Una mujer de París, 1923

a_woman_of_paris_a_drama_of_fate-331079785-large«Una mujer de París»

(A Woman of Paris: A Drama of Fate)

Charles Chaplin

USA 1923

cine MUDO

Como en los mismos títulos crédito advierten es una película de Chaplin, sin que actúe Chaplin. Es el director y en una clase de film distinto a suyo habitual.

Se trata de un drama clásico de chica enamorada, después descarriada y fatalmente (como reza el título) infeliz.

A mí me ha parecido que el tratamiento es bastante común, predomina el melodrama. Y en cuanto a la dirección tampoco lo veo nada destacable. De Chaplin esperaba más creatividad.

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La carreta fantasma, 1921

«La carreta fantasma»  (Körkarlen-The Phantom Carriage)

Victor Sköström
Suecia 1921

cine mudo

Obra maestra del cine de su época y de la vitalidad de la filmografía sueca y nórdica en general.
Una leyenda dice que el que muera por accidente en el último momento del año será el encargado de recoger los muertos en una carreta fantasma a lo largo de todo el año siguiente. Un hombre de familia se vuelve malvado por culpa del alcoholismo. Su esposa y una joven del Ejercito de Salvación sufriran las consecuencias.
Teniendo en cuenta la fecha, la realización es sobria y cuidada. Se usan filtros coloreados para señalar los interiores marronosos y los exteriores en azul. Destaca los efectos especiales de transparencias para lo imaginario o fantasmagórico.
Técnicamente es perfecta, sin embargo, la historia resulta demasiado de fábula moral de parroquia y se acaba haciendo pesada.

La ley del Hampa, 1927

«La ley del Hampa»  (Underworld)

Josef von Sternberg
USA 1927

película muda

Ya es paradógico que la película fundacional del género de gángsters estuviera dirigida por un austríaco. Aquí encontraremos todos los elementos que después se desarrollarán en las posteriores películas del género.
Hay estilo y cierta elegancia, subrayada por la presencia del actor Clive Brook. Unas imágenes estudiadas y una labor de dirección interesante.

El gran desfile, 1925

«El gran desfile» (The Big Parade)

King Vidor
USA 1925

película muda

Jim (John Gilbert) es un agradable joven de familia rica, inconsistente y despreocupado al que la llegada de la Primera Guerra Mundial obliga a tomar decisiones. En el frente francés descubrirá la amistad, el amor y la realidad de la vida.
Retrato desengañado de la guerra en una línea parecida a «Sin novedad en el frente» (1930), pero menos contundente. Ya que la trama de la cinta dedica una excesiva tercera parte de su metraje al tiempo en que los soldados se estacionan en un pequeño pueblo francés, donde el protagonista se enamora.
Película que en su momento tuvo una gran repercusión moral y estética.

El que recibe el bofetón, 1924

«El que recibe el bofetón»  (He Who Gets Slapped)

Victor Sjöström
USA 1924

muda

Un científico (Lon Chaney) es acogido por un barón filántropo en su casa para que pueda terminar sus investigaciones. Una vez concluidas y antes de ser presentadas en la Academia, le son usurpadas por el aristócrata, así como el amor de su esposa. Desengañado acabará actuando en un circo como payaso en un original número en el que recibe bofetadas. En el circo actúa una caballista (Norma Shearer) con la que vuelve a encontrar el amor, pero ella prefiere a su compañero de actuación (John Gilbert). Mientras el padre de la joven tiene pensado casarla con el barón, pero el payaso no está dispuesto a que se la jueguen de nuevo.
 
Una obra remarcable del cine mudo y de su director, el sueco Victor Sjöström, en su primera dirección es Estados Unidos. Muy conocido por «La carreta fantasma» 1921 y por «El viento» 1928,
 
La película se ve con interés y la historia que cuenta tiene el dramatismo adecuado, aunque pueda sorprender su estilo de cine mudo para quien no esté familiarizado con él. El protagonista Lon Chaney (1883-1930) era un extraordinario actor, especializado en caracterizaciones extremas conocido por el sobrenombre de -El hombre de las mil caras- .  Por otro lado, siempre resulta estimulante ver a una jovencísima Norma Shearer (futura esposa del productor Irving Thalberg), o a un entusiasta John Gilbert antes de que el sonoro acabara con él.

Ello, 1927

«Ello»  (It)

Clarence G. Badger
USA 1927

muda
70 minutos

Oportunidad para ver la diva del cine mudo, Clara Bow e intentar comprender su magnetismo para la audiencia, así como ver en acción a una flapper de los años veinte.
 
Clara Bow fue una actriz que tuvo mucho éxito durante un corto periodo de tiempo. Los escándalos y el sonoro acabaron con su carrera. Pero en esta película podemos disfrutar de su indudable encanto y vitalidad.
 
La película es muy poca cosa sobre una chica dependienta, pero con personalidad y atrevida que acabará conquistando a un millonario. Sorprende por otro lado, la exhibición de costumbres más modernas, pero la reprobación a la posibilidad que una chica tenga un niño siendo soltera.
 
Otra sorpresa mayúscula es encontrar entre los extras a Gary Cooper (26 años) haciendo de periodista durante un par de minutos
 
Gary Cooper a la dcha.
 

El Circo, 1928

«El Circo»  (The Circus)

Charlie Chaplin
USA 1928

película muda
72 minutos

Como comentaba en el documental que he reseñado antes y que acompaña a esta edición de DVD, la película «El Circo» pasó por tantos conflictos: destrucción de material, intento de secuestro por los abogados del material rodado, etc… que acabó dejando en Chaplin una profunda impresión negativa hasta el extremo de no reeditarla hasta muchos años más tarde y no hablar de ella en sus memorias.
 
Sin embargo, se trata de una cinta muy valiosa, llena de gags destacables y dotada de la genialidad típica de Chaplin. Es muy equilibrada y destacan de entre todos: la sala de los espejos, la fachada con las marionetas, la jaula del león, el número funanbulista, etc.
 
Charlot el vagamundo se cruza con un circo y la casualidad hace que sus desgracias sean la gracia del público, por lo que es contratado. Hay una chica por la que suspira, pero ésta tiene sus ojos en otro artista más apuesto.
 
Personalmente creo que Chaplin era un genio y sus películas tienen una rotundidad que no se encuentra en ningún cómico de su época. Está sin duda, por encima de todos. Sin embargo, hay algo en él, que no me inspira simpatía, es ese querer controlarlo todo y hacerlo todo, hasta la música y cantar, dejando muy poco espacio a los demás, a menos que fuera una chica guapa.  Tampoco ayuda verlo en filmaciones caseras donde se encarna perfectamente en sátiro.
 
Por otro lado y es algo que me sorprende, positivamente, nunca encuentro en sus películas, a diferencia de todos los demás cómicos, elementos distorsionadores que no superan el paso del tiempo. Por ejemplo, en los demás es habitual ver a negros estúpidos que se asustan, supuestos judíos que se frotan las manos, violencia doméstica como elemento cómico, etc. En el caso de Chaplin, sus películas son éticamente completamente modernas, lo cual no deja de ver otra muestra de su genialidad.
 
 

El último, 1924

«El último»  (Der Letzte Mann)

F.W. Murnau
Alemania 1924

película muda
74 min. (mi copia es de 90 min.)

Dicen la que película costó un millón de marcos de la época, de los cuales 600.000 eran para pagar al actor Emil Jannings, considerado el mejor actor alemán de entonces. Verdaderamente hace un papel extraordinario, de forma que son innecesarios los intertítulos y la cinta puede entenderse sin que se explique casi nada.
 
Se trata de una producción de gran esfuerzo de la UFA que intentaba conquistar el mercado americano con obras incuestionables. Dirigida por el gran Murnau y con fotografía de Carl Freund que aplicó una serie de innovaciones en la forma de filmar que dejaron boquiabiertos a los espectadores. Se trataba de seguir al protagonista con la cámara y aplicar perspectivas muy novedosas que con el material que había se trataba de logros extraordinarios.
 
El argumento es simple. Un portero de un gran hotel que viste un recargado uniforme es trasladado debido a su edad a trabajar a los lavabos, donde pierde toda su categoría y la estima de su familia y vecinos. Un golpe de suerte lo salvará del olvido.
 
El protagonista era Emil Jannings que hace un trabajo fabuloso, quizá excesivo para el gusto actual, pero con un amaneramiento contenido. Aunque él tenía sólo unos cuarenta años, fue envejecido con maquillaje para el papel. Sin embargo, hay un momento que le vemos un primer plano de la mano y es evidente que es mucho más joven de lo que aparenta.
 
Aparte de las innovaciones en cámara, también hay un gran trabajo en decoración y disposición de todos los elementos de producción. Tenemos la suerte de que el negativo había sufrido pérdidas, pero un gran trabajo de restauración ha conseguido devolverle el antiguo esplendor.
 
 
 

El hombre mosca, 1923

poster de la época que pone en evidencia
que la escena del reloj no se consideraba
la más importante

«El hombre mosca»  (Safety Last !)

Fred C. Newmeyer, Sam Taylor
USA 1923

muda
73 minutos aprox.

Harold Lloyd (Nebraska, USA 1893-1971) fue un cómico enormemente popular del cine mudo, que competía directamente con Charlie Chaplin y Buster Keaton. Su personaje principal consistía en un muchacho alegre y esforzado, ilusionado por mejorar socialmente. Las gafas redondas de carey eran su marca.
Tuvo una gran carrera en el cine mudo y mucho más discreta en el cine sonoro. Prácticamente se retiró en 1938 con 45 años. Aunque haría alguna intervención posterior. Afortunadamente y a diferencia de otras estrellas Lloyd controlaba todas sus películas por lo que pudo mantener un ritmo de vida muy alto. El hecho de que sólo se casara una vez y su matrimonio durara hasta su muerte también contribuyó a no mermar su fortuna (su mujer era Mildred David, precisamente su compañera femenina en esta cinta)
Uno de los motivos por los que Harold Lloyd es menos conocido que otros cómicos de la misma época es porque Lloyd no quería que sus películas se pasaran por televisión, ya que pensaba que eran para verse en pantalla grande.
«El hombre mosca» (Safety Last !) es quizás su película más conocida y que se encuentra en la Biblioteca del Congreso. Aparece también su imagen más famosa, la de Lloyd colgado de un reloj en un edificio.
El argumento es el siguiente: Harold Lloyd (The Boy) sale de su pueblo con destino a la gran ciudad donde espera prosperar y casarse con su novia. Se emplea en unos grandes almacenes y es dependiente de telas a metros. Envía cartas y regalos a su novia haciéndole creer que su posición económica es mejor, por lo que ésta decide ir a buscarlo a la ciudad. Harold oye que el gerente de los almacenes ofrece una cantidad importante a quien sea capaz de mejorar las ventas o conseguir atraer más público y se le ocurre la idea de que un amigo suyo, experto en escalar edificios lo haga y se repartan las ganancias, pero, su amigo ha tenido problemas con un policía y en día de la escalada está más preocupado por esquivarlo que por subir la fachada, por lo que Lloyd deberá subirla él mismo.
Desde el primer fotograma nos encontramos con un gag memorable: parece que nuestro héroe está al pie del cadalso, pero en realidad está en una estación. Continua con un nivel muy alto de gags elaborados y brillantes hasta llegar al momento de la escalada. De una duración de 73 minutos total, la subida ocupa los último 20 minutos. Siendo una secuencia muy compleja.
Se ha hablado mucho de la realización de la secuencia de la escalada. En principio se asumía que todo había sido real y por el propio Lloyd. Al parecer hubieron varios trucos, muy bien hechos que disminuyeron la peligrosidad de la acción. Sin embargo, continuaba siendo extremadamente peligroso, además teniendo en cuenta que a Lloyd le faltaban dos dedos después de una explosión fortuita, lo que disimulaba con un guante ortopédico.
En definitiva, una obra maestra del cine cómico de su momento, que no puede dejar de verse.
ver también momentos  (detalle de la escena de la escalada)

Las manos de Orlac, 1924

«Las manos de Orlac»  (Orlacs Hände)

Robert Weine
Alemania 1924

muda

Una de las primeras versiones, sino la primera de las adaptaciones del libro. Con una historia atractiva y sugestiva: un gran pianista pierde sus manos en un accidente y le trasplantan las manos de un ejecutado por homicidio, con lo que empezará a delirar en unas ansias descontroladas por asesinar como si las manos tuvieran vida propia.
 
El director Robert Weine y el actor Conrad Veidt ya habían colaborado exitosamente en el interesante experimento expresionista «El gabinete del doctor Caligari». En esta ocasión la cinta no tiene un estilo tan expresionista, aunque hay una interesante elaboración de ambientes.
 
El resultado viene lastrado por unas interpretaciones demasiado de cine mudo, con gesticulaciones excesivas.

El héroe del río, 1928

«El héroe del río»  (Steamboat Bill, Jr.)

dir. Charles Reisner y Buster Keaton
USA 1928

muda

Evidentemente la carrera de Buster Keaton como estrella del cine cómico me cae lejos. En principio no había visto ninguna película suya, cuando hace bastantes años en un cine de Barcelona (el Publi) programaron lo más importante de su filmografía y lo descubrí. Me pareció un gran hallazgo y lo disfruté enormemente. Sin embargo, con el paso de los años he ido perdiendo afición, aunque le reconozca grandes momentos.
 
Esta película sirve de buen ejemplo. Tiene una duración corta, no llega los 70 minutos. Tiene una primera parte, clásica, convencional, de un chico poco desarrollado físicamente que planea quedarse con su padre propietario de un viejo vapor de río. Hay una chica y diversas situaciones no demasiado especiales, con algún momento (cuando se prueba los sombreros) logrado.
 
Ahora bien, en el minuto 53, es decir, cuando faltan unos 15 minutos de película, ésta hace un cambio. Sobreviene una especie de mini huracán que asola la población. Todo ello dará pie a un sinnúmero de gags extraordinarios, en los que la forma física de Buster Keaton juega un papel muy importante.
 
En esta película se encuentra el gag de la casa que le cae encima. Hay que señalar que no era la primera vez. Era un gag que ya había utilizado, pero no con el énfasis que lo hace aquí.
 
 


El ladrón de Bagdad, 1924

«El ladrón de Bagdad»  (The Thief of Bagdad)

Raoul Walsh
USA 1924

muda

Douglas Fairbanks es el protagonista de esta historia mezcla de relatos procedentes de «Las Mil y una noche» en la que aparte de actuar, es el autor de la historia, así como parte de la producción y control general de todo el proyecto.

Se trata de un esfuerzo considerable, tanto por producción como por metraje (155 min., mucho para un film mudo). En el que destacan los decorados y los efectos especiales que son, evidentemente, pura artesanía y una gozada por su ingenuidad y creatividad.
Douglas Fairbanks está en el apogeo de su carrera. Su mejor baza es su energía y gran simpatía que son  enormemente contagiosas. Quizá discreparía de su vestuario en particular, porque el general es bastante oportuno y adecuado, pero el suyo es especialmente poco atractivo y logrado: los pantalones, el pendiente de anilla, el collar de perlas… claro que, afortunadamente, sólo nos fijamos en el torso del actor. 
 ver: frases 
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Sorprende comprobar que Douglas Fairbanks (1883-1939) un hombre tan atlético y atractivo midiera sólo 1,68, cuando, por ejemplo, Rodolfo Valentino medía 1,80. Douglas se casó con Mary Pickford que siempre hacía de niña, lo cual era muy adecuado para sus escasos 1,54.
Douglas (1,68), Mary (1,54), junto Charles Chaplin (1,65), así como Griffith (1,78) fundaron la United Artists compañía de distribución cinematográfica para poder controlar sus películas.