«Un tranvía llamado Deseo» (A Streetcar named Desire)
Elia Kazan
USA 1951
v.o.s.
Basada en la conocida obra de teatro de Tennessee Williams (Columbus, Misisipi 1911-1983). Williams fue un dramartugo inmensamente representado desde los años cuarenta hasta hace poco. En veinte y cuatro años se pusieron en cartel en Brodway diecinueve obras suyas. Muchas de ellas se llevaron a la pantalla con actores y directores de primera fila. Sus orígenes, sus circunstancias familares: su hermana pasó gran parte de su vida en instituciones mentales y además fue víctima de una lobotomía que la dejó como un vegetal. Todo ello sumado a su homosexualidad en un momento en gran represión social dio como resultado una obra que se enmarcaría en lo que se conoce como gótico Sur, donde predominan los ambientes cargados, opresivos, asfixiantes con personajes al límite, atrapados en personalidades violentas, reprimidas o próximas a la locura. Quizá la única obra con interés actual sería «El zoo de cristal» casi absolutamente autobiográfica.
Todo ello en su momento resultaba muy atractivo y transgresor: poner al descubierto la verdadera naturaleza de las pasiones y todos sus componentes oscuros. Ahora, resulta demasiado morbido y excesivo. Hay una cierta complacencia en regodearse en ambientes malsanos. No cabe duda que todos estos temas son de difícil actualización. Sin embargo, permiten grandes alardes interpretativos, algo que a los actores les resulta inestimable por lo que seguramente se seguiran viendo sus obras en el futuro, más por el lucimiento en la actuación, que por el contenido del papel.
En «Un tranvía llamado Deseo», Blanche Dubois=Vivien Leigh llega a Nueva Orleans para instalarse provisionalmente en casa de su hermana Stella=Kim Hunter que está casada con Stanley=Marlon Brando, un trabajador de origen polaco atractivo y violento. Las hermanas Dubois son de buena familia del sur y tenían una propiedad ya perdida. Blanche vive a medio camino entre el pasado y el presente en un estado próximo a la locura por sus recuerdos y por su vida junto a Stella y Stanley. Stanley es un hombre muy inestable y con grandes arrebatos de ira, del que Stella está muy enamorada, al que le resulta imposible soportar las ínfulas y tonterías de Blanche. Todo se lleva al límite para que estalle.
Verdaderamente lo que se cuenta puede resulta muy lejano y espantosamente claustofóbico. Ciertos comportamientos como la violencia sexual de Stanley, si además lo interpretaba Brando, contenía mucho atractivo que afortunadamente se ha perdido, ya que no es más que la habitual violencia machista que suele acabar muy mal. No hay más que intentar imaginar esa misma situación con veinte años más y sin ningún enamoramiento.
Así pues, lo único que nos queda son: la puesta en escena por parte de Elia Kazan, que es correcta y las interpretaciones que son extraordinarias. Pensaba que me gustaría más Marlon Brando, que compone un arquetipo mítico, pero me resulta imposible encontrar algún elemento positivo en su personaje. Las que sin duda están magníficas son ellas; Kim Hunter y Vivien Leigh que se llevaron un Oscar a la mejor interpretación junto con Karl Malden y la mejor dirección artística en blanco y negro. Ganó cuatro de las doce nominaciones que tenía.
Película a revisar por motivos de interpretación, así como históricos y sociológicos.
AnexoEl título de la obra tiene un contexto bastante poético. Cuando Blanche llega a Nueva Orleans en tren tiene una dirección y necesita coger un tranvía que en lugar de número tiene nombre: Deseo, luego hacer un transbordo en otro llamado Cementerio para llegar finalmente a un lugar llamado Campos Eliseos. Es decir, simbólicamente un periplo por la vida, la muerte y el Más Allá. (Well, they told me to take a Streetcar named Desire… and then transfer to one called Cementeries… and ride six blocks and get off at Elysian Fields).
Película en la lista AFI. Ocupa el
puesto 45 en 1998
puesto 47 en 2007