El cielo sobre Berlín, 1987

«El cielo sobre Berlín»  (Der Himmel über Berlin – Wings of Desire)

Wim Wenders
Alemania 1987

v.o.s.

Berlín en la actualidad. Los ángeles están por todas partes, escuchan los pensamientos de las personas: con su proximidad intentan consolar y llevar la esperanza a los corazones. Son invisibles a los humanos, sólo pueden verlos los niños. Para algunos ángeles es muy difícil mantener esa distancia y desean ser humanos. El ángel Damiel (Bruno Ganz) se enamora de una trapecista…
Basada en una novela de Peter Handke, Wenders conserva la importancia de las frases, con lo que la cinta deviene en bastante literaria. Rodada en un Berlín en el que «el muro» parece omnipresente. Con una fotografía bastante expresiva y en momentos de gran belleza: de un monocolor sepia para expresar cómo ven los ángeles y algunas secuencias de color para lo humano. Tiene un estilo de realismo mágico o poético. Me gusta que esté hablada originalmente en alemán/inglés y francés.
Bruno Ganz es un gran actor que siempre es agradable de ver. Como invitado aparece Peter Falk (Colombo).
En 1998 se hizo un remake estadounidense «City of Angels», no exactamente igual, pero parecido.

El hombre de Chinatown, 1982

«El hombre de Chinatown»  (Hammet)

Wim Wenders / (sin acreditar: Francis Ford Coppola)
USA 1982

v.o.s.

Dashiell Hammet (1894-1961) fue un escritor de novela negra cuyas obras renovaron el género (El halcón maltés, Cosecha Roja), aportando crudeza y verosimilitud. Sin duda debido a su experiencia trabajando durante varios años en la agencia de detectives Pinkerton.
Para El hombre de Chinatown se elabora una ficción que recrea un momento de la vida de Hammet hacia 1928, cuando ya se dedica a escribir y es abordado por un antiguo compañero de la agencia que le pide que busque a una chica china en el laberíntico mundo de Chinatown de San Francisco. Una excusa para acercarnos al mundo de las novelas de Dashiell.
El productor fue Francis Ford Coppola y su estudio Zoetrope, con esa ansía de reproducirlo todo en estudio. Llamó al director alemán Wim Wenders para dirigirla en la que sería su primera cinta americana. Ambos tuvieron toda una serie de problemas que ahora no sé exactamente cuales fueron, aunque de entrada no diría que la persona más adecuada para llevar adelante este proyecto fuera Wenders y menos como primera experiencia americana. El caso es que de alguna manera Coppola terminó la cinta y ahora es difícil saber de quién es qué. Aunque yo la encuentro poco Coppola.
La película tiene una angustiosa falta de naturalidad que a medida que avanza el metraje se va reduciendo, básicamente porque nosotros nos hemos acostumbrado. Hay una sensación de artificialidad tanto en los ambientes, como en los figurantes, en los que se nota que les han dicho -Ahora, pasa por aquí-. Frederic Forrest que interpreta a Hammet y al que se le parece bastante, rebosa salud por todos sus poros y contrasta con la debilitada salud del escritor. Forrest debería haber adelgazado diez kilos como poco.
Todos aquellos que están familiarizados con el mundo literario de Hammett pueden acabar sintiendo cierta simpatía por la producción a pesar de sus defectos. Tiene una buena fotografía y la música de John Barry es muy acertada.