«Conoces a Joe Black»
(Meet Joe Black)
Martin Brest
USA 1998
v.o.s.
Esta era una película que no había visto y que además le tenía una manía especial: No me gusta Brad Pitt cuando hace de guapo (**) y últimamente, aunque le reconozca el mérito, no me apetece ver a Anthony Hopkins, pero el otro día la estaba viendo de reojo en otro televisor sin sonido y sentí curiosidad. Además tampoco tengo demasiado para elegir.
He buscado la cinta y la he encontrado en Amazon Prime. Pudiendo verla en versión original con subtítulos. Con algún inconveniente, porque los subtítulos (en un español extraño que no es completamente de latinoamérica) aparecen cinco segundos antes que el diálogo con lo que debes sincronizarlo tú mentalmente. Por suerte, no hay demasiado diálogo y cuando lo hay pasa bastante rato entre frase y frase. Es decir es lenta, lenta y larga (173 min.)
La película es lo que imaginaba. ¿Qué hace un chico normal al principio en la cafeteria con las puntas del pelo teñido de rubio? Es evidente que no es natural, ni puede serlo. Vamos a dejarlo y que Brad Pitt interprete a un joven imposible que se de en la existencia humana. Luego cuando se convierte en «la muerte» también está raro e inverosímil y no hay forma de creérselo. Pero, participemos. La cosa está hecha con gusto y la música Thomas Newman que siempre es como la misma pero que si te gusta te gusta, pues ayuda. La fotografía también. La subtrama de la empresa, la hija no predilecta, su marido, lo de Hacienda, en conjunto está bien.
Pienso lo mismo que pensaba antes de verla. Empalagosa, lenta e imposible (*), pero… hay algo que sucede de forma subterránea, que no sé si es algo consciente o está porque está y que acaba dejando una sensación muy positiva: la muerte es agradable, la vida es un ciclo que termina y morir no es aterrador. Brad Pitt como la muerte es consolador, una se dispone a acompañarlo sin dudar. Ya que, ¿qué es la existencia humana? : una breve noche de fuegos artificiales.
(*) lo de inverosímil o imposible no lo digo por el argumento, que es una fantasía, una fabulación que aceptamos, sino por el personaje de «la muerte» que es aceptado como real por un hombre de negocios muy astuto que lo primero que pensaría sería en una estafa muy bien orquestada. En ningún momento «la muerte» le demuestra su «poder» o realidad.
(**) No me gusta Brad Pitt cuando hace de guapo porque es de esa clase de actores que se siente muy incómodo en ese papel y si él se siente incómodo, yo también. Era muy distinto, por ejemplo con Warren Beatty que hizo una película parecida a ésta: «El cielo puede esperar» (Heaven Can Wait, 1978) que ahora volvería a ver pero no la tengo a mano. Aunque no me refiero a esa, sino por ejemplo en «Prométele cualquier cosa» (Promise Her Anything, 1965) donde Warren Beatty estaba guapísimo y se sentía guapísimo y se entendía perfectamente cómo se ligaba a todo bicho viviente femenino. Ohh la volvería a ver si pudiera. Quizá no, demasiada baba (o lágrimas) en el suelo.