«The Imitation Game» Descifrando Enigma
Morten Tyldum
Reino Unido 2014
Al principio de la cinta se nos recuerda que está basada en un hecho real. Narra el proceso de desencriptación de la maquina Enigma, que los alemanes usaban durante la Segunda Guerra Mundial para codificar los mensajes, así como parte de la historia de la persona que lo consiguió: Alan Turing (1912-1954), inglés, genio de las matemáticas; famoso por sus avances en computación y otras áreas similares, pero que debido a su homosexualidad tuvo un final desgraciado.
Los hechos son los que son, bastante conocidos y de los que hay además varias películas: «Enigma» (2001) o la TV movie «Codebreaker» (2011), entre otras. Por lo que se trata de elegir que detalles se desea mostrar o cómo se cuenta.
A mí las elecciones que se han hecho en la realización de la película no me gustan prácticamente ninguna. Y la primera de ellas el guion que además ganó el Oscar. Pero, vayamos por partes:
Una fotografía oscura y opaca, puede que intencionada para dar más tristeza si cabe al argumento. Una ambientación pobrísima de escenarios y que evidencia su puesta en escena (las pocas veces que sale un exterior está demasiado marcado).
La elección de los detalles de la vida de Turing no nos permiten sentir simpatía por él. Y es un error. No se subrayan sus destellos de inteligencia (salvo una vez) que sería la única baza. La presencia del personaje femenino que tendría que servir para humanizarlo y que lo veamos como ella, no funciona, y además parece un pegote para colocar a una chica en el argumento (Kiera Knightley). No me parece una buena elección la de Benedict Cumberbatch, no porque lo haga mal. Quizá es culpa del director y no de él.
Todo el ambiente externo a Turing en la base, tampoco funciona, es ortopédico y prefabricado. La interrelación de personajes es muy pobre y artificial.
Después, me resulta absurdo que se toque la involuntaria colaboración con el ejercito soviético en el momento de la máquina Enigma, y sin embargo, no se mencione apenas a los americanos. Dando casi a entender que la guerra la administraban y la ganaron los británicos. Y luego, los estadounidenses van y la proponen para los Oscars.
Otro aspecto, real en este caso, que enturbia la recepción de la historia y por otro lado dota de sentido al olvido en que se mantuvo el caso durante cincuenta años, es que el uso de los mensajes de la máquina debía hacerse sin alertar al mando alemán, por lo que se dejó morir a millones de personas, aunque también se salvaran otras al acortar la contienda.
Finaliza con el trágico destino de Turing, pero explicado a través de una subtrama con un policía que quiere averiguar la verdad, pero queda muy postizo.
No me ha gustado nada.