La balada de Buster Scruggs, 2018

MV5BMjIyNTY3MzAwNV5BMl5BanBnXkFtZTgwNjkxNDc2NjM@._V1_SY1000_CR0,0,675,1000_AL_«La balada de Buster Scruggs»

(The Ballad of Buster Scruggs)

Ethan Coen, Joel Coen

USA 2018

cinta realizada para Netflix
duración 133 minutos
v.o.s.

Hace mucho tiempo que no escribo sobre las películas que veo. Más que nada porque me parece que la creatividad es nula y estoy viendo siempre los mismos esquemas. Aunque sigo viendo muchísimo material que no me apetece comentar. Es por ello que deseo destacar esta película, porque creo que en el momento actual es un verdadero hallazgo.

Es un western con una presentación extremadamente clásica y respetuosa con la época que retrata. Es decir: los personajes se comportan como imaginamos el estilo del siglo XIX. Tiene una estructura en forma de varios episodios distintos… absolutamente originales. Unas historias simples y tradicionales, pero con evoluciones diferentes, paradógicas y sorprendentes, dentro de su sobriedad.

Buena fotografía, paisajes, ambientación, actores, dirección, encuadres, equilibrada, buenísimas historias… perfecta. Bueno, quizá no lo es, pero comparada con el resto de cosas que veo, le daría un 10.

¡Ave, César!, 2016

¡Ave, César!  (Hail, Caesar!)

Joel y Etan Coen
USA 2016

v.o.s.

Especie de homenaje de los hermanos Coen (dirección y guion) al cine clásico de estudios de los años cincuenta.
La película tiene su gracia con los Coen tocando todos los temas clásicos del cine: musical, cine histórico, etc.  géneros tal cual en los que ellos no acabarían de sentirse a gusto.
Hay muchos guiños de personajes conocidos de la época que la mayoría no sé cuales son, pero es igual. También encontramos a un reparto amplísimo lleno de caras conocidas amigos de los Coen. Josh Brolin como casi protagonista, es un actor en alza que no lo veo. George Clooney, que no sé porque deja que los Coen se rían de él, está bastante angustioso y la que está superlativa en un mini papel de montadora es Frances McDormand.
El problema es que una vez pensado el argumento, se nota que los Coen no están demasiado cómodos con el material. Que no es lo que les gusta hacer es evidente. Hay bastante dispersión y el rumbo se pierde a veces. Hay momentos en los que la única solución hubiera sido el desmadre total, pero no se atreven, porque han de meterse (mas) con los católicos. Los momentos Jesucristo pedían más libertad y coña, pero siendo los Coen judíos casi no se han atrevido. Por otro lado, presentar a un jefe de estudio de cine ultracatólico de confesión casi diaria debería de ser una rareza extraterrestre, porque de todos es sabido que el negocio de Hollywood y la dirección de los estudios siempre estuvo a manos de judíos.

El gran Lebowski, 1998

«El gran Lebowski»  (The Big Lebowski)

Joel Coen
guión: Joel y Ethan Coen

USA 1998

v.o.s.

No comprendo cómo no había comentado esta película que debo de haber visto cómo mínimo unas tres veces. En esta ocasión la he vuelto a ver porque me habían comentado que era una especie de remake de «El sueño eterno», la novela de Raymond Chandler, y de una manera esquinada sí que lo es.
Es una película que me gusta, a pesar de que hay algunas cosas no definidas que no me llegan. Las primeras veces me decía a mí misma que era porque la cinta es muy «masculina». Como para la mentalidad de hombres. Ahora ya no estoy segura. Desde luego, John Goodman es un actor que me cansa y no me apetece, prescindiendo de que lo haga muy bien. Pero, Jeff Bridges, que tampoco se mata, siempre es agradable de ver.
El personaje de «el nota» (the dude) es un gran hallazgo. La historia cuando la ves en clave de «El sueño eterno» mejora. Es un guion muy trabajado con muchos secundarios estupendos. Mención especial para John Turturro, pero también la mini historia del casero del Nota es original.
Quizá lo que demuestra que es una buena película o una película interesante es que cuando vuelves a verla siempre descubres cosas nuevas.

A propósito de Llewyn Davis, 2013

«A propósito de Llewyn David»  (Inside Llewyn David)

Joel y Ethan Coen
USA 2013

v.o.s.

Me daba mucha pereza verla y hasta hace poco le tenía una infundada manía al actor Oscar Isaac. Pero es de los Coen y hasta el momento sus obras siguen teniendo el listón bastante alto y se salen de los productos prefabricados habituales.
Estamos en 1961 en Nueva York. Durante unos días grises y helados de invierno acompañamos a un cantante de folk (Oscar Isaac) con mala suerte y mal carácter, cuando el folk estaba de moda.
El problema es que la película es muy deprimente, mucho. Además, como pasar, pasa muy poco o casi nada. Un ir de aquí para allá mostrando situaciones y personajes. Es en color, pero parece en blanco y negro, con una fotografía preciosa y la maestría habitual de los Coen.
De todas formas al final lo que me ha quedado, y me ha gustado, es la subtrama de los gatos y cierto sentido de humor (negro).

Barton Fink, 1991

«Barton Fink» Joel and Ethan Coen, USA 1991
Cuarta película de la filmografía de los hermanos Coen, que no había tenido la oportunidad de ver. Y con ésta las he visto todas, salvo los episodios franceses. Ya he comentado alguna vez que me deslumbraron con su primera obra «Sangre Fácil» ,1984. Después ha habido un poco de cada cosa. Pero casi siempre es garantía de un trabajo elaborado y profesional, tanto de dirección como de guiones.
«Barton Fink» no es una película que me guste especialmente, aunque pueda reconocerle todos sus méritos. Es muy opresiva e inquietante. Bien interpretada principalmente por John Turturro y John Goodman, así como otros actores de igual mérito, pero los personajes son básicamente muy desagradables.
En 1941, Barton Fink/John Turturro, un autor teatral judío de incipiente éxito en Nueva York es llamado a Hollywood como guionista. Aunque no quiere ir, se ve obligado por sus expectativas futuras y su agente. Una vez en Los Angeles, se ve inmerso en una red de situaciones imposibles, tanto personales como laborales, así como un bloqueo creativo.
En un ambiente opresivo; un hotel y un vecino de habitación inquietantes, conversaciones que no llevan a ninguna parte con gente del cine… La película está llena de detalles, mensajes, metáforas, reflexiones, bastante interesantes sobre la creación, escribir, el cine, etc. pero si yo no lograra encajar todo ello el alguna clase de esquema acabaría decidiendo que se trata de un artificio intelectual.
Yo me inclino a pensar que Hollywood para Barton es una especie de alegoría del infierno, (un infierno judío donde la culpa es omnipresente); donde todo lo que le sucede en esa especie de infierno es desconcertante, angustioso y sin salida. Una vez que Barton ha renunciado a sus ideales morales/teatrales y entra en el juego de Hollywood se ha condenado y su destino sólo puede ser el inframundo.

El gran salto, 1994

«El gran salto» (The Hudsucker Proxy)

Dir. Joel Coen (guión Joel y Ethan Coen y Sam Raimi)
USA 1994

La película es como una fábula en la línea de Cuento de Navidad de Dickens, mundos subterráneos Terry Gilliam y espíritu Frank Capra. Todo ello no sé si como homenaje o parodia. El aspecto visual de la película está plenamente conseguido con multitud de detalles interesantes y escenas completas extraordinarias como la del triunfo del hula-hoop. Destacaría también el propio despacho de Paul Newman con parte del reloj al fondo.
Todo esto podría estar muy bien, pero, creo que lo que falla estrepitosamente es el personaje principal. Pienso que los Coen eran unos niños muy inteligentes y muy feos en la escuela y esto les ha dejado secuelas. Ya que tienen un verdadero problema a la hora de presentar personajes que sean guapos. Ya que han de ser guapos y tontos. (Por ejemplo: «Quemar antes de leer») Tengo la impresión de que es una especie de ajuste de cuentas con el pasado y de alguna manera sus personajes pierden, pierden mucho (menos en «Sangre fácil). La historia requería a un Tim Robbins, guapo o no, pero sencillo y bueno. Tal y como eran los héroes de Frank Capra. Pero no, los Coen confunden sencillez con estupidez. Norville Barnes es absolutamente estúpido, pero tiene una buena idea. En cuanto a su bondad no aparece en ningún momento. Nunca piensa en los demás. Y al final se redime por el dinero. Es decir, tiene dinero y todo ya está arreglado. La verdad, no hay forma de sentir ninguna empatía por él, ni por la idea que emana de la película. Por cierto, si el Sr. Hudsucker se ha suicidado. ¿como está en el cielo? Claro que, aunque no es demasiado obvio, podría ser todo una parodia…

Sólo así cobra sentido, incluso el uso de una música tan azucarada como la del ballet «Espartaco» (1956) de Adam Jachaturián, que en los títulos de crédito tiene un pase pero en el resto de la película resulta chocante. Quizás los Coen son unos genios.

Valor de ley, 2010

«Valor de ley» (True Grit)

Joel and Ethan Coen
USA, 2010

-cine-

Remake de la película del mismo título basada en un libro de Charles Portis y dirigida en 1969 por Henry Hathaway e interpretada por John Wayne, por cuyo trabajo recibió su único Oscar, aunque más bien era un reconocimiento a toda su carrera y antes de que falleciera sin haberlo recibido. Película que no he visto, así que no puedo compararla con la actual, pero que ahora tengo franca curiosidad por ver.

En cuanto a la versión de los hermanos Coen diré: que esperaba más. En parte por todo lo que se ha hablado estos días y la expectativa que se ha creado y también por lo que yo había imaginado por el trailer.

Que los hermanos Coen son unos grandes cineastas está fuera de toda duda. Yo los sigo desde que me deslumbraron con su primer trabajo «Sangre Fácil» (Blood Simple, 1984), pero también es cierto que en su carrera hay altibajos, por ejemplo, su último film «Un tipo serio» (A Serious Man, 2009) que era prácticamente insoportable (ni la comenté). «Valor de ley» ha sido comparada, para mí erróneamente, con «Sin perdón» (Unforgiven, 1992) que se trata sin lugar a dudas de un western clásico, crepuscular. Sin embargo, a pesar de que Valor de Ley sucede en el Oeste, la siento más cerca de otras películas de los Coen; como «No es país para viejos» (No Country for Old Men, 2007) o «Fargo» (1996).

La película de los Coen empieza con una luz indistinguible (que ya prefigura un gran cuidado en la fotografía) que va tomando forma a medida que la cámara se acerca, donde vemos a un hombre muerto en el suelo frente a una casa. Una voz en off nos explica lo que ha pasado, con lo que la procedencia literaria del texto se hace evidente. Detalle que no me gusta especialmente, pero es posible partir del libro y llevarmos a la imagen. A continuación se nos presenta a la protagonista y es un acierto total. Hailee Steinfeld=Mattie interpreta magistralmente a la niña; con un físico muy expresivo y una actuación perfecta. La lástima son los diálogos; soberbios para el libro, pero oídos en pantalla suenan artificiales y algunas palabras que útiliza la niña, aunque pueda ser una superdotada, suenan rebuscadas y  fuera de lugar.

La parte de la película que se desarrolla en el pueblo es soberbia (menos la escena del juicio que sirve de presentación del personaje de Cogburg, ya que tiene demasiado diálogo -que por un momento me recordó al juicio de Bananas de W. Allen- y por otro hay demasiada luz. El rostro de Bridges está demasiado iluminado para estar a contraluz -con lo bien que hubiera quedado una semisombra-) . Después de la niña, se incorporan a la historia Jeff Bridges como el aguacil Cogburg y Matt Damon como el ranger LaBoeuf. Y a pesar de que la intención es que nos causen un gran efecto, no lo consiguen. No basta hacer de borracho decrépito; hablar casposo, vestir mal, estar gordo y caminar tambaleándose para transmitir el papel, tiene que haber algo dentro y por algún motivo no lo hay. Es una lástima que tanto Bridges como Damon hayan desaprovechado esta oportunidad de oro para bordar sus papeles, están como ausentes y se crea poca química entre los tres personajes principales. Se adivina una cierta tensión erótica entre LaBoeuf (que debería ser más joven) y Mattie, pero los Coen no han querido explorar más por ese lado que los hubiera alejado del aspecto más sombrío de la historia.

En cambio y en cuanto a presentación de personajes se refiere, las interpretaciones y composiciones de los forajidos son sobresalientes. Magistral ese pequeño papel que hace Barry Pepper como Lucky Ned Pepper en el que nos transmite todo un mundo en unos pocos minutos, así como los dos compinches en la cabaña y finalmente también la breve pero conseguida interpretación de Josh Brolin como Tom Chaney, que solamente con su hablar y su rifle colgado con una cuerda también nos lleva a un mundo de sordidez y embrutecimiento.

A pesar de que la película cuenta con una fotografía extraordinaria, sobre todo en el pueblo y las escenas de interiores, así cómo la magistral escena del tiroteo nocturno frente a la cabaña, después, cuando se trata de aprovechar los paisajes, hay desinterés. No comprendo cómo si la acción sucede en invierno, la sensación es que en los exteriores domina el color amarillo polvoriento (si no recuerdo mal).

En conclusión: a pesar de que las actuaciones de Bridges y Damon podrían mejorarse mucho, a pesar de que todos los diálogos suenan a texto literario, a pesar del ritmo lento y la casi ausencia de acción, la película me gusta por la actuación y el personaje de la niña, por parte de la fotografía, por la historia, por la composición de los malos, por la emoción cuando Mattie atraviesa el río y la carrera final, y también por la desolación y austeridad y por esa impresión profunda que deja de verosimilitud, de tener la impresión que has conectado con esa realidad.

Quemar después de leer, 2008

«Quemar después de leer» (Burn after reading)

Dir. Hnos. Coen
USA 2008

En un sentido positivo pondría que tiene un guión ingenioso, simpático.
En un sentido negativo, pondría a todo lo demás:

– ¿Por qué esa fotografía y esa iluminación tan desmayada y poco cuidada?

– Los actores acaban siendo su peor lastre. Clooney y Pitt hacen de idiotas, pero no me los creo. No son unos personajes estúpidos, sino Clooney y Pitt haciendo de tontos. En este sentido la película se hubiera beneficiado con unos interpretes menos conocidos, como ocurría en la primera cinta de los Coen; «Sangre fácil» (Blood simple, 1983), que tambien trataba de unos tontos, en ese caso en un thriller.

-La crítica a la Cia acaba haciéndoles un favor. Es decir: son inofensivos