La isla del tesoro, 1934

«La isla del tesoro»  (Treasure Island)

Victor Fleming
USA 1934

v.o.s.
blanco y negro

Una de las primeras adaptaciones para el cine sonoro de la popular novela de aventuras de Robert Louis Stevenson del mismo título y publicada originalmente hacia 1881.
A pesar de las limitaciones del momento, en cuanto a lo que representaba en esos inicios del sonoro rodar una película de aventuras y la imposibilidad de usar el color, quizá, tan necesario para esta historia, la película tiene una vitalidad y energía que la convierten en una obra muy apreciable.
Por un lado están los intérpretes: Wallace Beery como Long John Silver (una acertadísima elección) y Jim Hawking como Jim, una especie de niño prodigio del momento que ya había cosechado un gran éxito junto también con Beery en «El campeón» (The Champ, 1931), aunque a mí, lo mismo que me pasa con Shirley Temple, me parecen niños que son como adultos reducidos.
Por otro lado el tono, más difícil de lo que parece de encontrar. Al inicio hace su aparición el pirata Billy Bones, interpretado por un siempre magistral Lionel Barrymore. Es la maldad en persona, pero nos es presentado en forma de caricatura: con una verruga en la cara, una coleta ridícula y sonándose las narices de forma explosiva. No se nos oculta la vileza de los piratas, pero se enmascara con un tono de comicidad y de inocencia procedente de los ojos del niño que la contempla. Encontrar ese tono necesario para explicar la historia es otro de los puntos fuertes de esta adaptación.

Lo que el viento se llevó, 1939

«Lo que el viento se llevó»  (Gone with the Wind)

Victor Fleming
USA 1939

v.o.s.

Nunca me ha gustado especialmente esta película, pero hacía muchos años que no la revisaba en condiciones. He visto la versión restaurada y me parece de una calidad increíble. Puedo imaginar con facilidad lo que debió de representar el estreno en 1939 de un filme de estas características, con la novedad del color y de la fastuosidad y envergadura de toda la producción. El público se debió quedar turulato.

Vista ahora, sigue impresionando por la calidad de la imagen y por la inmensidad de la producción. Pero, en cuanto la película se piensa y se valora pierde mucho por culpa precisamente de la historia y lo que se ha decidido llevar a la pantalla. «Gone With the Wind» se publicó como novela en 1935 y fue inmediatamente un gran éxito de público y crítica ganando el premio Pulitzer.

Tengo la impresión de que la autora Margaret Mitchell, que era una periodista de Atlanta cultivada y con gran conocimiento de los hechos históricos referentes al caso, había leído «Guerra y Paz» de Tolstoi (es una impresión mía) y quiso hacer su propia versión de la guerra civil americana. No conozco el libro e ignoro si lo que me parecen defectos en el filme, también se encuentran en el texto, pero hay varias cosas bastante insoportables, a saber:
-En teoría lo más importante es la Guerra, pero no se explica por qué se ha llegado a esa situación, sólo se roza y se supone.
-La esclavitud es algo secundario a la vida de los protagonistas y a la sociedad sureña.
-Nos pasamos toda la película pendientes del comportamiento de una joven cuyo único mérito es ser decidida e intrépida y muy guapa. Se nos explican cada uno de sus tontos pensamientos y sin embargo, no hay ni el más mínimo interés por analizar y comprender por qué el Sur era cómo era y qué los llevó al desastre.
-La presentación de los afroamericanos es ofensiva: salen una muy tonta, otro medio tonto y otros dos servilistas. Su situación no cuenta.
-No hay compasión cuando el caballo muere
-Hay una violación marital que se contempla como un elemento atractivo.
-El KKK de forma velada era necesario para poner coto a los desmanes de los negros recién liberados
etc.

Es cierto que normalmente los argumentos son así y nos conformamos. Pero no he logrado sentir la más mínima simpatía por el personaje de Escarlata O’Hara. Yo creía que se salvaría por ese punto de locura que tenía la propia Vivien Leigh que la hacía al mismo tiempo vulnerable, pero no ha funcionado. Acababa de verla en «Un tranvía llamado Deseo» dónde físicamente parece la madre de Norman Bates y quería recordarla más luminosa.

La historia es interesante y te atrapa bastante durante las tres primeras horas, aunque hay demasiadas escenas de dos personas diciéndose algo sustancial, pero que no recuerdas. Así como Escarlata+Ashley varias veces y Escarlata+Rhett varias veces repitiendo casi lo mismo. Pero en la última hora hay cierta falta de control en los acontecimientos y cierta deriva o apresuramiento narrativos poco afortunados: El cambio de personalidad de Escarlata después del parto no se entiende y varios sucesos muy parecidos se repiten de forma excesiva; una violación, un aborto, una muerte de una niña, embarazo y muerte de Melania = redundante. Sin embargo hay que alabar el acierto que supone dejar el final abierto.

A pesar de que el argumento en sí no me gusta demasiado, lo que es cierto es que se trata de una producción apabullante, con muchas escenas inolvidables, una fotografía en Technicolor extraordinaria y un esfuerzo cinematográfico irrepetible. Hay una gran preferencia por los cielos de atardecer o amanecer y en general por el color rojo en paisaje.

En cuanto a la realización, el filme viene firmado por Victor Fleming, que sólo fue uno de los directores en plantilla. Quizá la película acaba acusando tanto cambio. Todos tenían problemas con el productor David O. Selznick, que fue el verdadero artífice del proyecto. Persona controvertida y complicada que estuvo en lo más alto y que fue odiada a conciencia. Todo el proyecto de la realización de «Lo que el viento se llevó» merece una película aparte y de hecho se han elaborado bastantes documentales.

Película en la lista AFI. Ocupa el
puesto 4 en 1998
puesto 6 en 2007

El mago de Oz., 1939

«El mago de Oz» (The Wizard of Oz)

Victor Fleming
USA 1939

v.o.s.

He vuelto a ver «El Mago de Oz» como viajando a través de un tunel del tiempo. Tenía que liberarla del recuerdo del doblaje con aquellas voces tan amaneradas.
La he vuelto a ver y la recordaba con más argumento y menos canciones. ¡Es un musical! También había leído el libro y todo se mezclaba.

«El Mago de Oz» no es una película que me guste especialmente. No es una muy buena adaptación del libro. Hay demasiado decorado y demasiado kitsch. Las flores son demasiado de plástico, la hada buena demasiado Disney, los enanitos poco encantadores y los de la canción de cuna: modelo de espanto. Judy Garland está mayor para el papel (15 años). Se le ve claramente que tiene pecho y el vestido le aprieta. Sin embargo… está maravillosa y encantadora. Es como una niña grande y tierna. Y toda la película es ella y te la crees porque parece que ella se lo cree y la canción de «Over de Rainbow» es lo más bonito que se ha escrito nunca.

Era 1939 y se hacían poquísimas películas en color. Y su uso era muy restringido. Tiene un maravilloso color Technicolor para la parte de Oz que se combinó con una parte en monocromo para la parte de Kansas. La dirección corrió a cargo de varios directores, aunque sólo firmó Victor Fleming, que no pudo terminarla porque lo llamarón para sustituir a George Cukor en «Lo que el viento se llevó», Cukor también había estado unos días como director de Oz y dió unas indicaciones muy interesantes. Finalmente la terminó King Vidor sin acreditarse. Estos cambios de director eran habituales en la época en la que lo importante era la producción en sí y la producción la llevaba el estudio.
La película está llena de historias y de anécdotas ya pertenecientes a la historia del cine, todas ellas muy interesantes y ilustrativas: desde como funcionaban los estudios de cine, a la peligrosidad de los maquillajes.

El AFI la tiene situada en el puesto 6 de la lista del año 1998 y en el 10 de 2007.

Película en la lista AFI. Ocupa el
puesto 6 en 1998
puesto 10 en 2007