«La red social» (The Social Netwoork)
David Fincher
USA, 2010
No es que los Oscar tengan una especial importancia, son sencillamente un barómetro de tendencias y gustos que puede servir de orientación, nada más. En la entrega de este año a “La red social” le han concedido tres; mejor guión adaptado, mejor montaje y mejor banda sonora. Estoy de acuerdo con los dos primeros. En cuanto a la banda sonora, no, me gusta mucho más la de “Origen”.
Hay quien piensa que se merecía el Oscar a la mejor película en lugar de “El discurso del rey”. Creo que no había una película ganadora y se lo han dado a la producción inglesa como fórmula de compromiso. Observo cierto entusiasmo en torno a “la red social” y creo no equivocarme si digo que es casi todo masculino. En este sentido, me recuerda un poco a otro trabajo del mismo director “El club de la lucha” (1999), en ambas películas como mujer es difícil sentir empatía. Salvo la presencia de Erica, la novia de Mark, al principio y el detalle de la abogada, todos los personajes femeninos son meros soportes de los masculinos, sin personalidad, tan sólo como objetos a utilizar. Bastante desagradable.
En cuanto a la película creo que tiene dos vertientes diferentes, una es lo que cuenta y otra cómo lo cuenta. Lo más importante es la historia; de cómo se gestó Facebook y el litigio posterior por la propiedad de la idea. Todo esto está contado de forma brillante y por supuesto inteligente. Todos los actores están sobresalientes; Jesse Eisenberg=Mark Zuckerberg, el creador de la red social, Andrew Garfield=Eduardo Saverin, cofundador no experto y Justin Timberlake=Sean Parker cofundador de Napster y ocasional colaborador de Mark, incluso el pequeño papel de Rooney Mara=Erica Albright.
La película empieza con una conversación entre Mark y Erica que sienta las bases del personaje y que yo he tenido que volver a ver tres veces para saber exactamente lo que dicen, de deprisa que lo dicen y por la densidad del contenido. La fotografía está bien, la música también, el desarrollo de los acontecimientos, el futuro con los abogados y la vuelta atrás y adelante, los retratos de los personajes, el ambiente de la Universidad de Harvard, etc… Estando bien la realización, tampoco es nada extraordinaria. Sin embargo, destaca muy positivamente la filmación de la competición de regatas y la genial escena de los gemelos con el rector de la universidad.
Tenía la idea que al creador de Facebook se le dejaba mal, tanto en el libro, como en la película y compruebo con sorpresa que es todo lo contrario. Incluso parece que todo esté financiado por él. Bien mirado, todos sus amigos acaban quedando mal y la universidad también, tan solo se salva su exnovia. Él queda ahí, como alguien superinteligente que tiene que rebajarse a tratar con los mortales, que no acaban de entender todo lo que piensa. Además como no es “aparentemente” codicioso le da cierto halo. Sin embargo, lo que parece es extraterrestre. No hay parientes, ni padres (siendo lo joven que es), no come, sólo piensa y en la escena que tanto él como Eduardo ligan, sólo enfocan a Eduardo, de Mark se intuye lo que hace, pero no lo enseñan ¿por qué?
“La red social” trata del megasueño estadounidense; hacerse inmensamente rico de la nada. Sí, todo eso es superatractivo. Pero, viéndola una no se siente tranquila, confortada. ¡Oh! que bien si me pasara a mí, no. Creo que es porque no habla del futuro, sino del pasado. Los hechos se situan sobre el 2003/4 en pleno auge del boom económico y si bien el propio hecho de Facebook es algo separado e individual, todo el entorno es el del momento; el ambiente elitista y un poco absurdo y desagradable y decadente y obsoleto con sus novatadas de iniciación de la universidad, el pensamiento de enriquecimiento de los gemelos, la idea de cómo hacer dinero, el litigio, el antes triunfar y el dinero que los amigos… Sería genial que parte de esa forma de pensar estuviera superada, que la crisis hubiera hecho reflexionar, pero me parece que no, que seguimos en una onda similar y eso es lo que al final tiene de pertubadora la película. No sé, a mí me ha dejado pensando durante un par de días. Eso debe ser bueno.