Comanchería, 2016

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( Hell or High Water )

David Mackenzie

USA 2016

v.o.s.

A pesar de que está ambientada en el momento actual, o posterior a la crisis económica de 2008, el aire es de western crepuscular, road movie y thriller.

En ese Texas que parece rico por el petróleo, pero está lleno de gente pobre, soledad y miseria, dos hermanos (Chris Pine y Ben Foster) de distinto carácter cometen varios robos a bancos (más bien a un banco) para pagar una hipoteca. Un ranger a punto de jubilarse (Jeff Bridges) acompañado de un asimilado indio comanche, ahora ranger también (porque estamos en zona de los indios comanches), persiguen a los forajidos.

Tiene un ritmo pausado y aparentemente poco atractivo porque el desarrollo es lento, pero la historia tiene una gran fuerza y todos sus elementos están bien dosificados, los personajes muy bien dibujados, la aspereza de los caracteres, el ambiente, el paisaje desolado y bello, la música.

Quizá no es un película redonda de forma completa, me recuerda a «Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto«, pero absolutamente válida e interesante.

Baby Driver, 2017

baby_driver-399368582-large«Baby Driver»

Edgar Wright

Reino Unido 2017

v.o.s.

Ya son varias las películas británicas que he visto últimamente que tienen un ambiente absolutamente estadounidense, sin que sepa exactamente el motivo.

Un chico muy joven un poco fuera del tiempo (de hecho como toda la película) es el conductor para una serie de atracos. Como es lógico, las cosas se complicarán.

Si te cuentan la cinta es como para no verla porque todo resulta demasiado conocido y manido para resultar atractivo. Sin embargo, por diversas razones acaba funcionando. Quizá porque se ve más en clave de homenaje que de copia. Por el protagonista (Ansel Elgort) que nos convence y porque los secundarios están bien buscados y articulados.

Es curioso que precisamente Kevin Spacey valoradísimo antes, apestado ahora. Veneno supuestamente  para la taquilla, haga un papel tan apropiado para su situación.

Blanco escurridizo, 2010

wild_target-666071115-large«Blanco escurridizo»

(Wild Target)

Jonathan Lynn

Reino Unido 2010

v.o.s.

Thriller en plan comedia. Asesino a sueldo despiadado que no lo es tanto. Evidentemente ya lo hemos visto bastantes veces.

El castings está bien elegido y tiene incluso cierto atractivo: Bill Nighy, Emily Blunt, Rupert Grint, Rupert Everett, Eileen Atkins yMartin Freeman. El guion es correcto y la realización también, pero… no acaba de funcionar, no se quita d eencima la sensación de ser un producto diseñado de forma industrial sin alma.

Policías corruptos, 2016

the_trust-102627158-large«Policías corruptos»  (The Trust)

A. y B. Brewer

USA 2016

v.o.s.

 

«The Trust» (=La confianza) ha sido retitulada como «Policías corruptos» que es como ya condenarla al ostracismo del olvido en un título disolvente en un montón de parecidos.

Tampoco es que la película merezca ser destacada y es de hecho completamente olvidable. Las Vegas. Dos policías poco motivados descubren por casualidad una supercaja fuerte que promete. Robo complicado y resolución ligeramente original.

El problema es que es un film difuso, poco concreto. En primer lugar el tono es confuso: ¿comedia, drama, parodia? Después hay como ese producto cinematográfico definido como: vamos a poner a una posible joven estrella en alza (¿?) Elijah Wood (El señor de los anillos), con un valor consolidado venido a menos, Nicolas Cage. Y además una pincelada de viejo Hollywood, Jerry Lewis, (supongo que por vivir en Las Vengas y por hacer un favor a alguien de la producción) en un papel serio de dos minutos y además el último antes de morir hace tres días.

Nota:
Títulos alternativos (sí que se puede titular de otra manera)
_La caja fuerte
_No confies en nadie
_Ladrones de uniforme
_Rififi en Las Vegas
_No molestar a los leones

Topkapi, 1964

107649_front«Topkapi»  (Topkapi)

Jules Dassin

USA 1964

v.o.s.

 

Dos ladrones expertos crean un grupo heterogéneo de personas para el robo de una de las joyas del museo Topkapi en Estambul. Clásica y exitosa producción del género «robos» en clave de comedia sofisticada. El director estadounidense, pero de padres judíos rusos, Jules Dassín tenía una posición complicada en su país por haber sido de filiación comunista, por lo que debió rodar en el extranjero. Desde 1966 hasta su muerte estuvo casado con la actriz griega Melina Mercuri, protagonista de esta cinta.

A pesar del tiempo transcurrido la cinta se mantiene bastante bien y es, desde luego, un clásico del género de robos muy preparados y complicados. El tono de comedia cosmopolita, buena dirección, con un colorido reparto basado en secundarios con carisma, una Melina Mercuri de gran vitalidad y la sobria y discreta presencia de Maximilian Shell dejan la sensación de buen cine.

Las aventuras de Arsenio Lupin, 1957

«Las aventuras de Arsenio Lupin»  (Les aventures d’Arsène Lupin)

Jacques Becker
Francia 1957

v.o.s.

Aventuras del famoso ladrón de guante blanco creado por Maurice Leblanc. Rodada en un bonito color y con una copia en muy buen estado (se ve con mayor placer).
Ahora bien, si el cine francés era ésto, me parece muy lógico que los de la «nouvelle vague» quisieran cambiar este estado de convencionalismo y cine acartonado que se hacía.

Nueve reinas, 2000

«Nueve reinas«

Fabián Bielinsky
Argentina, 2000

Argentina en la actualidad. Dos pequeños estafadores se conocen y durante un día compartirán andanzas, mientras se presenta la oprtunidad de un gran golpe.
Ya la había visto, pero no recordaba el final. También agradecería que se incluyeran subtítulos porque cuesta un poco captar todos los giros verbales.
Estupenda historia y realización. Creo que fue el inicio de la gran fama que ahora tiene Ricardo Darín, por lo que se refiere a España.

Tarde de perros, 1975

«Tarde de perros» (Dog Day Afternoon)

Sidney Lumet
USA 1975

v.o.s.

Así como el otro día vi «Serpico» (Lumet, 1973) y no me gustó, ni por la dirección, ni por la actuación de Al Pacino, aquí, me pasa exactamente lo contrario, quizá influida por el documental sobre el director que comenté ayer, pero no creo.
Basada en un hecho real, la película no pretende mostrar más que lo que debió ocurrir en el suceso. En un día caluroso de verano unos atracadores entran en un banco a robar, pero inmediatamente son cercados por la policía que monta un dispositivo desorbitado, la televisión que monta el espectáculo y el público tras las vallas que también quiere y forma parte del show en directo .
Aquí si que debo de admitir que Al Pacino está genial. Posiblemente la mejor actuación que le visto y justifica toda su fama. Por todo lo demás, la película es modélica en cuanto a sacar provecho de una historia, captar el ambiente del momento y todos elementos que estaban en juego.

Bonnie and Clyde, 1967

«Bonnie and Clyde«

Arthur Penn
USA 1967

v.o.s.

Ni yo misma soy capaz de recordar el por qué este tipo de cine causó tanta sensación en su momento. Quizá era por el uso ambiguo de la violencia y de los valores tradicionales.
Bonnie Parker y Clyde Barrow fueron una pareja de delincuentes que atracaban bancos durante la Depresión en los Estados Unidos en la zona del Medio Oeste. Formaron la banda de los Barrow junto el hermano de Clyde y su esposa, así como un chico un poco lelo que sabía de coches.  Se les persiguió a muerte y terminaron con los principales.
En Estados Unidos siempre ha habido una fascinación por los «fuera de la ley»,  surgidos en épocas de crisis y cambios, a los que siempre se les ha conferido un aura de bandidos sociales: Jesse James, Billy el Niño, Bonnie and Clyde…  Ya sabemos que la realidad podía ser menos romántica, pero la leyenda es la leyenda.
Aparte de todo esto estamos ante una cinta de grandes cualidades y méritos. En primer lugar lo que destaca por encima de todo son las interpretaciones, realmente superiores, extraordinarias: todos absolutamente todos. Una Fay Dunaway guapísima con una gran actuación, lo mismo que Warren Beatly. También un inconmensurable Gene Hackman y los demás. Sin olvidar un pequeño por sustancioso papel para nada menos que Gene Wilder.
Después el guion que nos muestra tanto la situación de pobreza del país, como los caracteres de los personajes, entre ignorantes, confusos, atractivos, malvados, violencia, ruido, neurosis, caos… toda una mezcla de cosas discordantes. Mención especial para el vestuario de Fay Dunaway y en general el estilo. También la fotografía.
La dirección del siempre interesante Arthur Penn tiene muchos valores y aciertos, pero también algunas decisiones controvertidas, como usar el Technicolor, que realmente es esplendoroso y tuvo un Oscar, pero pregunto si era la decisión más correcta para el tema que requería de un contrastado blanco y negro. Tampoco entiendo las transparencias cuando van en coche: le quita mucha espontaneidad. Sin duda un sobresaliente para la escena final de la muerte. Muy original e impactante en su momento y antes de «Grupo Salvaje» de Sam Peckinpah en el 69.
a la izqda. los verdaderos Bonnie and Clyde y a la dcha. sus intérpretes Fay y Warren
*
Película en la lista AFI. Ocupa el
puesto 27 en 1998 y el
puesto 42 en 2007

El caso de Thomas Crown, 1968

«El caso de Thomas Crown»  (The Thomas Crown Affair)

Norman Jewison
USA 1968

v.o.s.

Aunque yo entonces no supiera apreciarlo debidamente, las películas con Steve McQueen dentro tenían una gran repercusión en su momento y también ahora. Realmente no era cuestión de interpretación, era y es una cuestión de estilo, era un tio muy estiloso.
«El caso de Thomas Crown» se ha llevado a la pantalla en dos ocasiones: ésta y un remake en 1999 con Pierce Brosnan y Rene Russo. Resulta muy curioso comparar las diferencias, porque hay un mundo entre ellas.
A mí me gusta más la primera, a pesar de sus defectos. El primero es la propia historia, que si le quitamos las luces de colores resulta bastante repugnante y en algún momento lo admiten: un hombre multimillonario (Steve McQueen), porque se aburre, atraca un banco y se lleva el dinero a Suiza. La compañía de seguros moviliza a una guapísima investigadora (Faye Dunaway) para recuperar el botín. Ella no duda en secuestrar incluso a un niño para sus planes. 
El argumento es éste y no hay por donde cogerlo para que sus protagonistas sean nuestros héroes, pero la película hace una maniobra de distración y todo esto queda en segundo plano. Lo que vemos es una pareja superguapa, una fotografía estupenda, una banda sonora muy bonita de Michel Legrand, estilo, superlujo, etc. Aparte de un diseño a base de escenas partidas simultáneas que era novedoso. Ahora bien, el final es coherente y es de agradecer.
Por contra, en el remake se roba un cuadro, y es más evidente la necesidad de juego, por lo que el millonario es menos repulsivo. Rene Russo se esfuerza de forma casi ridícula en ser más sexy que Faye Dunaway y el final está a la altura de un público poco exigente que no puede soportar los finales no felices.