Muriel, 1963

«Muriel»  (Muriel ou le temps d’un retour)

Alain Resnais
Francia 1963

v.o.s.

Película experimental, pero rodada como cine convencional. En una ciudad de provincias, una anticuaria (Delphine Seyrig), convive con el hijo de su marido fallecido que acaba de regresar de una Argelia convulsa, mientras, se reencuentra con un antiguo amor con el que ya no puede conectar.
Con un montaje original de escenas y diálogos fragmentados que no van a ninguna parte y evidencian la dislocación de la comunicación, también resulta finalmente bastante aburrida y pretenciosa, salvo que uno esté profundamente inspirado en el momento de verla.
Mientras la veía me recordaba mucho a Buñuel, salvo por el importante hecho que el maestro aragonés hubiera sembrado la película de elementos irónicos, que sin quitar contenido en el discurso, la hubiera hecho más actualizable. Sin embargo, aparte que Resnais no cultivaba el humor, su indirecta acusación, pero finalmente tíbia e indirecta, al conflicto argelino, le impiden otro enfoque.
Interesante el ambiente de provincias francés y la decoración de la época. Definitivamente un documento sociológico.

Las malas hierbas, 2009

«Las malas hierbas» (Les herbes folles / Will Grass) Alain Resnais, Francia 2009
Sí, seguramente es una maravilla que el director francés Alain Resnais (1922) con sus 90 años siga rodando, pero la película es bastante un tostón. Se puede hacer un esfuerzo y ver en ella un montón de cosas, que las tiene. Sin embargo, me resultan terriblemente antipáticos y distantes los intérpretes: André Dussollier (1946) y Sabine Azéma (1949) y lo que sucede es tan mínimo… Con una música, además, muy irritante. Y la característica «voz en off» que siempre encuentro poco cinematográfica.
A partir de un pequeño incidente dos personas mayores se ponen en contacto; se sienten atraídos de forma diversa en un tira y afloja, como si su vida futura dependiera de ello. Todo esto en una pareja joven suele funcionar muy bien, pero aquí los protagonistas son de la tercera edad, entonces en lugar de llevar a los personajes a un espacio de juventud, se los sitúa en «la infancia»; vuelven a ser niños y sus comportamientos sólo se entienden a través de esa óptica. Es más a Sabine Azéma me la disfrazan de «Le Petit Prince» de Saint Exupery, con avión y todo.

El año pasado en Marienbad, 1961

«El año pasado en Marienbad» (L’annèe dernière à Marienbad)

Alain Resnais
Francia 1961

Es un misterio el por qué esta película se me había quedado en el cerebro como algo que debe verse a toda costa. Cuando se estrenó no sabía ni que existía y cuando más tarde tuve interés ya era imposible verla. La tenía enmarcada en mi agenda para cuando saliera y finalmente y mucho ha tardado, ha salido.

Desde la semana pasada puede encontrarse en el Fnac, por tiempo limitado, dicen. Basada en el texto que el escritor francés Robbe-Grillet compuso para esta película. Era la época del nouveau roman, que exploraba nuevas formas de narración. Lo cierto es que el tiempo ha pasado y no parece que tales intentos hayan fructificado.

Bien, después de tanta espera y curiosidad, me encuentro con una película que cabe definir como experimental:

1.-Es una lástima que sólo pueda oírse en francés. Desde el principio una voz en off, no para, es casi un monólogo incesante, lo que impide que nos fijemos claramente en la imagen. Personalmente estoy en contra de los doblajes, pero en esta ocasión hubiera agradecido concentrarme en la imagen y no en el texto. En cualquier caso se podría ver dos veces, una en original y otra en doblado, pero no hay esa posibilidad.

2.- Otro inconveniente es el formato 2:35. Para verla bien debe usarse la pantalla pequeña , sino hay distorsión. Pantalla pequeña y fotografía opaca. Vamos una maravilla.

3.- La música es odiosa. Insoportable.

4.- Es la primera película que viene con libro de instrucciones. Desde luego, muy útil. Así como el documental sobre la cinta -imprescindible- A partir de ahí te consuelas pensando que todas las posibilidades de interpretación del argumento son admisibles.

5.- Cuando casi nadie la aceptaba, le dieron el León de Oro de Venecia en 1961. ¿De no haber sido así, que hubiera pasado con la película?

En conclusión: La versión en DVD en un televisor no es lo más aconsejable. Pero después de saber lo que sé, la vería en pantalla grande.