Death Note, 2006/2016

Comento conjuntamente estas tres adaptaciones:

«Death Note»
(Desu nôto (Death Note)
dir. Shusuke Kaneko
Japón 2006
***
«Death Note: El último nombre»
(Desu Nôto: The Last Name) (Death Note 2: The Last Name)
dir. Shusuke Kaneko
Japón 2006
***
«Death Note: El nuevo mundo»
(Desu nôto: Light Up the New World)
Shinsuke Sato
Japón 2016
***

De este popular manga japonés se han hecho diferentes adaptaciones: cine, series TV, animación, personas… Creo que estas tres cintas son bastante representativas del fenómeno.

El argumento es bastasnte simple. Un cuaderno de tapas negras (muy parecido a los Moleskine) medida A4, cae del cielo y tiene la propiedad de que cualquier nombre que se escriba produce la muerte de esa persona. El Death Note/El cuaderno de la muerte, va a parar a manos de un joven estudiante de derecho con ganas de que se haga justicia de verdad con los delincuentes. Establece además un duelo con un misterioso detective llamado L.

Después hay más cuadernos y sus posibilidades son más complejas. Cada cuaderno lleva consigo un espíritu  Shinigami, que no es ni bueno, ni malo, y cuyas características físicas son bastante originales.

Las dos adaptaciones de 2006 viene a ser la misma cinta, una continuación de la otra. Son bastante entretenidas y los actores tienen bastante carisma. En cuanto a la de 2016 se ve de entrada que hay más presupuesto, pero no está bien usado. Los actores han perdido todo atractivo y la trama es poco inspirada. En esta última se nota a faltar que los asesinatos, por lógica, no se extiendan a personas públicas mundiales especialmente detestables.

Una pastelería en Tokio, 2015

«Una pastelería en Tokio»  (An)

Naomi Kawase
Japón 2015

v.o.s.

Por mucho que yo me esfuerce por ver cine independiente no estadounidense, los resultados siempre son frustrantes. No dejan de ser copias de cine de Hollywood disfrazadas de otra cosa.
Esta pastelería la he visto a razón de quince minutos cada vez en diferentes días. Me ha parecido un gran tostón con pretensiones de concienciación, puestas de sol, cerezos en flor y personajes lacónicos y distantes culturalmente.
En un chiringuito que no es una pastelería, sino un mini puesto de venta de una especie de tortita japonesa y ningún producto más, un hombre atormentado por su pasado necesita ayuda laboral. Se presentan una anciana a punto de morirse con un pasado de leprosa y una joven que va al cole. Los tres aprenderán a respetarse y a ver la vida de forma más positiva.

Yojimbo, 1961

«Yoyimbo«

Akira Kurosawa
Japón, 1961

v.o.s.
blanco y negro


Es una lástima que mi interés por la película provenga de quererla comparar con el plagio de Sergio Leone,  «Por un puñado de dolares»  (Per un pugno di dollari) de 1964.

A pesar de que Yoyimbo trata de un samurái, o mejor dicho un ronin (un samurái sin amo) que llega a un pueblo y se mezcla en las luchas locales, todo lo demás es igual. Aunque el western italiano es una buena adaptación.

Es imperdonable que Leone no avisara a Kurosawa o le pidiera permiso y además negara el plagio. Todo ello le valió un proceso lamentable y además tener que pagar a Kurosawa un 15% de sus beneficios mundiales.

A mí Kurosawa no me gusta especialmente. Sé verle las cualidades, pero que no me acaban de llegar. Sin embargo, se agradece el tono cómico de esta película en particular. El actor Toshiro Mifune está extraordinario como siempre. La música es muy original de Masaru Sato.

Creo que el color hubiera sido adecuado para la historia. Y en cuanto a la realización tengo un poco de claustrofobia con una cámara que solo sale al exterior para filmar la misma calle principal todo el rato. El inicio con las letras, la música y la presentación del personaje es magnífico.

Una familia de Tokio, 2013

«Una familia de Tokio»  (Tokyo kazoku)

Jôji Yamada
Japón, 2013

v.o.s.

Remake de la película de Yasujiro Ozu, «Cuentos de Tokio» de 1953. En color y trasladada a la época actual.
 
Resulta curiosa verla justo después de ver la original, porque todo el rato estás haciendo comparaciones. La intención es de profundo respeto por Ozu y la intención es de hacerla lo más parecida posible. Hay algunos cambios que seguramente resultan apropiados: la niña pequeña pasa a ser un perro, en día en el hotel no es un balneario, sino un rascacielos en un entorno muy artificial, etc.

Cuentos de Tokio, 1953

«Cuentos de Tokio»  (Tokyo monogatari)

Yasujiro Ozu
Japón 1953

Un matrimonio mayor viaja desde el pueblo, donde dejan a la hija pequeña, a Tokio para visitar al resto de sus hijos. Uno de ellos médico con una consulta en un barrio periférico, una chica peluquera con un marido un poco simple, un chico que vive a medio camino entre el pueblo y Tokio, y la esposa de un hijo perdido en la guerra. Todos ellos muy ocupados con sus menesteres y con poco tiempo y ánimo para atender a sus padres. De todos ellos es Noriko, la nuera quien responde mejor y se muestra más dispuesta a mostrar respeto y dedicar su tiempo.
 
Historia que revela la desintegración de la familia en Japón, seguramente a causa de la segunda guerra mundial y la industrialización de la sociedad con la dispersión de las personas y su traslado a centros con más posibilidades de prosperar.
 

Quizá no sea la mejor idea ver esta película inmediatamente después de ver «Primavera tardía» (1949) ya que aparecen los mismos intérpretes en roles parecidos. Aquí la forma de filmar de Ozu, con su posición de cámara a la altura de personas sentadas, así como su reticencia a mover la cámara y ofrecer planos fijos y limitados, se presenta como un inconveniente, ya que notamos cierta rigidez y claustrofobia visual, que por otro lado es seguramente intencionado para representar la situación de los padres. Película considerada una obra maestra.

Primavera tardía, 1949

«Primavera tardía»  (Nanshun / Late Spring)

Yasujiro Ozu
Japón, 1949

Una joven que empieza a dejar de serlo vive con su padre viudo, un profesor, y está dejando pasar las oportunidades de casarse debido a la inercia de la agradable vida en común. Su padre se da cuenta que la lógica de la existencia hace preciso que ella se marche y cree su propia familia.
Película en blanco y negro con una buena fotografía, que se centra en la narración de los detalles cotidianos y aparentemente insignificantes de la vida. Veremos la casa en profundidad, mientras que el novio y la boda son para nuestra imaginación. Con un sentido profundo de la narración cinematográfica en la composición y el encuadre.
Una muestra de cine intimista muy estimable.

Tokio Blues, 2010

«Tokio Blues» (Norwegian Wood)
Noruwei no mori (Norwegian Wood)
Tran Anh Hung
Japón 2010
-videoclub-

Aprovecho la emisión del Barça-Madrid para alquilar una de esas películas que sé que mi marido no soporta. Estoy decidida por «El árbol de la vida» de T. Malick, pero las dos copias se las han llevado, cuando normalmente crian malvas en la estantería, así que pienso que quizás hay más gente en mi caso. Me quedo con «Tokio Blues» es su oportunidad… fallida, porque no me ha gustado nada. Si la hubieran dado simplemente por televisión hubiera cambiado de canal.
En el Tokio de los años sesenta, unos siete personajes: jóvenes, estudiantes; buscan el amor. Tres de ellos se suicidan y los otros; poco les falta. Película basada en la novela de Haruki Murakami que no he leído y que no leeré después de ver este pequeño horror, que básicamente viene a ser una película de terror disfrazada de película de amores sensibles, precipitados (en su sentido químico) por el sexo.
Los personajes se relacionan de forma errática e inconexa, desarrollan traumas indefinibles y se mueven en un hermetismo y sufrimientos que más nos invita a la irritación por la inconsistencia de los dramas, que a la comprensión de un mundo que no es más que el de la locura.
Hay alguna escena poética y sensible: el viento en la naturaleza y las personas, pero predominan los ambientes opresivos y deprimentes. 

13 asesinos, 2010

«13 asesinos» (13-nin no shikaku)

Takashi Miike
Japón, 2010

13 asesinos viene avalada por premios en festivales y buenas opiniones del público, pero no le encuentro nada de particular. A pesar de que está bien hecha, no aporta nada nuevo.
Tiene un planteamiento al estilo de las tragedias de Shakespeare y en concreto recuerda bastante a la cruel y desagradable «Titus Andronicus». Con un desarrollo muy sobrio, la película se mueve al principio en ambientes bastante oscuros dónde es difícil reconocer a los protagonistas y sentir simpatía por sus personajes. No puedo evitar compararla con la película también japonesa «Zatoichi» (2003) de Takeshi Kitano, para mí menos pretenciosa y más conseguida en todos los aspectos y además con el sentido de humor necesario para soportar todas estas masacres.

Ran, 1985

«Ran«

Akira Kurosawa
Japón, 1985

Dudaba en hacer este comentario, que parecerá un sacrilegio. Ran está considerada una obra maestra, pero vista ahora en 2009, quedan visibles algunos elementos que no me convencen.

El director Kurosawa fue muy valorado en los festivales de cine europeos y en Hollywood donde fue muy premiado mientras vivió. Me recuerda un poco a nuestro Almodovar, que ya con la fama a cuestas, no dejan de premiar más por inercia que por méritos reales. Ran traslada al Japón clásico la obra de Shakespeare «El rey Lear», (en un gesto claro de halagar a su público occidental) y las hijas son en este caso; hijos. La música, la fotografía, el vestuario y la composición son soberbias. Pero el paso de jinetes a un lado y otro, muy bello, parece obedecer más a un resultado estético, que a necesidades logísticas. Sólo gracias al color de los estandartes podemos comprender tantas idas y venidas. La batalla final es confusa y no me parece bien planificada. La actuación del rey Lear es demasiado teatral. Hay en general en toda la película una autocomplacencia, un saber que se está haciendo una obra maestra, que acaba lastrando la película.

Personalmente no me gusta la obra «El rey Lear» plantea un problema que no comprendo. No me parece un error colosal ceder el poder a los hijos en vida. Tanto da que sean buenos o malos hijos. A mí personalmente en el único contexto en el que me parece válido el argumento de «El rey Lear» si hablamos de trasladarlo a otro momento histórico, sería en el de «la mafia». Ahí sí que veo el desarrollo de la trama, tal y como la cuenta Shakespeare. Y me parecería lógica toda la evolución de la historia.

No le quito a Kurosawa su mérito, que lo tiene, aunque a mí su cine nunca me ha gustado plenamente. Sé que su influencia en el cine mundial es muy importante. Lo siento.

Despedidas, 2008

«Despedidas» (Okuribito)

Yojiro Takita
Japón 2008
Oscar 2008 a la mejor película extranjera. De entrada que el argumento fuera tan parecido a la serie de TV «A dos metros bajo tierra» me desanimaba para verla. Y efectivamente los puntos de contacto son importantes. Aunque quizás para señalar las diferencias.

Más que los aspectos de realización, con un aire convencional y académico y una decisión a no arriesgar, se impone la historia. La figura del «amortajador» japonés vehicula la reconciliación entre vivos y muertos. Al contrario que la serie americana, a los muertos se los prepara delante de los familiares. Un ritual que se convierte en una ceremonia de gran belleza y serenidad y un ejercicio de profundo respeto hacia el difunto.

Los toques cómicos ayudan a sobrellevar un tema tan triste. A destacar la música de Joe Hisaishi, suntuosa, como siempre.

Ponyo en el acantilado, 2008

«Ponyo en el acantilado» (Gake no Ue no Ponyo)

Hayao Miyazaki
Japón, 2008
Lo que más me gusta de las películas de Miyazaki es… la música de Joe Hisaishi. En general el dibujo de los personajes me recuerda de forma negativa a las series; Heidi y Marco del también director japonés Isao Takahata con el que Miyazaki ha colaborado en alguna ocasión.

Las historias acostumbran a ser muy imaginativas y diferentes a las típicas de Disney o en general a las occidentales. De las que he visto, la que me parece más redonda es «El Viaje de Chihiro» 2001, en cambio «El castillo ambulante» 2004, la encontré demasiado barroca.

En cuanto a Ponyo, que viene a ser una revisitación de la Sirenita, había oído hablar muy bien y la película se deja ver con facilidad. La banda sonora en este caso, no destaca. Los colores son muy vivos y la hisoria es distraída. No diría nada más, sino fuera por un rótulo que aparece al principio de la cinta, que viene a decir algo así como «película especialmente recomentada para la infancia». El enunciado me dejó sorprendida y una vez vista la película, no sé si estoy demasiado de acuerdo con la premisa.

Analicemos;
-la madre conduce de forma peligrosa
-los padres se llaman entre ellos por el nombre, lo que produce una sensación de no familia
-la madre se encoleriza ¿? cuando el marido, por «trabajo» no puede volver a casa
-la madre deja en casa al niño de 5 años en una noche de tormenta, para regresar a la residencia, dónde no la necesitan
-Ponyo, la niña-pez se «encapricha» de una relación que ha durado unas pocas horas y decide abandonar su lugar de origen en el mar, sin ninguna clase de añoranza por lo que deja.

A mí todo esto me puede parecer simpático, pero en absoluto edificante. Toda la película está llena de impulsivilidad que desde un punto de vista japonés puede ser muy atractivo. La seducción que siente Ponyo por el niño, tendría sentido si fueran adolescentes y se tratara de enamoramiento, sólo así tendría sentido. Pero desde el punto de vista de críos, suena a niña malcriada y caprichosa.