«Barry Lyndon» (Barry Lyndon)
Stanley Kubrick
Reino Unido, 1975
v.o.s.
Basada en una novela del escritor inglés William Thackeray, trata de las aventuras de un arribista irlandés en la sociedad inglesa de mediados del siglo XVIII. La película obtuvo cuatro Oscar: Decorado (dirección artística), vestuario, fotografía y banda sonora adaptada.
A pesar del documental que he comentado antes, no sé cuales eran las verdaderas intenciones de Kubrick al realizar esta cinta salvo la obsesión por captar determinados ambientes lumínicos relativos a la época, como la iluminación con velas y la entrada de luz natural por los ventanales.
Es cierto que si eso era lo que pretendía, lo logró. Consigue una exquisita muestra de ambientes variados con la ilusión de que nos encontramos en ese momento histórico. Una esplendida fotografía y unos ambientes delicados como la pintura de la época.
Ahora bien, aquí se acaba todo. La elección de Ryan O’Neal como Barry Lyndon es un error monumental, que se justifica para el rendimiento de la película en Estados Unidos. No es que lo haga mal, simplemente no es el apropiado. Tanto da si lo que se pretende es mostrarlo de forma positiva o negativa. Puedo imaginar, por ejemplo, lo bien que hubiera quedado un Pierce Brosnan oriundo de Irlanda, pero muy joven en aquel momento. Alguien que pudiera transmitir un profundo encanto al mismo tiempo que inspirar nuestro desprecio.
No acabo de entender el porqué Kubrick escoge esta novela moralista del inglés Thackeray que le tenía bastante manía a los arribistas y oportunistas (veáse la Becky Sharp de La Feria de las Vanidades) en la que destroza a un irlandés que pretende acceder a la aristocracia inglesa. Barry Lindon es un personaje poco agradable con gran capacidad para meter la pata hasta el fondo. Tampoco sé lo que Kubrick decide hacer con este material, salvo hacernos pasar por un Museo de cuadros exquisitos.
Marisa Berenson como esposa está preciosa, pero distante e irreal. La música acaba siendo also insidiosa por su repetición de motivos. En conclusión, una película bella, pero desagradable en su contenido. Además de fría y distante.