«Cisne Negro» (Black Swan)
Darren Aronofsky
USA, 2010
Una primera bailarina de ballet clásico, ante la posibilidad de no conseguir el papel de su vida, debe encontrar su lado más oscuro que le permita interpretar el “Cisne Negro”.
Presionada por un exigente director, una superprotectora, castrante y frustrada madre y sus propios miedos, Nina=Natalie Portman inicia un viaje a los infiernos en el que la realidad y el delirio de mezclan. Todo esto parece un drama, pero en realidad es terror, simplemente. Natalie Portman recorre gran cantidad de registros emocionales y sufre una barbaridad. Realmente tiene muchas posibilidades de conseguir el Oscar.
En cuanto al director Darren Aronofsky, parece que después de “El Luchador” (2008) se ha situado en un espacio más comercial, sin olvidar del todo sus inicios. En el «Cisne Negro» crea una atmósfera opresiva y de suspense, que ni esperamos que resuelva, ni él resuelve. Quizá hay un exceso de cámara situada en el cogote de Nina.
Por lo que se refiere a los interpretes: Vicent Cassel como director del ballet está convincente. Merece una mención la sorprendente presencia de la casi olvidada Winona Ryder a la que es difícil reconocer, como la bailarina que se retira. Así como la inquietante madre interpretada Barbara Hershey cuyas malas operaciones de estética la ayudan en su papel.
La película está bien, tiene el mérito de situarse lejos de los caminos trillados, pero a mí el tema no logra interesarme. Puede ser porque no hay ningún personaje por el que podamos sentir empatía.
Cine que veo 