«M.A.S.H.»
Robert Altman
USA 1970
v.o.s.
MASH significa es español -Hospital Móvil Quirúrgico del Ejercito-. Muy famosa en su momento, y supongo que todavía ahora. Basada en una novela que trataba sobre la guerra de Corea, que es donde sucede la acción, pero que todo el mundo contemplaba en clave guerra de Vietman.
La película no la había visto (ya tenía yo razón), pero sí la serie de televisión que se hizo después también con bastante éxito y con Alan Alda de protagonista. He de confesar que he necesitado TRES días para verla (una parte cada día). Me ha resultado profundamente desagradable.
Retrata el ambiente de un hospital de campaña durante la guerra de Corea. Los cirujanos se pasan por el forro toda la disciplina, humillan a los mandos y hacen lo que les da la gana, que por lo visto es muy gracioso. Eso sí, las operaciones les salen bordadas y curan a un niño y a un enemigo.
El problema es que todo es cuestión del punto de vista. Yo no lo veo de esa manera: Los cirujanos van de un sobrado que molesta. Evidentemente eran necesarios, incluso más que sus mandos en el hospital. No es que humillen a sus superiores, humillan a todos los que no piensan o tienen su sentido de humor. Humillan a las mujeres que no se acuestan con ellos y les hacen perder toda su autoestima. La escena de calentar a la chica para que se acueste con otro, es simplemente machista y asquerosa. Toda ella es supermachista. En realidad se pasan el tiempo haciendo «bulliyng» a los demás, gracias a la posición de fuerza que ostentan al ser imprescindibles. La escena de la última cena es innecesariamente larga (a mí la de Buñuel no me molestó), pero aquí la eternizan como dicendo, ¿no lo veis, no lo veis?. También todo el partido de fútbol americano es demasiado interminable, sin apenas sentido argumental; con los uniformes nuevos y el cesped en buen estado… Es de aquellas películas de gamberradas que encantan a los hombres (debe de ser por eso).
Que además los protagonistas sean Donald Sutherland y Elliot Gould, actores carentes de sex-appeal y básicamente desagradables, no mejora la cosa. Igual si viéramos a otros actores podría ser distinto.
La dirección de Robert Altman es en su estilo. Sabe moverse en la confusión, que da impresión de confusión. Y hay una cierta repetición de planos: el quirófano con la sangre, la cantina, el altavoz, etc. Tampoco es una maravilla de filmación y la fotografía es fea, quizás acertadamente, ya que no es cuestión de sacarlo bonito.
Un horror. Solo salvaría la canción que acompaña la cinta: «Suicide is Painless» canta Johnny Mandel
Película en la lista AFI. Ocupa el
puesto 56 en 1998 y
puesto 54 en 2007
La canción también está en la lista AFI de las 100 mejores canciones de película
puesto 66 (2004)
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