Ausencia de malicia, 1981

«Ausencia de malicia»  (Absence of Malice)

Syndey Pollack
USA 1981

v.o.s.

Hasta este momento estaba convencida de que la dirección era de Sidney Lumet, lo cual demuestra lo parecidos que eran su cine, sobretodo en cuanto a denunciar al Sistema.
El hijo de un mafioso (Paul Newman) es utilizado de forma deshonesta por la fiscalia para intentar resolver el crimen de un sindicalista. La prensa muerde el anzuelo sin saberlo y se presta al juego del poder, sin que importen los resultados. De cómo publicar lo que parece verdad puede ser tan engañoso y de cómo a la prensa le importan tres pepinos a quien sacrifican.
La historia en principio tampoco es nada sobresaliente. Los papeles de Paul Newman y Sally Field intentan salir de los tópicos. En cualquier caso es en la resolución del argumento cuando nos sentimos plenamente satisfechos. Un final de los que gustan.

Propiedad condenada, 1966

«Propiedad condenada»  (This Property is Condemned)

Sydney Pollack
USA 1966

v.o.s.

Uno de los primeros trabajos de Pollack para el cine basado en una obra de teatro de un acto de Tennessee Williams y entre los guionistas se encontraba Francis Ford Coppola.
 
La acción se sitúa en la Depresión americana y en el Sur. En una especie de núcleo para labores de mantenimiento de ferrocarriles que es el único medio de subsistencia del pueblo, llega Owen un empleado de la compañía (Robert Redford) para despedir a empleados. Se hospeda en una pensión regentada por una airada mujer y sus dos hijas. Una de ellas (Natalie Wood) es muy bella y su madre juega con su belleza para su propio interés.
 
La película se ve con cierto interés hasta que Alva (Natalie Wood) coge el tren para New Orleans, entonces parece como si hubieran cambiado de equipo de rodaje y de guión, todo parece como un apéndice extraño con toques románticos y música ramplona que acaba destrozando la cinta.
 
Tennesee Williams estaba muy molesto con esta adaptación y el hecho que Coppola colaborara en el guión no hace más que recordarnos su irregularidad como creador. Hay bastantes hechos que carecen de sentido al convertir una pieza corta en un largometraje: que la hermana pequeña se haya quedado sola en el pueblo y que transite por él como una loca, que Owen viaje sin guardaespaldas, que JJ no vaya a buscar a Alva, de qué vive Alva en Nueva Orleans hasta que encuentra a Owen, etc.
 
Roberd Redford y Natalie Wood ya habían trabajado juntos el año anterior en «La rebelde» (Inside Daisy Clover) de Robert Mulligan. Es una pareja con garra y en la película aparecen otros secundarios interesantes, especialmente para mí: Robert Blake.
 
Natalie Wood estaba pasando por un mal momento por aquel entonces, dicen que durante el rodaje quiso suicidarse y además tuvo que rodar una escena en el agua cuando ella tenía un pánico mortal a hacerlo. En la escena Robert Blake está debajo del agua sosteniéndola. A Natalie le habían pronosticado que moriría ahogada una gitana cuando era pequeña y siempre tuvo pavor al agua. Finalmente moriría ahogada.

Danzad, danzad, malditos, 1969

» Danzad, danzad, malditos »  (They Shoot Horses, Don’t They ?)

Sydney Pollack
USA 1969

v.o.s

Cuando decía en el comentario anterior que no te crees lo que estás viendo, piensas si no es algo común a cualquier filme. Pero, precisamente, viendo una película como They Shoot Horses…  en la que compruebas cómo sí funciona y además absolutamente todos los actores y sus intérpretaciones, incluso Jane Fonda, son creíbles: concluyes que es ahí dónde radica su fuerza y magnetismo, lo que perdura a través del tiempo.
They Shoot Horses está basada en la novela del escritor Horace McCoy (publicada en 1935) y se sitúa en California al principio de la Gran Depresión estadouniense en los años treinta, cuando se organizaban maratones de baile como espectáculos de masas, que podían durar semanas y donde los concursantes descansaban tan sólo diez minutos cada dos horas a cambio de la promesa de un premio en metálico importante y mientras tanto, por lo menos, tenían varías comidas al día aseguradas.
De la manera clásica de entre todas las parejas participantes en el maratón conoceremos a varios personajes que serán en los que la cámara se irá deteniendo a medida que avance la historia. Los protagonistas son una joven desafortunada, Gloria/Jane Fonda, que huyendo de la vida de Texas tampoco ha tenido suerte en Hollywood. Forma pareja de baile con un chico, Robert/Michael Sarrazin algo ensimismado, llegado del campo. En otras parejas encontramos a una soberbia Susanna York y a un esforzado Red Buttons, así como a Bruce Dern.
Como antagonista de todos ellos se encuentra el presentador de la gala, Rocky/Gin Young en una interpretación insuperable que merecidamente se llevó un Oscar. Aparte de las magníficas interpretaciones, la dirección es sobresaliente, así como la ambientación, vestuario y acompañamiento musical.
El argumento es muy duro y expone cómo en tiempos de miseria, la miseria puede venderse como espectáculo para que la gente sienta que ellos no están tan mal. También es interesante como se dosifica y se administra el espéctaculo para que produzca los efectos necesarios, cómo una parte de humillación y devastación es conveniente, pero determinados aspectos, como la muerte es mejor que queden fuera del show.
La realización tiene una cierta complicación al rodarse en casi en un único escenario y las zonas de descanso, pero está muy bien resuelto. El único reproche que le haría a la película sería el de la historia que ilustra los títulos de crédito en los que de una manera un poco sensiblera asistimos a la razón del título en inglés. Después y de una manera distinta a la novela, se intercalar lo que parecen ser flashback de Robert, que distornionan un poco. Sin embargo, cuando llegamos al final esos pseudo recuerdos adquieron su sentido. Me parece un acierto que cuando la trama termina el baile siga.

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El nadador, 1968

« El nadador » ( The Swimmer)

Frank Perry
USA 1968

Se parte de una premisa muy sugestiva: un hombre vuelve a su casa nadando a través de las piscinas de amigos y conocidos en una zona residencial de clase alta. 
Un hombre de mediana edad Ned Merrill=Burt Lancaster aparece de la nada en bañador y se zambulle en una piscina. Cuando sale le esperan unos conocidos a los que hace tiempo que no ve y se intercambian frases corteses sobre el presente y el pasado. El tiempo es agradable y el cielo claro. Mirando el horizonte Ned se da cuenta que puede volver a su casa atravesando las piscinas del condado, como si fuera un río.
A medida que el personaje avanza en su recorrido, asistimos a un parcial repaso de su vida, por los comentarios de las personas con las que se encuentra; en ocasiones agradables, pero en otras amargos y desentantados. Ned se ha detenido en algún punto de su pasado y no quiere recordar los últimos acontecimientos de su vida. A pesar de que quiere sentirse optimista como si pudiera recuperar su vida, cada nuevo encuentro lo enfrenta a su fracaso. 
Las personas que lo reciben también han fracasado, pero no lo saben. Están inmersos en vidas estúpidas e insulsas, pendientes de tener una piscina o cualquier otra cosa material y de beber. 
Esta historia está basada en un texto del escritor John Cheever que es un golpe al sueño americano y  que apostaría a que se aguanta mucho mejor que la película. Que si bien tiene un argumento muy atractivo y la interpretación de Burt Lancaster, con muy buena forma física, es muy correcta, y además tiene su mérito pasarse toda la cinta en bañador con 52 años. (se rodó en 1966), el resultado hoy en día es muy discutible.
Al parecer el director Frank Perry tuvo diferencias creativas y fue sustituido por Sydney Pollack.
La película plantea varios problemas: primero el texto del guión; suena a literario y pasado de moda. Después la mayoría de las soluciones visuales son casi espantosas: doble exposición, toda una colección de efectos fotográficos típicos de los años sesenta que casi parece un anuncio de champú y finalmente la poco sutil y excesivamente larga escena final.

Los tres días del Condor, 1975

«Los tres días del Condor» 
(Three days of the Condor)

Sydney Pollack
USA 1975

Siempre me acerco con temor a estas películas, que en su día estuvieron muy bien y que seguro que el tiempo las trata mal. Se mantiene muy bien, de hecho el mismo y estupendo guión podría filmarse ahora. ¿No lo han hecho ya?.
Película de espias, de la CIA, de juego sucio, de no fiarse de nadie… Sydney Pollack y Robert Redford están su mejor momento. Redford en esos papeles de denuncia que le gustaban tanto, hace una interpretación eficaz y creíble, Faye Dunaway sensible y contenida (es decir sin exagerar).

Tan solo un pero. El espantoso peinado y o peluquín de Cliff Robertson.

Apuntes de Frank Gehry, 2005

«Apuntes de Frank Gehry«
(Sketches of Frank Gehry)

Sydney Pollack
USA, 2005

Sin duda debemos a Michael Moore y al DVD el ascenso de los documentales a la categoría de películas. Bienvenidos sean.

Realizado por un buen director y al servicio del arquitecto estrella Frank Gehry, el documental se deja ver con interés, si tienes afición por la arquitectura o simplemente por la actualidad. En realidad no deja de ser un documental más, pero es importante que se haga… y podamos verlo.

Sydney Pollack y Frank Gehry