Un largo adiós, 1973

«Un largo adiós»  (The Long Goodbye)

Robert Altman

USA 1973

Versión para cine de la novela de Raymond Chandler de 1953 con el detective Philip Marlowe, que aquí interpreta Elliot Gould.
Yo creo que Elliot Gould, aunque lo hace bien, es demasiado joven para el personaje. Digamos que es imposible que cada día contemple a las chicas de enfrente de su piso con la pasividad que lo hace.
A pesar de que Robert Altman está considerado un gran director, a mí nunca me ha seducido. Sin embargo, su nombre permite que a su alrededor se reunan muchos elementos interesantes que de otra manera no estarían: Vilmos Zsigmond en la fotografía, Sterling Hayden como el escritor Roger Wade, etc. Sin olvidar la curiosidad del pequeñísimo papel sin frase para un recien llegado Arnold Schwarzenegger.
En cuanto a la historia cabe decir que yo también soy de esas personas a las que Philip Marlowe tiene cautivadas y rendidas sin una razón de peso. Leí a Chandler hace muchísimos años y casi no lo recuerdo, muy lioso, traducciones muy distintas de un libro a otro, siempre pendiente de intentar leerlo en original, nunca logrado. Supongo que la fascinación procede de imaginármelo como Humphrey Bogart con su gabardina y su cigarrillo, porque otra cosa…
Pero volvamos a la película. Al principio te dices uy! no! mucha cochambre, mucho metraje con el gato (save the cat), montaje paralelo muy torpe con el otro personaje Terry Lennox… pero poco a poco te dejas envolver por cierta atmósfera «confusa» y la ves. Una historia que te parece que sabes por donde va, pero que al final es imposible, con el material proporcionado, de reconstruir las piezas.

Entre las escenas delirantes: prácticamente todas las del mafioso y en especial cuando propone que todos se desnuden.

el bueno de Arnold, casi irreconocible en el centro
Decía Chandler en su texto «El simple arte de matar, ensayo» (The Simple Art of Murder an Essay, 1944), que la escuela estadounidense había devuelto el crimen a sus escenarios naturales

…Hammett sacó el asesinato del jarrón veneciano y lo dejó caer en el callejón… devolvió el asesinato al tipo de gente que lo comete por algún motivo, no simplemente para proporcionar un cadáver; y usan los medios que tienen a mano, no pistolas de duelo cinceladas, curare o peces tropicales… Tenía estilo, pero su público no lo sabía, porque escribía en un lenguaje al que no se suponía capaz de tales refinamientos…El estilo de Hammett, cuando era malo, era tan rígido como una página de Mario Epicúreo: cuando era bueno, podía expresar cualquier cosa… 

bueno, nada más lejos de la verdad. La historia tal y como está contada es absolutamente inverosímil y estrambótica. Lo que quizás es más valioso, pero que queda enterrado en cualquier adaptación fílmica es el desengaño de la amistad y el tono general de melancolía y pesadumbre.

las «imposibles» chicas del piso de enfrente de Marlowe

Nashville, 1975

«Nashville«

Robert Altman
USA 1975

v.o.s.

Nashville, además de ser la capital del estado de Tennessee en el Sur de los Estados Unidos, es conocida por ser la capital de la música country. El director Robert Altman rueda esta película casi como si fuera un documental. Infinidad de historias cruzadas (marca de la casa de Altman) con actores conocidos, en esa ciudad casi obsesionada por esa música popular.
A mí el sistema del director siempre me ha parecido poco entusiasmante y confuso. En Nashville dado que la película es muy larga (159 min.) y no se hacen primeros planos de los actores, te puedes perder con facilidad.
Personalmente tengo la duda de si Altman considera realmente unos paletos a toda esta caterva de cantantes y masas asistentes a los conciertos. Hay una mezcla de respeto y de irreverencia: las letras de las canciones son infames, pero no para de ponerlas y hay una cierta dignidad en ello. Todo es cuestionable.
Sin duda un retrato de los 70s y por ello seguramente está en la lista AFI de mejores películas.
Película en la lista AFI. Ocupa
en 1998 no aparece
en 2007 puesto 59

M.A.S.H, 1970

«M.A.S.H.»

Robert Altman
USA 1970

v.o.s.

MASH significa es español -Hospital Móvil Quirúrgico del Ejercito-. Muy famosa en su momento, y supongo que todavía ahora. Basada en una novela que trataba sobre la guerra de Corea, que es donde sucede la acción, pero que todo el mundo contemplaba en clave guerra de Vietman.
La película no la había visto (ya tenía yo razón), pero sí la serie de televisión que se hizo después también con bastante éxito y con Alan Alda de protagonista. He de confesar que he necesitado TRES días para verla (una parte cada día). Me ha resultado profundamente desagradable.
Retrata el ambiente de un hospital de campaña durante la guerra de Corea. Los cirujanos se pasan por el forro toda la disciplina, humillan a los mandos y hacen lo que les da la gana, que por lo visto es muy gracioso. Eso sí, las operaciones les salen bordadas y curan a un niño y a un enemigo.
El problema es que todo es cuestión del punto de vista. Yo no lo veo de esa manera: Los cirujanos van de un sobrado que molesta. Evidentemente eran necesarios, incluso más que sus mandos en el hospital. No es que humillen a sus superiores, humillan a todos los que no piensan o tienen su sentido de humor. Humillan a las mujeres que no se acuestan con ellos y les hacen perder toda su autoestima. La escena de calentar a la chica para que se acueste con otro, es simplemente machista y asquerosa. Toda ella es supermachista. En realidad se pasan el tiempo haciendo «bulliyng» a los demás, gracias a la posición de fuerza que ostentan al ser imprescindibles. La escena de la última cena es innecesariamente larga (a mí la de Buñuel no me molestó), pero aquí la eternizan como dicendo, ¿no lo veis, no lo veis?. También todo el partido de fútbol americano es demasiado interminable, sin apenas sentido argumental; con los uniformes nuevos y el cesped en buen estado… Es de aquellas películas de gamberradas que encantan a los hombres (debe de ser por eso).
Que además los protagonistas sean Donald Sutherland y Elliot Gould, actores carentes de sex-appeal y básicamente desagradables, no mejora la cosa. Igual si viéramos a otros actores podría ser distinto.

La dirección de Robert Altman es en su estilo. Sabe moverse en la confusión, que da impresión de confusión. Y hay una cierta repetición de planos: el quirófano con la sangre, la cantina, el altavoz, etc. Tampoco es una maravilla de filmación y la fotografía es fea, quizás acertadamente, ya que no es cuestión de sacarlo bonito.
Un horror. Solo salvaría la canción que acompaña la cinta: «Suicide is Painless» canta Johnny Mandel

Película en la lista AFI. Ocupa el
puesto 56 en 1998 y
puesto 54 en 2007

La canción también está en la lista AFI de las 100 mejores canciones de película
puesto 66  (2004)

***

The James Dean Story, 1957

«The James Dean Story«

Robert Altman
USA 1957

documental de 81 min.
blanco y negro

Lo primero que sorprende de este documental es que sea uno de los primeros trabajos del director Robert Altman. Después la fecha de realización 1957, dos años después de la muerte de James Dean y finalmente el propio contenido.
 
El documental se aprovecha de la inmediatez de la muerte del actor y va a buscar a todos aquellos que lo conocieron y quieran participar en el proyecto. Así pues, vemos hablar a los miembros de su familia en Fairmount (Indiana), algunos amigos, compañeros de clase y profesora, propietarios y camareros de locales.
 
Esa inmediatez en el tiempo es lo que hace el reportaje muy interesante. Recoger todas esas impresiones en el momento de gente que le conocía, nos acerca a una panorámica de la época. También es verdad que las personas que no aparecen, parece que no hayan existido, leáse el padre de Dean o Pier Angeli, lo que da cierta sensación de limitación.
 
Por otro lado se completa con un texto que aventura lo que podía sentir James Dean en su interior, creándose un retrato psicológico que en cualquier caso es fruto de una opinión particular.
 
Aparte de las entrevistas con las personas que quisieron participar, hay abundante material fotográfico de un valor estético notable y que se debe al fotógrafo Dennis Stock (1928-2010) de la agencia Magnum, artífice también sin duda, del aura mítica que respira el personaje, en una colección de fotografías absolutamente geniales.
 
 http://www.magnumphotos.com/C.aspx?VP3=SearchResult&ALID=2TYRYDAYUV5F

el documental también goza de unos títulos de crédito personalizados obra del diseñador Maurice Binder