.o.s.

Nunca llegué a verla por completo y nunca me he sentido especialmente arrastrada por la magia Pixar. Tampoco es que me entusiasme demasiado la animación.
Fue la primera película importante de Pixar y tuvo un gran éxito. Pensar que fue en 1995, por un lado parece lejos, pero también es una fecha cercana. Quizá fuera una de las primeras en 3D, no sé. Desde luego aplicaba la última tecnología en técnicas de animación.
Vista ahora la impresión que me causa es que en cuanto al diseño hay dos espacios: el de los juguetes, perfectamente diseñado y el de las personas, que parecen también juguetes y que por lo tanto resulta extraño y decepcionante. Podrían haberlo solucionando sin que aparecieran los humanos, o sólo visto a través de manos o piernas, o algo así.
En cuanto a la historia de los juguetes es una trama compleja y madura (¿dónde está el padre en esa familia? -parece universo Spielberg-), pero reproduce exactamente el mundo de los humanos «adultos» y no me satisface. Quizá solo el detalle de cuando los juguetes «mutantes» demuestran ser buenos.

Película en la AFI
No aparece en 1998
ocupa el puesto 99 en 2007

la cosa rubia que parece Harpo Marx representa un bebé niña

Rocky, 1976

«Rocky«

John G. Avildsen
USA 1976

v.o.s.

Veo esta película en el contexto de que estoy viendo todas las cintas situadas en la lista AFI de mejores películas de la historia del cine. Por un lado pensaba que la había visto, pero no era así. Había visto la segunda o la tercera (actualmente de un total de siete) y me había hecho un cliché.
Han sido varias sorpresas y todas ellas positivas, aunque no es el tipo de argumento que a mí me atrae. Rocky es una película importante históricamente e interesante por muchos motivos. La primera sorpresa es que se trata de un guion original del propio actor Sylvester Stallone y es un muy buen material, quizá porque se basaba en sus propias experiencias.
Trata de Rocky Balboa un boxeador de poco éxito ya en la treintena. Habitante de la periferia de Filadelfia donde malvive haciendo de matón para un prestamista. Rocky es un chico limitado de buen corazón que además está enamorado de una tímida chica dependienta de una tienda de animales. La casualidad hará que sea elegido para combatir con el campeón de los pesos pesados en un combate de gran audiencia.
En definitiva y más que una película de boxeo, ya que solo aparece un combate (un combate y medio), la cinta trata del sueño americano: de cómo un chico cualquiera con su esfuerzo puede llegar a lo más alto. Además y sobretodo es una historia de amor.
Este trabajo merece ser analizado plano por plano y descubrir un sinfín de matices. Me gusta especialmente la escena de cuando Rocky le habla a su futuro entrenador gritando por la escalera mientras se va: es innovadora, pero hay muchísimo más. Sin duda una confluencia de elementos y circunstancias que dieron como resultado este trabajo.
Tampoco hay que olvidar el trabajo de dirección, la elección de unos secundarios efectivos y una música con garra de Bill Conti. Sin duda una feliz convergencia de elementos afortunados.
Pensaba que me recordaba bastante a «Fiebre del sábado noche» con una motivación interna similar. Pero Fiebre es del 77, por lo tanto es posterior.
También ha sido una sorpresa descubrir a un Sylvester Stallone que no conocía en una entrevista que se adjunta en el DVD. Está realizada en los años ochenta y sin duda el actor ha cambiado, pero en esa charla nos descubre a una persona con gran talento y con más densidad mental de que que normalmente imaginamos cuando lo vemos o lo oímos hablar. También es verdad que la sutilidad no es su fuerte, y ya en Rocky abusaba de la reiteración (repetir aquello que piensa que gustará). Con el tiempo sus defectos se han profundizado y ha caído en la banalidad y estereotipo más absoluto, pero el fondo lo tenía.
Película situada en la lista AFI. Ocupa el 
puesto 78 en 1998

puesto 57 en 2007

Cumbres borrascosas, 1939

«Cumbres borrascosas»  (Wuthering Heights)

William Wyler
USA 1939

v.o.s.

Es inevitable verla en clave de que ha estado en la lista de las 100 mejores películas AFI. Ahora ya no lo está y con razón.
Igual que pasaba con Anna Karenina, se trata de una novela (en este caso de la inglesa  Emily Brontë) muy llevada al cine y que sobre el papel no presenta excesivas dificultades. Sólo se trata de encontrar a los actores adecuados, sobre todo a los dos protagonistas. 
En esta versión puede considerarse la elección de Laurence Olivier y Merle Oberon como adecuada, pero tampoco acaban de funcionar. Al estar rodada en estudio la sensación es teatral, un poco acartonada. Además falta ese punto de locura romántica necesario, así como es poco fiel al texto, quedando reducida a su mínima expresión.
A director William Wyler no lo veo por ningún sitio. Adaptación correcta pero del todo insuficiente. 
Película en la lista AFI. Ocupa el
puesto 73 en 1998
no figura en 2007

*

Cadena perpetua, 1994

«Cadena perpetua»  (The Shawshank Redemption)

Frank Darabont
USA 1994

v.o.s.

(spoiler)

A finales de los años cuarenta, un joven banquero (Tim Robbins) es acusado de matar a su mujer y a su amante. Condenado a dos cadenas perpetuas entra en prisión donde conocerá al que llegará a ser su mejor amigo.
Está narrrada por el amigo, Red (Morgan Freeman) y acompañamos a los dos protagonistas durante veinte años de prisión, con todas las evoluciones que caben imaginar: carceleros y alcaide malvados, duros compañeros y acoso sexual, etc.  hasta una resolución que colma y satisface los más amplios deseos de la audiencia: los malos serán castigados y los buenos recompensados.
Quizá esa complacencia en darnos lo que queremos es lo que para mí la convierte un poco en una obra menor, teniendo en cuenta que está en la lista AFI de mejores películas. Tiene una realización correcta, buena fotografía y buenas interpretaciones. Pero tampoco es extraordinaria.
Sin duda la historia de la amistad es bonita, pero no deja de ser un esquema peligroso e imperialista: hombre blanco inteligente, cultivado y finalmente inocente, con amigo de etnia desfavorecida, culpable pero buena persona en el fondo. Como digo un tándem espinoso. Que suele darse de forma quiza excesiva (y lógica, ya que lo explican los blancos) pero según cómo lo ves más. Por no decir que al final y argumentalmente que la fuga coincida con una necesaria noche de truenos y relámpagos…
Película correctísima y entrañable, pero que no colocaría entre las 100 mejores.
Película en la lista AFI
no figura en 1998
puesto 72 en 2007
*

Bonnie and Clyde, 1967

«Bonnie and Clyde«

Arthur Penn
USA 1967

v.o.s.

Ni yo misma soy capaz de recordar el por qué este tipo de cine causó tanta sensación en su momento. Quizá era por el uso ambiguo de la violencia y de los valores tradicionales.
Bonnie Parker y Clyde Barrow fueron una pareja de delincuentes que atracaban bancos durante la Depresión en los Estados Unidos en la zona del Medio Oeste. Formaron la banda de los Barrow junto el hermano de Clyde y su esposa, así como un chico un poco lelo que sabía de coches.  Se les persiguió a muerte y terminaron con los principales.
En Estados Unidos siempre ha habido una fascinación por los «fuera de la ley»,  surgidos en épocas de crisis y cambios, a los que siempre se les ha conferido un aura de bandidos sociales: Jesse James, Billy el Niño, Bonnie and Clyde…  Ya sabemos que la realidad podía ser menos romántica, pero la leyenda es la leyenda.
Aparte de todo esto estamos ante una cinta de grandes cualidades y méritos. En primer lugar lo que destaca por encima de todo son las interpretaciones, realmente superiores, extraordinarias: todos absolutamente todos. Una Fay Dunaway guapísima con una gran actuación, lo mismo que Warren Beatly. También un inconmensurable Gene Hackman y los demás. Sin olvidar un pequeño por sustancioso papel para nada menos que Gene Wilder.
Después el guion que nos muestra tanto la situación de pobreza del país, como los caracteres de los personajes, entre ignorantes, confusos, atractivos, malvados, violencia, ruido, neurosis, caos… toda una mezcla de cosas discordantes. Mención especial para el vestuario de Fay Dunaway y en general el estilo. También la fotografía.
La dirección del siempre interesante Arthur Penn tiene muchos valores y aciertos, pero también algunas decisiones controvertidas, como usar el Technicolor, que realmente es esplendoroso y tuvo un Oscar, pero pregunto si era la decisión más correcta para el tema que requería de un contrastado blanco y negro. Tampoco entiendo las transparencias cuando van en coche: le quita mucha espontaneidad. Sin duda un sobresaliente para la escena final de la muerte. Muy original e impactante en su momento y antes de «Grupo Salvaje» de Sam Peckinpah en el 69.
a la izqda. los verdaderos Bonnie and Clyde y a la dcha. sus intérpretes Fay y Warren
*
Película en la lista AFI. Ocupa el
puesto 27 en 1998 y el
puesto 42 en 2007

American Graffiti, 1973

«American Graffiti«

George Lucas
USA 1973

Película que tiene su encanto, pero tampoco para estar en la lista de las mejores películas según el AFI. El argumento es del propio Lucas.
Desde luego, el factor nostalgia (en clave 1962) es muy importante, pero se han rodado muchas películas en la misma línea, y algunas más significativas como: «La última película» (The Last Picture Show, 1971 -Peter Bogdanovich-) o hasta incluso «Cuenta conmigo» (Stand by Me, 1986 -Rob Reiner-).
A mí esta visión, puramente masculina, de coches que transitan por la calle principal de la ciudad buscando ligue y de amalgama de tópicos sobre el tema de estar en un pueblo y querer irse para ser escritor me cansa un poco y la cinta a ratos se me hace aburrida. Aunque la colección de actores que intervienen es interesante por su proyección posterior (p.e. Harrison Ford).
Como es tan poco lo que ha hecho George Lucas en otro tipo de cine, tan concentrado él en sus Star Wars, pues se le pone en un pedestal cualquier cosa, como con su anterior de ciencia ficción THX1138, confundiendo corrección con genialidad.
Película en la lista AFI. Ocupa el 
puesto 77 en 1998
puesto 62 en 2007

Amadeus, 1984

«Amadeus«

Milos Forman
USA 1984

v.o.s.

Ficción sobre la posiblidad de que el músico Salieri y Mozart, que compartieron época, hubieran tenido una relación intensa y la posibilidad de que Salieri indujera la muerte de Mozart. Cabe señalar que la tesis principal es falsa, así como casi todo lo demás.
En 1984 esta película se llevó ocho Oscars. Tuvo un éxito considerable y casi todo el mundo la vió, porque había que verla. Incluso durante un tiempo estuvo en la lista AFI de mejores películas.
Amadeus había sido primero una obra de teatro de Peter Shaffer y el mismo autor hizo el guión. La obra se concentraba en el diálogo de Salieri con el público y potenciaba el aspecto interpretativo del actor que daba vida al papel. En la película usan el abanico de posibilidades que ofrece la pantalla, pero quedan más al descubierto sus debilidades.
Pero con el tiempo las malas ideas iniciales acaban poniendo a las cosas en su lugar. La mala idea consistía en presentar a Mozart como si fuera estúpido y esto es algo desagradable, se contemple como se contemple, cuando además, no hay ninguna evidencia de que lo fuera en la realidad.
El actor F. Murray Abraham como Saliere hace un gran papel, por el que le dieron un Oscar. En cambio Tom Hulce que estuvo nominado y que interpreta a Mozart se ha perdido en el olvido.
En cuanto a la dirección de Milos Forman es correcta, pero tampoco especialmente inspirada, ni sobresaliente.
Película en la lista AFI. Ocupa el
puesto 53 en 1998 y
no figura en 2007

Doce hombres sin piedad, 1957

«Doce hombres sin piedad»  (12 Angry Men)

Sidney Lumet
USA 1957

v.o.s.
blanco y negro

Esta es una película muy bien considerada que figura en la lista AFI de las cien mejores. Basada en una obra escrita originalmente para televisión por Reginald Rose, pasó al cine y fue también muy representada en teatros.
Actualmente es más difícil llevarla a la pantalla y al teatro debido al hecho incuestionable de que se trata de «doce hombres», un jurado compuesto sólo por hombres y además blancos. Algo poco aceptable. Se podría incluir a mujeres o afroamericanos, que alguien lo hará, pero sería una pequeña traición al original que es el que es. Sin embargo, se sigue adaptando.
Casi todo el argumento sucede en una sala cerrada y poco espaciosa, para crear un cierto ambiente de claustrofobia. Rodada en blanco y negro con una fotografía no demasiado atractiva, pero con el uso de lentes que permiten enfocar tanto de cerca como de lejos al mismo tiempo. 
El argumento trata de un jurado que después del juicio se reune para deliberar. Al parecer la condena a un joven por asesinato está clara, pero un miembro del jurado, frente a todos los demás, lo pone en duda y poco a poco el caso que parecía claro va presentando toda clase de sombras.
Los doce jurados son personajes muy definidos y un caramelo para cualquier actor que seguro se lucirá. En esta película el reparto lo encabeca Henry Fonda, junto con una colección importante de actores.

Personalmente opino que la película tiene un fallo importante y es mostrar al principio al chico juzgado: porque esa imagen nos muestra con claridad que es inocente.

Película en la lista AFI
No figura en 1998
puesto 87 en 2007

***

También pienso que me gusta más la versión que hizo televisión española en 1973 dirigida por Gustavo Pérez Puig para Estudio 1 (se puede ver la obra completa en youtube) con una colección inolvidable de actores que mejoran la versión americana. Y es que sintiéndolo mucho (yo que soy tan poco amante de las cosas pátrias), José María Rodero era mejor actor que Henry Fonda.

Lawrence de Arabia, 1962

«Lawrence de Arabia»  (Lawrence of Arabia)

David Lean
Reino Unido, 1962

v.o.s.

Intento de aproximación a los sucesos reales de la intervención de Thomas Edward Lawrence (1888-1935) conocido más tarde como Lawrence de Arabia, en la revuelta árabe durante la primera Guerra Mundial.
Lawrence, arqueólogo y escritor. Oficial del ejercito británico en Oriente Medio durante la Gran Guerra. Había sido un personaje muy popular en su día, sobre todo gracias a la prensa, que había difundido una imagen de él aventurera y romántica. También existía un libro escrito por el propio Lawrence sobre los hechos de Arabia «Los siete pilares de la sabiduría», y además, como elemento de intriga estaba su propia muerte en un accidente de motocicleta en Inglaterra en 1935 y la sospecha de que podía tratarse de alguna conspiración. Por todo ello había interés en llevar estos sucesos a la pantalla. La ocasión se presentó cuando después del gran éxito de «El puente sobre el río Kwai» (1957), el productor Sam Spiegel le preguntó a David Lean si tenía en mente algún otro proyecto. Lean le propuso Lawrence.
La película «Lawrence de Arabia» constituyó una gran producción, cuando Reino Unido aún se atrevía con estos proyectos. Tanto esfuerzo empresarial fue recompensado ampliamente por los premios Oscar, con siete estatuillas, así como el favor del público. Considerando que se trataba de una cinta de casi cuatro horas y en cuyo argumento no sale ninguna mujer, ni romance, ni subtramas: solo la campaña bélica de Arabia.
Se trata sin lugar a dudas de una obra maestra. Y para mí la mejor película de David Lean, la más conseguida de una manera completa. En esta obra tuvo Lean la suerte de que todos los elementos estuvieron a su favor. En primer lugar, la propia historia. Después y de forma importantísima los actores elegidos, el mejor casting imaginable. No puedo imaginar un Lawrence mejor que Peter O’Toole, ya no solo porque es parecido con Lawrence era muy grande, sino porque O’Toole hace el papel de su vida. No es menos importante la elección de Omar Shariff como Sherif Ali, una elección fabulosa.  No solo lo hace maravisosamente, sino que sirve para mostrar el contraste entre los dos personajes principales.
El resto del casting completamente a la altura: Alec Guinnes, como el rey Faisal extraordinario como siempre. Sin olvidar a Anthony Quinn (la estrella americana ogligada), Jack Hawkins, como siempre lo borda, Anthony Quayle en un papel de matices muy bien resuelto, Claude Rains también, etc. Todos, todos, excepcionales.
Una fotografía maravillosa en 70mm de Freddie Young. Unos paisajes excepcionales de Marruecos y Jordania. Alguna parte también rodada en España y con algún extra español.
La música es como es habitual en Lean, de Maurice Jarre. Aquí logra la hazaña, que ya no volverá a suceder, de que la banda sonora esté al servicio de la película y no al revés. Además aparte del tema principal, la elaboración de los temas secundarios está mejor trabajada y conseguida.
Encontramos las características fílmicas de Lean tan apreciadas y copiadas: las puestas de sol (que se lo pregunten a Spielberg), el uso de la cerilla como transición de una escena  a otra, la sombras como elemento drámatico, los planos generales. La combinación de escenas intimistas con escenas de masas, etc. 
La propia historia es un caramelo y está tratada de la forma adecuada. Un gran acierto conservar las contradicciones del personaje. De presentarlo con sus sombras y sus luces. Como un héroe y también como alguien controvertido con sus facetas de engreído y vanidoso. Tampoco se omiten el juego de intereses cambiantes de todos los integrantes de la intriga política, con lo que todo adquiere gran madurez intelectual y de pretensión de que el público acepte situaciones ambiguas.
Me encanta la secuenda inicial con el accidente de motocicleta. Un acierto colocarla al inicio y cómo está rodada. Después sigue las preguntas del periodista a varias personas que salen del funeral de cómo era Lawrence. Esto recuerda a Ciudadano Kane.

Sin embargo, y a pesar de todos estos grandes aciertos, no puedo decir que sea una película que apetezca ver muchas veces. Incluso hay que tener el día especial para verla. En parte porque la segunda aparte resulta muy oscura emocionalmente, es como un desengaño tras otro y deja un poso muy melancólico.
*
Película en la lista AFI. Ocupa el 
puesto 5 en 1998, y el
puesto 7 en 2007
a la izquierda en Lawrence real y a la dcha Peter O’Toole
(iba a decir que Lawrence había imitado a Rodolfo Valentino -El Caid/El hijo del Caid-, pero resulta que debió ser al revés ya que son posteriores 1921 y 1926)