El reportero, 1975

«El reportero»  (Professione: Reporter / The Passenger)

Michelangelo Antonioni
Italia 1975

v.o (inglés).s
color

Un reputado periodista, David Locke (Jack Nicholson), se encuentra en un país desolado del África subsahariana intentando infructuosamente de establecer contacto con una supuesta guerrilla. Tiene la sensación de que ha llegado a un punto muerto de su carrera y de su vida, y lo contempla todo con hastío. En su hotel se aloja un inglés que dice ser un hombre de negocios. Robertson se le parece y tiene su misma estatura. Cuando ese hombre fallece sorpresivamente de forma natural en su habitación del hotel, David tiene la idea de cambiarse por el muerto: fingir su muerte y vivir otra vida. Por lo que coge los billetes de avión del fallecido y sigue su misma ruta.
La casualidad hace que Robertson sea en realidad un traficante de armas internacional que suministra material a la guerrilla, por lo que David accede de primera mano a la información que necesitaba. Sin embargo, pronto se cansa de este juego de suplantación y lo que desea realmente es dejar de ser quien era y vivir otra vida. Después de pasar por Londres y Alemania llega a Barcelona, donde conoce a una chica joven (Maria Schneider) que lo acompañará y seguirán viaje hacia el sur de España. Mientras, varias personas están tras su pista.
Ese vendría a ser el argumento. Estamos ante una película de Antonioni, así que lo primero que nos viene a la cabeza viendo las primeras imágenes es: la incomunicación. David Locke no lográ hablar con nadie. Menos mal que vemos a Jack Nicholson en pantalla, porque de otra manera sería inaguantable. Es increíble que su sola presencia pueda llenar y sostener la película. Jack venía de rodar Chinatown y tenía entonces treinta y ocho años.
La película transcurre de forma cuestionable y como ya digo, la sola presencia de Nicholson la justifica. Salvaría el principio y el final, con toda la escena de la habitación-reja-exterior, todo lo que hay en medio da la sensación de ser material rodado en los lugares de descanso del equipo: hoteles y restaurantes, y que no tiene ni sentido, ni finalidad. Aunque hay curiosidades como la arquitectura de Gaudí en Barcelona, ¿pero qué tiene que ver con el argumento? Otro fallo sería la elección de Maria Schneider que no sé que vieron en ella en aquel momento. La sensación final es de insatisfacción profunda como espectador.
Sin embargo, y ello debe de ser un gran mérito, no he dejado de pensar en la película, de forma que después de repensarla, la he reinterpretado, posiblemente inventado, pero es una obra y por lo tanto su recepcción es libre. Lo que sigue es un spoiler, pero inventado.
Me ha recordado mucho a «El septimo sello» de Bergman, donde el caballero medieval le pide una tregua a la muerte. Yo creo que en realidad David Locke muere en el hotel africano y en una especie de purgatorio metafísico cree tener otra oportunidad en la vida al vivir la existencia de otra persona. Durante el tiempo que puede ser otro llega a la conclusión de que no podemos escapar de nosotros mismos y que por lo tanto es mejor rendirse.
No he tenido la oportunidad de ver un DVD con extras y sé que hay material comentado al respecto. No sé si cambiaría mi opinión si conociera la opinión de Antonioni o Nicholson que le tenía un gran aprecio a esta cinta.

El Eclipse, 1962

«El Eclipse»  (L’Eclisse)

Michelangelo Antonioni
Italia, 1962

v.o.s.

Película de tipo casi experimental muy premiada y considerada en su momento y ahora no sé, pero tiene su valor.
 
Sin duda, hay que tener el día para verla. Resulta muy inspiradora, sobre todo a posteriori. Cuando la piensas.
 
Rodada en blanco y negro, en una Italia que parecía que se diluía en la modernidad, cuyo precio era el egoísmo, la indiferencia y la incomunicación. Monica Vitti, la musa de Antonioni le da una gran vida a la película, gusta verla ir de aquí para allí, sin objetivos claros interesándose momentáneamente por pequeños detalles. Toda la escena de la Bolsa es interesante y bien filmada, pero demasiado larga. Magnífico sentido del encuadre en general, bien pensada fotográficamente.

Las amigas, 1955

«Las amigas»  (Le amiche)

Michelangelo Antonioni
Italia 1955

v.o.s.

De las primeras películas del director italiano, anterior a El grito en la que ya definía claramente su tipo de cine. Aquí está tan solo insinuado y no es de las cintas más recordadas del autor.
 
Llega a Turín desde Roma una joven para hacerse cargo de una tienda de modas. La casualidad la pondrá en contacto con una serie de amigas con las que brevemente se relacionará.
 
En una Italia que salía del subdesarrollo y se instalaba en el aburguesamiento, conviven todavía varios estratos. La indiferencia y la incomunicación empiezan a enseñar sus dientes.
 
En un cine que ya no es neorrealista, pero se sigue filmando en la calle con lo que el documento sociológico es de gran interés. La filmación es en blanco y negro, bastante dinámica, con algunas escenas interesantes como la de la playa.
 
A mi me ha parecido aburrida, pero tiene sus virtudes.