Sonrisas y lágrimas, 1965

«Sonrisas y lágrimas»  (The Sound of Music)

Robert Wise
USA 1965

v.o.s.

La familia Von Trapp existió realmente y con su edificante historia de resistencia a los nazis: con monja, familia numerosa cantante, viudo noble apetecible, etc.  se llevó al cine de forma realista y además se hizo este musical.
Primero se estrenó en Broadway (1959) y en 1965 se llevó a la gran pantalla. Tuvo un éxito apabullante y su huella en el imaginario popular es significativa (Julie Andrews corriendo por la montaña). A pesar de que el título original es bastante expresivo y traducible -El sonido de la música-, en España se estrenó con el elocuente -Sonrisas y lágrimas-, no fuera que alguien no supiera que iba a ver. Podían haber puesto -Sonrisas y lágrimas con canciones- todavía más claro. Era una época en la que no solo se traducían los títulos, sino que daban pie a una inventiva sin límites. El director Robert Wise también tuvo que ver cómo su otra cinta «West Side Story» era retitulada como «Amor sin barreras» y es que es posible que se pensara que «Una historia del West Side» no tendría significado para nosotros.
Se trata de una gran producción en todos los sentidos que continúa dejando esa sensación de «gran cine» que a muchos nos gusta. También es cierto que todo ello situado en su época. Vista en estos momentos deja esa sensación y al mismo tiempo transmite cierta incomodidad por una visión almibarada de la realidad con toques profundamente kitsch. Cada día me cuesta más soportar a Julie Andrews, que se ha convertido en algo noñoso exasperante. Y Christopher Plummer como el capitán es muy acartonado y anticuado. La que está mejor es Eleanor Parker como la baronesa.
La realización de Robert Wise está de acuerdo con el proyecto de gran producción, buena dirección y momentos espectaculares y con gran sabiduría para alejarla de una idea teatral. Quizá el único fallo es que recuerda mucho al estilo Disney.
Sin embargo, lo mejor es la música: una colección de canciones de los músicos Richards Rodgers y Oscar Hammerstein II, absolutamente magníficas y recordables; Un gran musical.
Película en la lista AFI. Ocupa el
puesto 55 en 1998
puesto 40 en 2007

El Yangtsé en llamas, 1966

«El Yangtsé en llamas»  (The Sand Pebbles)

Robert Wise
USA 1966

v.o.s.

«The Sand Pebbles» es lo que es y además es muchas cosas más. Es una película con un transfondo histórico situado en la China de 1926, de rutinas militares en tiempos convulsos, de decisiones personales inevitablemente mal meditadas, de imposibilidad de lograr la felicidad… Es una cinta que se mueve en dos líneas: la general y la íntima.

Basada en la novela de Richard McKenna (1913-1964) del mismo título publicada en 1962. Mckenna sirvió en la Marina durante veinte y dos años, por lo que puede escribir de sus experiencias en primera persona. El argumento si bien está situado en una China prerrevolucionaria, puede entenderse de una manera más amplia como una crítica a los imperialismos o en ese momento a la Guerra del Vietman y un alegato en favor de la paz

A pesar de su espectacularidad visual. Tres horas de metraje. Exhibición con prólogo y intermedio, la cinta se niega a cada momento su comercialidad. Tan sólo se permite cierta instensidad en la demostración de afectos. Cada paso de todos los personajes está encaminado al fracaso, toda decisión a la decepción, toda amistad y amor a la muerte. No hay ninguna concesión, ni complacencia. No es extraño que el público le diera parcialmente la espalda, ya que es difícil de entender una obra tan suntuosa y tan pesimista.
No puedo evitar sentir una gran simpatía por ese planteamiento. Sin embargo, lo que verdaderamente me atrae de la película es su fotografía, no me canso de contemplarla. Es fabulosa. La fotografía y todos los planteamientos visuales. Hay muchos momentos en que el filme funciona como un ballet dramático. Como en la escena final, de una plasticidad y belleza increíbles: De noche, en un recinto amurallado. Aparecen de detrás de una puerta simulada y permanente, unas figuras blancas (los marineros vestidos de blanco) que se mueven como fantasmas por el espacio irreal como blancos móviles. Hay una discursión dramática que pone de manifiesto las contradicciones de cualquier acción y después un intercambio de disparos.
La fotografía era de Joseph MacDonald. Una banda sonora importante pero sobria, fue de Jerry Goldsmith y aunque el reparto fue discreto, destacan: Steve McQueen, Richard AttenboroughCandice BergenRichard CrennaMarayat AndrianeSimon OaklandJoseph TurkelMako.

De una manera vaga, la historia se ve emparentada con otras películas del momento en las que un héroe/antihéroe transita por los espacios periféricos del Imperio con desigual fortuna: «Lawrence de Arabia» (David Lean, 1966) y «Lord Jim» (Richard Brooks, 1965)

De esta película recuerdo vagamente que se estrenó en alguna clase de cine especial tipo Cinerama o algo así para dar relevancia a las imágenes. Y también me pareció oír que el país dónde había tenido más éxito comercial había sido España, pero estos dos datos no he podido corroborarlos, así que puede que sean falsos, pero es lo que recuerdo.


Nota:
En cuanto al sentido de «The Sand Pebbles» es controvertido, ya que por un lado el barco se llama «San Pablo», en español, una reliquia de la guerra de Cuba y por otro el término Sand Pebbles se encuentra en las cartas naúticas y significa piedras de arena. Parece un juego de palabras entre la mala pronunciación en inglés de San Pablo y el otro término para referirse a los tripulantes del barco.