Como ella sola, 1942

«Como ella sola»  (In this Our Life)

John Huston
USA 1942

v.o.s.

Melodrama de su momento que el director John Huston sabe elevar por encima de sus posibilidades poniendo la cámara y creando situaciones que se alejan de lo obvio. Tiene además una estupenda y clara fotografía en blanco y negro.
Bette Davis en un papel de mala, de esos que ella bordaba, interpreta a una joven caprichosa e inestable emocialmente que juega con los demás y es capaz de arruinar cualquier existencia. La acompañan Olivia de Havilland y George Brent.

Bajo el volcán, 1984

«Bajo el volcán»  (Under the Volcano»

John Huston
USA 1984

v.o.s.

Volvía Huston a México, a rodar por tercera vez después de «El tesoro de Sierra Madre» y «La noche de la Iguana», un lugar donde se sentía a gusto, a intentar llevar a la pantalla una novela difícil sin duda.
 
Yo nunca he podido leer la novela de Malcom Lowry y es algo que he intentado varias veces a través de los años. Me resulta casi imposible seguir las andanzas de un alcohólico permanente. A veces he pensado y viendo la película también lo pienso que, desde la mentalidad anglosajona y su peculiar relación con el alcohol, pueden que vean al borracho como una especie de iluminado medieval capaz de vislumbrar los horrores no perceptibles de la vida.
 
Pero no es mi caso y ver desde el segundo uno a Albert Finney interpretando al ex cónsul británico de Cuernavaca en el Día de los Muertos y el último día de su vida, embriagado me cansa y me aburre. No se acaba de entender bien cuál es su drama y porqué se autodestruye. Después sus compañeros de reparto, su mujer Jacqueline Bisset o su medio hermano Anthony Andrews están correctos, pero tampoco elevan el nivel.
 
La película tiene una maravillosa fotografía de Gabriel Figueroa y una creación de escenarios impecable, así como los actores locales. Ya por ello vale la pena verla.

Reflejos en un ojo dorado, 1967

«Reflejos en un ojo dorado» (Reflections in a Golden Eye)

John Huston
USA 1967

v.o.s.

En una instalación militar en el sur de los Estados Unidos, varias personas: dos matrimonios, un sirviente filipino y un soldado raso, están como desencajados de la realidad que viven. La interrelación entre ellos solo puede desembocar en desgracia.
Trata de varios temas muy complicados en su momento (1940), como era la homosexualidad militar y la inadaptación. Ahora ya no tiene la carga de tema oculto y pierde algo de fuerza, quedando en una obra opresiva y desasosegante. Basada en una novela de Carson McCullers.
Un trabajo muy complicado y poco agradecido para sus intérpretes: Marlon Brando, Elizabeth Taylor, Brian Keith, Julie Harris, Robert Forster y Zorro David como Anacleto

La noche de la iguana, 1964

«La noche de la iguana»  (The Night of the Iguana)

John Huston
USA 1964

v.o.s.
blanco y negro

Adaptación de la obra teatral de Tennessee Williams con todos los tremendismos habituales del dramaturgo.
 
El reverendo Shannon (Richard Burton) es separado de su iglesia por conducta impropia y malvive como guía turístico de segunda clase en México. Acompaña en autocar a un grupo de turistas americanas desquiciadas por el calor y por el país, con las que entra en conflicto por culpa de una menor (Sue Lyon). Todos acabarán en un hotel de unos amigos de Shannon donde tiene pensado recuperar la confianza del grupo. El hotel situado en una colina apartada y maravillosa frente al mar, está llevado por Maxine (Ava Gardner) y su marido que acaba de fallecer. Llegan también al mismo tiempo una pintora (Deborah Kerr) y su abuelo poeta que se ganan el hospedaje con su trabajo artístico.
 
Me encanta cómo John Huston dirige la película, cómo elige los planos, administra la tensión y los escenarios naturales.  La interpretaciones también son todas ellas destacables.
 
Por otro lado, nunca me ha gustado demasiado el argumento, con todo el trasfondo del alcoholismo y la fe. Los escenarios son maravillosos y lo que siempre me ha costado entender es por qué es en blanco y negro en lugar de color. Dado que Huston ya había demostrado no temerle al color en exteriores (La reina de África).
 
Dentro de la lógica de la historia hay un elemento que me molesta y es el personaje de la pintora. Representa una mujer de unos cuarenta años, con un carácter encantador y firme que formará parte de la catarsis entre Maxine y el Rev. Shannon. Nos es presentada con el rostro de Deborah Kerr, es decir, una mujer muy guapa, lo cual es un error. Yo creo que la pintora es una mujer poco agraciada (sólo así se enciende que no haya tenido ninguna relación amorosa en su vida) pero de gran seducción personal que descolocará a Maxine. Los dos jóvenes de las maracas son un poco enervantes, pero puedo entenderlo.

El tesoro de Sierra Madre, 1948

«El tesoro de Sierra Madre»  (The Treasure of the Sierra Madre)

John Huston
USA 1948

v.o.s.

Huston desde el primer momento tuvo interés en rodar esta novela publicada en 1927 de B. Traven, un oscuro autor de origen alemán, de ideas anticapitalistas, que vivió el ambiente en que se inspira el texto. La acción se sitúa también en esa fecha y nos encontramos en el México de después de la revolución con grupos de bandoleros por un lado, federales por otro, y estadounidenses intentando sacar provecho del petróleo y la minería mexicana.
Dos hombres jóvenes (Humphrey Bogart y Tim Holt) se encuentran perdidos y sin fortuna en una ciudad mexicana. Conocen a un viejo (Walter Huston) experto en la búsqueda de oro y después de un golpe de suerte los tres marchan al lugar más remoto para encontrar oro. Después de numerosas penalidades encuentran su fortuna, pero el viejo minero ya les advirtió que el oro enloquece a las personas. Deciden marchar cuando comprueban que el entorno ya no es seguro, tanto por sus propias suspicacias, la curiosidad de extraños y los bandidos. Después de diferentes peripecias, el oro se perderá de la forma más tonta y cada uno de ellos encontrará un final distinto.
Destaca el blanco y negro, el rodaje en escenarios naturales de México y todas las interpretaciones en general, pero destacaría por supuesto la de Walter Huston (padre del director) con un merecidísimo Oscar por ello.
Tanto el Tesoro de Sierra Madre como La jungla de asfalto, ambas del mismo director, se parecen bastante en el sentido de tener una dirección clásica y antológica, unas historias muy sólidas y unas interpretaciónes memorables. Pero también tienen las dos un aire deprimente y moralizante con el que no me acabo de sentir a gusto. 

Película en la lista AFI. Ocupa el
puesto 30 en 1998
puesto 38 en 2007

La jungla de asfalto, 1950

«La jungla de asfalto»  (The Asphalt Jungle)

John Huston
USA 1950

v.o.s.

Basada en la novela de W.R. Burnett, guionista y novelista con títulos bastante destacados dentro del género negro.
Rodada en un sobrio blanco y negro, la película se beneficia de una historia simple, pero con muchos detalles de diferentes personalidades. La dirección de John Huston es clásica y austera, sin buscar alardes. El argumento, el buen hacer de todos los actores y la dirección contenida acaban creando una obra maestra del género negro y policíaco.
Varios delincuentes (Sam Jaffre, Sterling Hayden, entre otros) quedan de acuerdo para preparar un atraco de joyas muy importante. La posterior venta del material se revela como la parte más complicada. Un abogado corrupto, un magnífico Louis Calhem, dos chicas, una de ellas una primeriza Marilyn Monroe, y la policía con sus claros y oscuros, forman la trama del caso. 
La historia tiene el acierto de intentar mostrar los personajes con verosimilitud, nadie es bueno o malo, todos tienen sus razones y podemos sentir bastante compasión por los criminales. Sin embargo, se impone un desenlace (un poco frustrante) moralizante o ejemplarizante: el azar está en contra de los delincuentes a los que prácticamente todo les sale mal y la policía acaba logrando completamente sus objetivos.
La música es de Miklós Rozsa y tiene el inconveniente de parecerse bastante a la partitura del mismo compositor para Ben-Hur lo que crea cierta perpejidad.
expresiva fotografía relativa a la película, pero que no aparece en ella,
debía ser de la promoción

Moby Dick, 1956

«Moby Dick«

John Huston
Reino Unido, 1956

v.o.s.

A saber por qué Huston rodó en blanco y negro una película como «La noche de la iguana» (1964) absolutamente necesitada de color y en cambio rodó esta película oscura y siniestra en color. Un Technicolor desmayado, no sé si por el paso del tiempo o por deseo expreso del director.
Moby Dick es una novela del escritor estadounidense Hernan Melville publicada en 1851. En este caso la adaptación la hicieron, nada menos que el escritor de ciencia ficción Ray Bradbury y el propio Huston. 
Uno de los problemas que tiene la obra es que en este momento la caza de ballenas está muy mal vista. Cuando Huston rodó la película no había una conciencia tan clara por las especies en peligro, así que el director se atrevió a filmar bastante metraje de la caza de ballenas en sí. Huston era un hombre que le gustaba cazar y la caza mayor. Era capaz de entender perfectamente la obsesión del capitan Anab por la ballena blanca.
La historia esta narrada y vista desde la óptica de un personaje neutro y positivo, Ishmael que en este caso es un adecuado, pero demasiado mayor, Richard Basehart. El capitán Anab es interpretado por Gregory Peck, que está correcto, pero no me entusiasma. El resto de la tripulación está más o menos bien. Orson Welles interviene brevemente en una arenga desde un púlpito de iglesia con forma de proa.
La película tiene un cierto aire de documental que la hace interesante. También tiene el necesario clima de misterio, oscuridad y acechanza del mal adecuado para esta historia. 
muestra de ese Technicolor opaco

Cayo Largo, 1948

«Cayo Largo»  (Key largo)

John Huston
USA 1948

v.o.s.

Cine negro rodado en blanco y negro, con guión del futuro director Richard Brooks y John Huston, basada en una obra teatral que se modificó profundamente.
Frank ha vuelto de la Segunda Guerra Mundial como oficial y sin un lugar personal al que regresar, va a visitar en Cayo Largo (Florida) a la familia de un soldado de su unidad muerto en combate, con el que había hecho amistad. El padre, el Sr. Temple (Lionel Barrymore) lleva con la viuda de su hijo, Nora (Lauren Bacall) un hotel de temporada. Cuando llega Frank al hotel se encuentra con varios extraños personajes que lo han cerrado para ellos durante unos días. En realidad se trata de la banda del expatriado gángster Jonny Rocco (E.G. Robinson) que ha venido desde Cuba en barco para hacer una transacción delictiva. 
Rocco les retiene hasta que se marche. Unos policías buscan a un par de indios fugados. Llega un huracán que eleva la tensión de las relaciones entre todos ellos. Frank pasa de explicarle al padre un relato de heroísmo y patriotismo de su hijo, a asumir que los valores morales no tienen espacio en el mundo actual propiedad de los Rocco de turno. La personalidad de Frank pasa por diversos estadios, hasta demostrarse a sí mismo y a los demás que vale la pena luchar.
Con un guión más complejo de lo que parece a primera vista, una dirección estupenda que se apoya principalmente en las interpretaciones: perfecto ese Bogart desesperanzado, vibrante Lionel Barrymore en una silla de ruedas, menos importante el papel de Lauren Bacall, como siempre genial Edward G. Robinson y destacable la amiguita de Rocco, Gaye=Claire Trevor, que recibió un Oscar y es recordada como la Dallas de «La diligencia».
Es cierto que el ambiente es limitado, básicamente el hotel y algunas tomas exteriores y hay un cierto aire teatral. Pero en este caso refuerza la sensación claustofóbica que debe tener y los diálogos son lo suficientemente interesantes para que olvidemos el espacio. 

Sangre sabia, 1979

«Sangre sabia»  (Wise Blood)

John Huston
USA 1979

v.o.s.

En esta película hay tres aspectos a considerar:
-el primero la propia historia de Sangre sabia, de Flannery O’Connor.
-segundo cómo la han adaptado  y
-tercero, la realización de John Huston al margen de la historia que cuenta.

La escritora Flannery O’Connor (Georgia 1925-1964) publicó Sangre Sabia en 1952. La novela trata de Hazel Moses, un muchacho con una infancia marcada por la religión, la ignorancia y el fallecimiento de todos sus familiares. A los 18 marcha al ejercito y tras unos años en los que ha vivido en el limbo vuelve a su vacía y abandonada casa en el campo en Tennessee y desde allí se instala de momento en la ciudad a la espera de nuevos acontecimentos. En la ciudad conoce a varios personajes, básicamente todos ellos perturbados y friquis, con los que desarrolla diverso tipo de relaciones. Moses sigue obsesionado por la religión y pretende fundar una Iglesia sin Cristo, pero persigue a un predicador ciego que ha conocido en la calle para que lo haga cambiar de opinión. Dentro de este ambiente opresivo y desquiciado, los hechos se suceden.
Hay dos posibilidades, tomar la narración como real o de forma simbólica u onírica. Estoy segura que existen en la vida real personas así. Lo que me parece más difícil es que estén todas juntas. Veo que a la escritora le atribuyen bastantes referentes literarios, pero no dicen nada de Kafka. Yo encuentro que la historia, no sé si la obra, tiene mucha influencia del autor checo. Incluso ese especial sentido de humor. Sólo vista desde ese punto de vista, como una sublimación asfixiante de una cierta realidad, me llega la historia.
La adaptación de la novela por Huston es respetuosa. Creo que capta y transmite lo más importante. Los interpretes no sólo son los adecuados, sino que son extraordinarios. Brad Dourif como Hazel, Harry Dean Stanton como el predicador ciego, Amy Wright como la hija y todos los demás.
Quizá lo más sorprendente de esta película sea la realización. Destaca su rabiosa actualidad e intemporalidad, la impresión de que está hecha por una persona muy joven. Tiene un aire muy a los Coen. Hay que tener en cuenta que los Coen hicieron su primera película en 1984 (cinco años después), Sangre Fácil, y me pregunto si ya no era una forma de homenaje, en el título incluso, a una película que los ha inspirado siempre. Que Huston tuviera 73 años en aquel momento, me parece sencillamente extraordinario. La película te atrapa y te fascina, aunque puedas estar muy lejos del argumento.

La reina de África, 1951

«La reina de África»  (The African Queen)

John Huston
USA 1951

v.o.s.

El cine es sobre todo una emoción, no importa tanto si una película es realmente buena, sino cómo nos sentimos cuando la vemos. Nada me gustaría más que hablar bien de La reina de África, pero no va a ser posible. En ocasiones, hay filmes que a pesar de sus grandes virtudes, que en este caso las tiene y en cantidad, me dejan fría, indiferente y hasta un punto molesta. Entonces te preguntas qué es lo que no ha funcionado y puedes buscarlo y encontrarlo, en parte, pero la explicación seguramente no será plenamente satisfactoria. Supongo que lo que más me molesta es la insinceridad.
Estamos en África Central en territorio colonial alemán y la Primera Guerra Mundial acaba de empezar.  Dos hermanos hacen de misioneros, Samuel=Robert Morley y Rosie=Katharine Hepburn. Charlie Allnut/Humphrey Bogart es un sencillo y tosco transportista por el río con una embarcación llamada «La reina de África». Los alemanes irrumpen en el poblado incenciándolo y llevándose a sus habitantes. El reverendo tiene un altercado con ellos del que ya no se recuperará y muere enloquecido. Allnut recoge a Rosie para llevarla a territorio seguro. Ambos emprenden un viaje a través del río durante el cual se enfrentarán a numerosos peligros, podrán a prueba su temple, se conocerán mejor y finalmente se enamorán. Termina con un episodio de patriotismo británico.
La reina de África empieza con una secuencia memorable: en una iglesia protestante en un lugar perdido de África, un grupo numeroso de nativos «masacra» un himno religioso, en lo que parece un canto discordante o directamente delirante, mientras el servicio es conducido por un incompetente misionero y su hermana inquieta y resignada lo acompaña musicalmente. Parece improbable que los nativos tengan tan poco oído musical y esa escena perturbadora, que en parte no deja de ser una crítica los esfuerzos inútiles por cristianizar como sea, pone en evidencia la distancia, la enorme distancia que hay entre lo que se proponen los misioneros y lo que consiguen.
Después de ese inicio magnífico, la película tiende ir un poco a la deriva y se sostiene gracias a la fabulosa interpretación de Bogart y Hepburn. Que componen un par de sencillos y entrañables seres, que se enamoran y se apoyan, capaces de enfrentarse a cualquier peligro. Sin embargo, la sensación que tengo es que cada uno interpreta por separado, qué realmente no hay química.
El rodaje de la película fue muy complicado, tanto por las localizaciones en África como por el empeño del director John Huston en cazar elefantes, con lo que descuidó parcialmente su trabajo. Hay una cinta basada en estas experiencias: «Cazador blanco, corazón negro» (1990). He visto La reina… sin tener en cuenta este detalle y mi impresión es que hay cierto descuido, como si los actores fueran a su aire y algún plano repetido del río. Hay que considerar que la película está considerada una de las grandes: la lista AFI la tiene situada en la posición 17 en 1998 y 65 en 2007.
Por otro lado me resulta antipática la pretensión de Rosie de destruir el cañonero alemán y con unos torpedos (¿?). Aunque la motivación pueda ser la muerte de su hermano. No puedo entender cómo una persona de iglesia, apartada del mundo y de una guerra lejana, pueda tener esa idea en la mente. Además hay tener en cuenta que estamos en la Primera Guerra Mundial con menos rencor por los alemanes, claro que la película está hecha en 1951. Basada a su vez en un libro del escritor británico C.S. Ferester de 1935. Sólo puedo entenderlo como propaganda belicista y colonialista británica, difundiendo el mensaje que todo súbdito tiene el deber de hacer la guerra que esté en sus manos. Por otro lado ni Bogart, ni Hepburn pasan como ingleses.
Me quedan las ganas de volver a ver Cazador blanco, corazón negro (1990) e incluso un libro de K. Hepburn sobre sus experiencias en el rodaje, pero quizás, ya sería demasiado.
diferentes recuerdos del rodaje
Película en la lista AFI. Ocupa el
puesto 17 en 1998
puesto 65 en 2007

El Halcón Maltés, 1941

«El halcón maltés»  -película-
(The Maltese Falcon)
John Huston
USA 1941

(vista en v.o.s.)

Debo de confesar que hace cosa de un mes quise ver la película (que ya conocía) y después de varios minutos sentía poco interés, me parecían las emociones demasiado distantes y los comportamientos esquemáticos, estereotipados y sincopados.  Mientras tanto, he ido leyendo la obra de Dashiell Hammet, en cuya novela del mismo título se basa la película y poco a poco he ido entrando en un determinado mundo y forma de ver las cosas. Hoy he vuelto a ver la película y me ha parecido esplendida.
A pesar de que lo que he dicho antes, esta ahí. Lo cual me hace pensar en qué momentos vemos determinadas películas y si su impacto viene determinado por otras muchas circunstancias. Bien, es esquemática, pero no esteriotipada, sino cortante, con unos personajes modelados con cincel. Bogart como Spade le aporta mucha humanidad al personaje, Brigid es una mujer muy complicada y Peter Lorre como Cairo es una gozada.

La historia se desarrolla como si la novela de Hammett fuera exactamente un guión, puedes ver lo que has leído. John Huston preparó el guión, así que, la escena última, que me gusta tanto, no está en Hammett por lo que debe de ser suya: la famosa frase con reminicencias Shakespeareanas, sacada de «la Tempestad»: (el halcón) «está hecho del material con el que se forjan los sueños«.


La película tiene un blanco y negro fantástico, un ritmo destacable y una dirección interesante. Filmar en 1941 unas escenas de 1930 le da mucha proximidad y todos los entornos ganan cuando los vemos en imágenes. Pienso que «El halcón maltés» es lo que es gracias a John Huston, que logra de manera admirable sublimar todos los aspectos que están latentes en la novela de Hammett.

Película en la lista AFI. Ocupa el
puesto 23 en 1998
puesto 31 en 2007