Valor de ley-True Grit: comparativa


Valor de ley» (True Grit) es originalmente una novela del poco prolífico escritor Charles Portis, nacido en 1933 en El Dorado, Arkansas. Población no muy lejana del escenario en el que coloca la acción de su novela. La obra se publicó en 1968 e inmediatamente Henry Hathaway rodó una película en 1969. Por su parte los hermanos Coen firman la versión actual de 2010.

La novela original trata de una historia ambientada en el Oeste; en los alrededores de Port Smith en Arkansas y el Territorio indio en Oklahoma. Es prácticamente un guión cinematográfico. La acción se sitúa entre 1878 y 1903. La trama gira en torno a una niña de catorce años cuyo padre ha sido asesinado. Ante la imposibilidad de obtener justicia, la niña contrata a un comisario para que atrape al asesino que ha huído al Territorio indio y además se ha unido a una banda de forajidos.  Un ranger de Texas que también busca al mismo hombre va con ellos. La novela se lee agradablemente, es bastante entretenida con gran abundancia de datos y la visión de la acción desde la óptica de la niña es original.
Valor de ley está escrita en primera persona por la niña que va contando todo lo que sucede. A partir de la muerte de su padre y a la edad de catorce años. La acción ocurre en varios días y concluye. Hay un salto de veinticinco años y volvemos a encontrar a la protagonista con treinta y nueve años, suceden unas cuantas cosas que redefinen el pasado y termina.

Así pues la historia la explica una mujer de casi cuarenta años que recuerda una aventura extraordinaria de cuando era niña. Visto así se entiende el poco duelo que expresa por su padre al principio de la narración y la consternación por la pérdida actual de Cogburn. Aunque por otro lado, sorprende que si bien se dedica al negocio del dinero, recuerde tan profundamente el coste de cada cosa de hace casi tres décadas.

Como los recuerdos son los de ella, son los recuerdos de una gran aventura, luminosos, hasta cierto punto alegres (por ejemplo: la ejecución). Cogburn es un hombre valiente que se arriesga por ella y le salva la vida. Nos lo presenta como un cascarrabias borrachín y simpático (que incluso tiene un gato), pero que sabe hacer su trabajo. El mundo que nos presenta Mattie es un mundo ordenado y claro, en el que los malos han escogido un camino que los llevará a la horca y los buenos saben a que atenerse.

En cuanto a Mattie y LaBoeuf. Mattie le dedica el último párrafo del libro, en él le dice que espera que de alguna manera pueda leer la historia y que le agradaría verlo. Antes ya le ha hecho saber por el texto que está soltera y que tiene dinero. Se refiere a su posible edad diciendo que posiblemente tiene ya setenta u ochenta años, para que se «pique», cuando ella sabe perfectamente que sólo tiene cincuenta y cinco. Porque si algo domina perfectamente Mattie son los números.

La película de 1969 es absolutamente fiel a la novela, en el aire y en el estilo. Hay pequeños detalles que no cuadran; desde el escenario, a la estación del año que sitúan en otoño o las edades de algunos de los personajes. Cogburn tiene 40 años y Wayne 62. No veo cómo podrán pasar 25 años estando casi en plena forma antes de morir. En la película deciden que el final es demasiado dramático para lo que ellos pretenden y lo cambian radicalmente. También es verdad que el tono es de aventura, divertido, ligero y el final transtorna totalmente el contenido. En la novela a pesar del triste final el tono sigue siendo luminoso, irónico, valiente y orgulloso.

En el caso de los Coen y la película de 2010 queda claro que por un lado serán fieles a la novela y por otro rendirán homenaje a la película anterior, sobre todo a John Wayne. Sin embargo, los Coen infunden en la película un profundo aspecto sombrío que no está en el relato. Incluso se inventan escenas para resaltarlo; la niña no duerme la primera noche en la funeraria, al indio que matan en el patíbulo -sí- lo dejan hablar, Mattie sí puede taparse (con las mantas de su padre) cuando duerme con la vieja, etc. Todo en los Coen está para subrayar el aspecto fantasmal (en la novela el grupo se cruza con indios asimilados que van vestidos como ellos y los saludan) y oscuro de la historia, como si no lo explicara la niña. Es lícito, pero aquí me limito a señalar las diferencias. Los Coen vuelven a escoger a un hombre demasiado mayor para el papel, Jeff Bridges con casi la misma edad de Wayne. Más acertados con Josh Brolin como el asesino. En cualquier caso las aportaciones más interesantes están en las filmaciones nocturnas y las composiciones de los forajidos.



dato
novela
película 1969
película 2010
personaje
Reuben J. “Rooster” Cogburn
John Wayne
Jeff Bridges
edad
40
62
61
personaje
La Boeuf
Glen Campbell
Matt Damon
edad
30
33
40
personaje
Mattie Ross
Kim Darby
Hailee Steinfeld
edad
14
22
14
personaje
Tom Chaney
Jeff Corey
Josh Brolin
edad
25
55
42
escenario
Fort Smith de Arkansas y Oklahoma
California y Colorado
Texas y New Mexico
estación
invierno
otoño
invierno
Cogburn
es tuerto sin parche
tuerto parche ojo dcho.
tuerto parche ojo izdo.



Valor de ley, 1969

«Valor de ley» (True Grit)

Henry Hathaway
USA, 1969

Después de ver el remake de 2010 que comentaba en la entrada anterior, como ya decía, me quedé con ganas de visionar la película de 1969. Pude encontrar el trailer original y algunos pequeños fragmentos por Internet, lo cual no hizo sino aumentar mi curiosidad, ya que el parecido entre las dos películas es extraordinario. Y además, aunque no sea especial fan de John Wayne, aquí esta bien. ¿Por qué los hermanos Coen vuelven a rodar esta historia? No lo comprendo. Me siento tan intrigada que también compro la novela, aprovechando que se ha vuelto a reeditar y así lo comparo todo.

Bien, la comparativa entre las dos películas y la novela ya la haré en otra entrada separada. Por lo que respecta a esta cinta diré que de entrada el corte de pelo que lleva la actriz Kim Darby que en ese momento tenía ya 22 años e interpreta a una niña de 14, bien, ese corte de pelo es… destrozar la película. Es un impacto visual de un anacronismo tal (es un peinado de cuando se rodó la película), que no podemos recuperarnos. Ya sólo por eso valía la pena hacer una nueva versión. En cuanto a la interpretación de la niña, no está demasiado mal. John Wayne pretendió que ese papel lo hiciera o bien su hija Aissa o la cantante de «The Carpenters» Karen, también se barajaron otros nombres como; Mia Farrow, Sally Field o Tuesday Weld. Pero el director impuso a Kim y durante el rodaje John Wayne no podía soportarla.

En cuanto al papel de Cogburn, primero se propuso a Robert Mitchum que declinó la oferta de lo que se arrepintió rofundamente después. Finalmente lo interpretó John Wayne por lo que ganó su único Oscar. Wayne está bien, está simpático y convincente. No es el papel de su vida pero a esas alturas o le daban el Oscar o ya se moría sin recibirlo.

En cuanto a la película propiamente dicha es inevitable hablar de ella en relación a la nueva de 2010. Digamos que «Valor de ley» (1969) está en la línea de «Bonanza»; los colores son claros, brillantes, las ropas límpias y el espacio ordenado. Pero, es que la novela de Charles Portis es así. No en vano está escrita en 1968. No hay que olvidar que la historia la explica la niña y para ella es un recuerdo positivo, su gran aventura.

La guionista Margueritte Roberts, profesional de gran experiencia que había estado en las «listas negras» hace un gran trabajo de adaptación. Mucho mejor que los Coen.

En cuanto a los otros actores: Glen Campbell como La Boeuf está muy limitado. Es el que canta la canción de la banda sonora (por cierto, se propuso a Elvis Presley para interpretar el papel y la canción). Un Jeff Corey muy mayor (55 años) hace del asesino Tom Chaney (25 años). Robert Duvall como Ned Pepper y Dennis Hopper como Moon.

Mientras ves la película y salvando algunos detalles, te dices que está bien, que está bastante bien. Es otra perspectiva, distinta de los Coen, pero válida en cuanto es más fiel a la novela. Cuando llega la escena del enfrentamiento entre John Wayne=Cogburn y los cuatro forajidos y compruebas que los Coen la han vuelto a filmar igual, no sales de tu asombro. ¿Qué quiere decir? ¿Para qué la ruedan igual? Y entonces llegamos al final de la película y ¡Oh, sorpresa! nos colocan un final feliz distinto al de la novela que nos deja atónitos. ¿Pero por qué? ¿qué horror? Y entonces todo se aclara, se comprende que los Coen hagan una nueva película.

Me recuerda el caso de «Desayuno con diamantes» (Breakfast at Tiffany’s, 1961) de Blake Edwards, con la maravillosa Audrey Hepburn. ¿Quien se atreverá a hacer una nueva versión que respete la novela original de Truman Capote?, es demasiado a superar; Audrey, la música de Henry Mancini, la canción «Moon River». Truman Capote también se paseaba al igual que Charles Portis por el plató de la película viendo como destrozaban su historia. Pero supongo que money is money.

Valor de ley, 2010

«Valor de ley» (True Grit)

Joel and Ethan Coen
USA, 2010

-cine-

Remake de la película del mismo título basada en un libro de Charles Portis y dirigida en 1969 por Henry Hathaway e interpretada por John Wayne, por cuyo trabajo recibió su único Oscar, aunque más bien era un reconocimiento a toda su carrera y antes de que falleciera sin haberlo recibido. Película que no he visto, así que no puedo compararla con la actual, pero que ahora tengo franca curiosidad por ver.

En cuanto a la versión de los hermanos Coen diré: que esperaba más. En parte por todo lo que se ha hablado estos días y la expectativa que se ha creado y también por lo que yo había imaginado por el trailer.

Que los hermanos Coen son unos grandes cineastas está fuera de toda duda. Yo los sigo desde que me deslumbraron con su primer trabajo «Sangre Fácil» (Blood Simple, 1984), pero también es cierto que en su carrera hay altibajos, por ejemplo, su último film «Un tipo serio» (A Serious Man, 2009) que era prácticamente insoportable (ni la comenté). «Valor de ley» ha sido comparada, para mí erróneamente, con «Sin perdón» (Unforgiven, 1992) que se trata sin lugar a dudas de un western clásico, crepuscular. Sin embargo, a pesar de que Valor de Ley sucede en el Oeste, la siento más cerca de otras películas de los Coen; como «No es país para viejos» (No Country for Old Men, 2007) o «Fargo» (1996).

La película de los Coen empieza con una luz indistinguible (que ya prefigura un gran cuidado en la fotografía) que va tomando forma a medida que la cámara se acerca, donde vemos a un hombre muerto en el suelo frente a una casa. Una voz en off nos explica lo que ha pasado, con lo que la procedencia literaria del texto se hace evidente. Detalle que no me gusta especialmente, pero es posible partir del libro y llevarmos a la imagen. A continuación se nos presenta a la protagonista y es un acierto total. Hailee Steinfeld=Mattie interpreta magistralmente a la niña; con un físico muy expresivo y una actuación perfecta. La lástima son los diálogos; soberbios para el libro, pero oídos en pantalla suenan artificiales y algunas palabras que útiliza la niña, aunque pueda ser una superdotada, suenan rebuscadas y  fuera de lugar.

La parte de la película que se desarrolla en el pueblo es soberbia (menos la escena del juicio que sirve de presentación del personaje de Cogburg, ya que tiene demasiado diálogo -que por un momento me recordó al juicio de Bananas de W. Allen- y por otro hay demasiada luz. El rostro de Bridges está demasiado iluminado para estar a contraluz -con lo bien que hubiera quedado una semisombra-) . Después de la niña, se incorporan a la historia Jeff Bridges como el aguacil Cogburg y Matt Damon como el ranger LaBoeuf. Y a pesar de que la intención es que nos causen un gran efecto, no lo consiguen. No basta hacer de borracho decrépito; hablar casposo, vestir mal, estar gordo y caminar tambaleándose para transmitir el papel, tiene que haber algo dentro y por algún motivo no lo hay. Es una lástima que tanto Bridges como Damon hayan desaprovechado esta oportunidad de oro para bordar sus papeles, están como ausentes y se crea poca química entre los tres personajes principales. Se adivina una cierta tensión erótica entre LaBoeuf (que debería ser más joven) y Mattie, pero los Coen no han querido explorar más por ese lado que los hubiera alejado del aspecto más sombrío de la historia.

En cambio y en cuanto a presentación de personajes se refiere, las interpretaciones y composiciones de los forajidos son sobresalientes. Magistral ese pequeño papel que hace Barry Pepper como Lucky Ned Pepper en el que nos transmite todo un mundo en unos pocos minutos, así como los dos compinches en la cabaña y finalmente también la breve pero conseguida interpretación de Josh Brolin como Tom Chaney, que solamente con su hablar y su rifle colgado con una cuerda también nos lleva a un mundo de sordidez y embrutecimiento.

A pesar de que la película cuenta con una fotografía extraordinaria, sobre todo en el pueblo y las escenas de interiores, así cómo la magistral escena del tiroteo nocturno frente a la cabaña, después, cuando se trata de aprovechar los paisajes, hay desinterés. No comprendo cómo si la acción sucede en invierno, la sensación es que en los exteriores domina el color amarillo polvoriento (si no recuerdo mal).

En conclusión: a pesar de que las actuaciones de Bridges y Damon podrían mejorarse mucho, a pesar de que todos los diálogos suenan a texto literario, a pesar del ritmo lento y la casi ausencia de acción, la película me gusta por la actuación y el personaje de la niña, por parte de la fotografía, por la historia, por la composición de los malos, por la emoción cuando Mattie atraviesa el río y la carrera final, y también por la desolación y austeridad y por esa impresión profunda que deja de verosimilitud, de tener la impresión que has conectado con esa realidad.