El hijo del caíd, 1926

fotograma de un corto en el que Valentino va a la playa

» El hijo del caíd »  (The Son of the Sheik)

George Fitzmaurice
USA 1926

68 minutos – muda

Puede ser ilustrativo ver esta película para comprobar cómo se hacía esta clase de cine y en ese momento. Aunque los argumentos están desfasados, siempre sorprende el virtuosismo de los primeros planos, o la superposición de imágenes. Sin embargo, lo verdaderamente interesante es ver a Rodolfo Valentino. Por raro que me parezca a mí misma, nunca lo había visto en una cinta completa y tenía curiosidad por averiguar si su magnetismo se mantenía en el tiempo.
El problema no es el tiempo. Por ejemplo, el atractivo de Gary Cooper por esas mismas fechas es absolutamente evidente e intemporal. En el caso de Valentino resulta muy difícil valorar su encanto. Es sin duda una presencia importante y conmovedora. Evidentemente nosotros no podemos olvidar que murió prematuramente a los 31 años en 1926 como consecuencia de unas úlceras que derivaron en peritonitis.
Viéndolo actuar transmite una cierta tensión en querer demostrar que no es afeminado, no en el sentido que fuera homosexual, sino femenino. Al parecer era un hombre inteligente y sensible que leía en varios idiomas y publicó un libro de poemas. Y a pesar de que medía 1,80, lo que era una buena altura para la época y además estaba muy musculado, la sensación, es que con su presencia pretendía superar algo. Hay una gran inseguridad en su persona que necesita autoafirmarse. Por lo que en su interpetación hay un tremendo esfuerzo: en actuar, en interpretar, en moverse, en autoafirmarse, y en definitiva en seducir. Sí, era un gran seductor.

Sin duda encarnó a un tipo nuevo de galán, el «latin lover», que era una mezcla de furia y ternura, que tuvo mucho éxito en su momento. En el fondo tuvo suerte por no envejecer, ni enfrentarse a la decadencia y ahorrarse la llegada del cine sonoro, que sinceramente no creo que hubiera podido superar. Ahora todo ello tiene una connotación muy patética, por testimonio de un tiempo perdido.