En un lugar solitario, 1950

descarga«En un lugar solitario»

(In a Lonely Place)

Nicholas Ray

USA 1950

blanco y negro

v.o.s.

A pesar de que hay un montón de elementos positivos: los actores, Humphrey Bogart y Gloria Grahame, el director, Nicholas Ray, unos buenos diálogos, una buena fotografía, el resultado es algo decepcionante.

Quizá el que esté rodada casi toda en estudio, que el comportamiento de todos sea muy estereotipado y poco flexible. Que el tema de la violencia machista quede enmascarado y sepultado en otros temas, como la investigación criminal o el transtorno mental. Que Nicholas Ray esté en el fondo poco inspirado, comparado con otras cintas en las que la composición visual era muy importante.

55 días en Pekín, 1963

«55 días en Pekín»  (55 Days at Perkin)

Nicholas Ray
USA 1963

v.o.s.

Tendríamos que decir que a pesar de que Nicholas Ray era un director interesante, aquí su presencia no se nota. Esta es una película de productor, Samuel Bronston estadounidense nacido en Rusia (1908-1994) que montó un estudio cerca de Madrid en los años sesenta, donde se rodaron unas cinco producciones (Rey de Reyes, El Cid, La caída del imperio romano, El fabuloso mundo del circo y ésta de 55 días en Pekín. Al final el estudio se liquidó por problemas financieros.
Eran grandes proyectos con construción inmensa de decorados, miles de extras, participación de estrellas de renombre internacional y que tuvieron bastante éxito, por lo menos en España.
55 días en Pekín nos traslada a China hacia 1900 y durante la rebelión de los boxers en contra de las potencias extranjeras. Como Bronston quería una buena distribución de la cinta, aparecen caras y representaciones de varíos países para quedar bien.
La historia adopta, evidentemente, un punto de vista colonial en el que los chinos son malvados por pretender no estar sometidos a las potencias extranjeras. El embajador inglés, Sir Arthur (David Niven) es el más civilizado y ofrece su ejemplo a las demás legaciones, que tienen mucho que aprender. Los americanos con el major Lewis (Charlton Heston) al mando, vienen a ser como el séptimo de caballería. También hay una condesa rusa (Ava Gardner) que siempre queda bien y porque los estadounidense parecen incapaces de imaginar cualquier otro personaje que venga de la Rusia zarista. El major Lewis se enamora de la condesa y a pesar de que Heston y Ava tenían casi la misma edad, ella parece su madre. 
Para estar rodada en el extraordinario sistema de 70 mm, apenas se nota. Todas las escenas de batallas y escaramuzas son bastante aparentes. Dónde quizás se falle más es en los diálogos, que me han parecido bastante malos y trillados. 
En definitiva una entretenida cinta de aventuras, cuyas bases y conclusiones históricas es mejor no tener en cuenta.
decorados para «55 días en Pekín»

Rebelde sin causa,1955

«Rebelde sin causa» (Rebel without a Cause)

Nicholas Ray
USA 1955

v.o.s.

Segundo largometraje de los tres que protagonizó James Dean. Aunque había trabajado bastante en televisión, no deja de sorprender, cómo se merienda todos y cada uno de los planos en los que aparece.
«Rebelde sin causa» es una película mítica, ya no sólo porque aparece Dean, sino porque está pensada para serlo. Expone una serie de cuestiones, sensaciones y estado de la juventud en un momento de cambio muy importante, cuando las cosas empezaban a convertirse en algo distinto, cuando la juventud tomó el poder social.

Deliberado encuadre de los tres futuros protagonistas en la comisaría

El resultado mítico lo logra porque el planteamiento es excesivo, como una tragedia griega y además funciona. Se presentan unos personajes al límite, los tres protagonistas al principio en la comisería quedan unidos por lazos invisibles, después todo avanza hacia el inevitable enfrentamiento, a la definición de posiciones y a la catarsis.

Nicholas Ray además de una dirección inspirada, es el autor de la historia y hay que reconocerle un mérito tremendo por saber cómo exponerla e ilustrarla. Por presentar a unos personajes que fácilmente podrían caer en el ridículo: Nathalie Wood con esa extraña fijación por su padre y Sal Mineo con sus tendencias homosexuales (con una foto de Alan Ladd en su casilla) y sin embargo, nos parezcan sublimes. Y ese James Dean con cazadora roja y su padre con delantal… insuperable. Sin olvidar la inimitable carrera de coches que ha pasado al imaginario colectivo del mundo mundial.
La película tiene ademas una estupenda fotografía con color WarnerColor y CinemaScope.

Película en la lista AFI. Ocupa el
puesto 59 en 1998
no figura  en 2007

Johnny Guitar, 1954

«Johnny Guitar«

Dir. Nicholas Ray
USA 1954

(vista en v.o.s.)

Siempre ha sido una película mítica. Aunque sólo fuera por el famoso diálogo del que «dime que me quieres aunque sea mentira» es una parte. Verla después de tantos años es un peligro. Y la verdad es que este será un comentario complicado. Por un lado está la preciosa canción de Johnny Guitar (de Victor Young) sin la cual la película sería otra. Para mí es la pieza más importante, que le da ese aire tan melancólico y triste que persiste cuando la cinta ya ha terminado. Algo parecido, salvando distancias, de lo que le pasó a la película española «Los últimos de Filipinas» (de Antonio Román, 1945).

La protagonista Joan Crawford tiene una presencia increíble. Pero no me gusta, está muy masculina. He buscado un poco por Internet y sé que ella era la propietaria del guión y al parecer su control sobre la película fue muy importante. Exigió que los primeros planos se hicieran en estudio para controlar la luz. Por un lado tenemos una interpretación muy buena y por otro unos resultados discutibles. Joan Crawford es muy mayor, 49 años y representa más. En lugar de cambiar el guión y adaptarlo a su edad, que hubiera sido incluso mejor, ya que es imposible que en sólo cinco años pueda haber amasado una fortuna. Se nos recuerda varias veces que cinco años atrás era una jovencita confiada. ¿? El look que utiliza es horroroso, con un peinado inapropiado y unos modelitos espantosos (las dos camisas: la roja y la amarilla, muy chillonas), que ponen de relieve el error del tipo de fotografía; demasiado colorista. El argumento requería colores más desmayados. Así como el inconveniente de filmar en interiores que provoca verdaderos desastres. Como en el último duelo de Joan-Vienna y Emma. Vienna tiene una descarada transparencia detrás y Emma al natural. Lo que le quita emoción a la escena. Siguiendo con el vesturario, Joan-Vienna durante toda la película no enseña practicamente nada de piel. Sólo la cabeza y las manos. Un poco de escote un momento. Muy tirante y encorsetada. Todo en ella resulta tan inapropiado, tan ortopédico… sólo su voz salva el desastre. Es tan extraño y trágico, que acaba siendo sublime.

Tampoco se escapan una colección de errores de filmación absolutamente evidentes; como cuando después del atraco al banco Vienna y Johnny hablan a la luz del crepúsculo, casi noche y los forajidos de alejan a plena luz del día, alternando las dos escenas varias veces. O el vestido blanco, que a pesar de sostener al herido lleno de sangre, no se mancha. Hay bastantes.

En cambio Sterling Hayden-Johnny Guitar está perfecto. Por edad, 38 años y por su aspecto derrotado, taciturno y descuidado. Que además creamos en su historia de amor con Joan-Vienna es imposible; parece su madre. Mención especial merece la actriz que interpreta a Emma, Mercedes McCambridge, logra que todos deseemos estrangularla por ese papel de virgen furibunda-bruja en busca de venganza, alentada por el mismísimo demonio. A la que además recordamos por su papel de hermana de Rock Hudson en «Gigante».

La película está sobre los hombros de Joan Craword para bien y para mal. Era una mujer que se había vuelto bastante poderosa al casarse con un directivo de la Pepsi-Cola y supongo que podía controlar su carrera, en un momento en que por su edad Hollywood le podía girar la espalda. Adoptó a cuatro niños, con un resultado nefasto. En 1981 pudimos ver la película «Queridísima Mamá» (Mommie Dearest) con la muy bien caracterizada Faye Donaway como Joan Crawford, en la que una de sus hijas destrozaba cualquier retazo de buen recuerdo, con una descripción de su madre adoptiva y de la convivencia (¿recuerdan la percha?) sencillamente espantoso. Para desalentar a todas estas actrices que ahora están haciendo lo mismo en adopción. Sin embargo, si algo queda claro en Joan Crawford es una fortaleza de carácter muy grande, siendo capaz de mostrarnos una interpretación inolvidable en ¿Qué fue de Baby Jane? (What Ever Happened to Baby Jane) de Robert Aldrich, 1962, junto a Bette Davis. Donde fue capaz de salir fea y terrorífica, demostrando su gran capacidad artística.

ver: banda sonora
ver: frases
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