¿Quién teme a Virginia Woolf? (Who’s Afraid of Virginia Woolf)
Mike Nichols
USA 1966
v.o.s.
blanco y negro
Película ganadora de 5 Oscars: Actriz principal (Elizabeth Taylor), actriz secundaria (Sandy Dennis), fotografía (Haskell Wexler), vestuario y dirección artística. Estos tres últimos para la modalidad blanco y negro.
En la lista AFI de 100 mejores películas está situada en el puesto 67 en 2007. En la lista de 1998 no figura. Por lo que cabe pensar que su recepción mejora en el tiempo.
Basada en el éxito teatral del dramaturgo estadounidense Edward Albee. Obra que suele representarse habitualmente porque permite un despliegue de interpretación para los actores que es imposible de resistir.
En una universidad estadounidense. La hija ya mayor del director está casada con un fracasado profesor de Historia. Su relación sobrevive al estar inmersa en una lucha constante de egos, discusiones, humillaciones y juegos psicológicos sadomasoquistas. Así como, toneladas de alcohol. De noche y tarde, después de una fiesta, en la que ya han bebido, reciben a una pareja joven: él profesor de biología y ella una histérica con dinero. Ambas parejas navegarán por ríos de alcohol y recorrerán caminos de autodestrucción sin límites.
Personalmente tengo sentimientos encontrados respecto a lo que me parece esta cinta. Con toda seguridad no me gusta el argumento. Es un festín para los actores, pero no me interesa esa discusión interminable y agotadora de todos contra todos y de la que no puede aprenderse, ni servir para nada.Y de la que me molesta especialmente el oportunista título implicando a la pobre Virginia Woolf, de la que no se habla nunca, porque se trata de una broma intelectual que parodia la canción «Who’s Afraid of the Big Bad Woolf» (quién teme al gran lobo malo) de un corto de Disney (Los tres cerditos).
Desde ese punto de vista, cabe pensar que los personajes dentro de su vulgaridad, intensificada por estar bebiendo sin parar, están inmersos en un ambiente universitario que debería manifestarse en un barniz intelectual que la obra apenas tiene y los interpretes de esta película tampoco. Que parece que todos ellos han tenido una carrera estudiantil muy limitada.
Señalados todos estos defectos, que están ahí y molestan bastante, tanto como para no tener ganas de volver ha verla en el futuro, la película tiene otras cualidades que la convierten en una obra muy interesante. En primer lugar la dirección de Mike Nichols. Director de origen alemán con experiencia previa en el teatro, aquí en su primera película. La siguiente fue «El graduado» después ha sido muy irregular.
Se trata de un trabajo de dirección memorable. Cómo sabe convertir una obra de teatro en cine. Algo extraordinario. Cómo a pesar de la reducción de escenarios, sabe llevar la obra en un ligero ir de aquí para allí y hacer que los personajes se muevan en diferentes ámbitos. Los movimientos de cámara, los encuadres… un ejercicio de virtuosismo hecho de una forma magistral. Hubiera merecido el Oscar por ello.
Después la fotografía. Esplendida y maravillosa. Un incomparable blanco y negro. Con filmaciones nocturnas extraordinarias. Recibió un merecido Oscar.
Y finalmente la interpretaciones. Aunque pienso que es un fallo que los actores no parezcan profesores universitarios, ni que tengan una educación superior, los cuatro intérpretes, están colosales. El que menos, Georges Segal. Pero los otros tres: Elizabeth Taylor, Richard Burton (su marido en la vida real) y Sandy Dennis, hacen un trabajo superlativo.
Richard Burton no sorprende porque ya tenemos asumido que es un gran actor, pero Elizabeth Taylor hace un registro nuevo, ya afortunadamente sin la voz de pitiminí que tenía antes de estar más gorda y con afición a la bebida. Su voz más grave la favorece y hace un trabajo inmenso. Sandy Dennis en la esposa del profesor recién llegado hace también una actuación muy interesante y complicada que merecía el premio que obtuvo.
Película en la lista AFI. Ocupa el
no figura en 1998
puesto 67 en 2007