La ley del Hampa, 1927

«La ley del Hampa»  (Underworld)

Josef von Sternberg
USA 1927

película muda

Ya es paradógico que la película fundacional del género de gángsters estuviera dirigida por un austríaco. Aquí encontraremos todos los elementos que después se desarrollarán en las posteriores películas del género.
Hay estilo y cierta elegancia, subrayada por la presencia del actor Clive Brook. Unas imágenes estudiadas y una labor de dirección interesante.

El embrujo de Shanghai, 1941

«El embrujo de Shanghai»  (The Shanghai Gesture)

Josef von Sternberg
USA 1941

v.o.s.

Se suele decir que la censura fue la causa de que esta película no llegará a cuajar. Pero, Sternberg ya la había sorteado en precisamente «El expreso de Shanghái» (1932). Y sin embargo, aquí parece perdido y sin apenas muestra de maestría.
 
En una China y Shanghái de opereta decadente tipo Madame Butterfly. Hay un casino regentado por una malvada china, un magnate dispuesto a comprar media ciudad, una chica propensa al descarrío y un árabe hierático que no se quita el fez ni para dormir. Todo ello en una historia que no he entendido, de porqué la dejó (a la china) y no sé qué con la niña y le tiene guardado el dinero para qué. Bueno, un despropósito.
 
Al principio piensas que aunque la película no tiene demasiada buena pinta, puede tener elementos aprovechables, como la decadencia, la languidez, el vestuario y el decorado del casino. Pero, lamentablemente Gene Tierney estaba empezando y era muy guapa, pero muy mala actriz también. Después mejoró. Victor Mature que hace de árabe, está como una estatua, no interpreta ni nada, está ahí. Ona Munson como la malvada china es original, sobre todo los peinados de coger mal de cabeza. Y el padre Walter Huston si entendiera su papel, sería mejor.
 
En fin, un patinazo total para el gran director de «El ángel azul».

Marruecos, 1930

«Marruecos»  (Morocco)

Josef von Sternberg
USA 1930

v.o.s.

Después del éxito de «El ángel azul» primera película en Hollywood del tándem Sternberg-Dietrich.
Marlene Dietrich estaba dispuesta a impresionar y a seguir escandalizando: sigue mostrando los muslos, fuma sin parar, viste un esmoquin masculino y le plantifica un beso a una mujer con lo que los cimientos de su posible lesbianismo quedan establecidos. En cuanto a su interpretación, recuerda poderosamente a Greta Garbo con la que tiene que competir en ese momento.
La historia es bastante banal y tópica. Una cantante  venida a menos (Marlene Dietrich) se debate entre el amor de un hombre maduro adinerado (Adolphe Menjou) y un jovencísimo legionario (Gary Cooper). Todo sucede en Marruecos para crear un clima de aventura, exotismo y cierta permisividad en las costumbres.
En este caso, la película se sustenta sobre todo por sus intérpretes, más que por la dirección. La sola presencia de Marlene y de un siempre encantador y guapísimo Gary Cooper (que merecía más metraje) justifica la función, que en cualquier caso mejora en el final, con una conclusión que eleva todo el conjunto.

El ángel azul, 1930

El ángel azul  (Der blaue Engel)
Josef von Sternberg
Alemania 1930
v.o. en inglés, s.
Basada en el libro de Heinrich Mann, trata de un formal profesor de instituto (Emil Jannings) que intentando que sus alumnos no frecuenten un animado cabaret -El ángel azul-, cae rendido ante la seductora cantante Lola Lola (Marlene Dietrich).
En principio el argumento no promete demasiado: una historia de un intelectual serio y responsable, pero poco conocedor del mundo real y sus pasiones que en cuanto recibe una mínima atención de una mujer hermosa abandona completamente su rumbo. Pierde su honorable trabajo y se ve abocado a una existencia de degradación.
La historia es así, pero, la forma de presentarla, la evolución de los personajes y la dirección es magistral. También ayuda unas grandes interpretaciones: por un lado el primer e inolvidable papel de Marlene Dietrich, como una Lola Lola llena de complejidad y matices, que no es simplemente una mujer fatal. Y por otro lado, un impresionante Emil Jannings que nos permite ver como se transforma su personaje, que pasa por diferentes estadios de personalidad de forma extraordinaria.
La película tuvo gran repercusión en su día, por méritos propios y también porque Marlene enseña los muslos, algo poco habitual en aquel momento. Lo que justificó que se rodara más de una versión. Yo he visto una versión original en inglés, rodada para el mercado de habla inglesa. Y no se trata de la copia alemana doblada, sino rodada en inglés con elementos narrativos que justifican el uso de esa lengua.
Imprescindible de la Historia del Cine.


Capricho Imperial, 1934

«Capricho Imperial»  (The Scarlet Empress)

Josef von Sternberg
USA 1934

Josef von Sternberg compartía con Erich von Stroheim, ambos directores de procedencia centroeuropea, un gusto por lo barroco y cierto sadismo en la forma de contar las historias. Sin embargo, Sternberg era bastante más comedido, a pesar de sus excesos visuales.
Aquí nos cuenta la historia, más o menos, de la futura Catalina la Grande. Procedente de Prusia se incorpora como joven inocente a la corte rusa para desposarse con el débil mental futuro zar Pedro III. Veremos como evoluciona como persona hasta su subida al poder.
Más que nada el argumento es una excusa para filmar a Marlene Dietrich y dejarla guapa, guapísima, con un vestuario amplísimo, sin que las interpretaciones generales desmerezcan en absoluto. Destaca también la ambientación interior, de un barroquismo superlativo: entre estatuas grotescas en todos los espacios, puertas decoradas inmensas, joyería y pieles formidables.
La película es digna de verse, no ya por lo que cuenta, sino por cómo lo cuenta. Un desfile de narrativa visual que sólo se encuentra en los grandes maestros.

El expreso de Shanghai, 1932

«El expreso de Shanghai» (Shanghai Express)
Dir. Josef von Sternberg
USA, 1932

Una siempre se acerca a estas películas con el temor de que el tiempo las haya envejecido en exceso. Pero no es este el caso.

Aunque la cinta tiene una estructura narrativa típica de la época que puede soportarse perfectamente y hasta tiene su gracia, nos encontramos con una película fascinante, en el que su director hace gala de una maestría extraordinaria, de la que puede aprenderse perfectamente hoy en día. Con un esmero en la colocación de la cámara, en la iluminación, en la fotografía (que en este caso se conserva admirablemente), en la presentación de actores, absolutamente apabullante.

La película empieza en la estación de tren, la entrada de pasajeros y la salida en dirección a Shanghai. Magistral!!! Marlene Dietrich demuestra el por qué se convirtió en un mito cinematográfico. Los diálogos son deliciosos. La única pega que le encuentro es: el solapamiento de imágenes como unión de escena. Al principio resulta original, pero hay un uso excesivo de ellas.

Totalmente recomendable.

(ver en frases y cita de cine)