Susan Slade, 1961

«Susan Slade«

Delmer Daves
USA 1961

v.o.s.

Hubo algunos directores de Hollywood que se propusieron elevar el melodrama a la categoría de mito sublimado y arrebatado: Douglas Sirk y Delmer Daves, por ejemplo. Era tan exagerado, que quizá ya contenía una parodia. Rodadas en unos colores intensos, bonita fotografía y ambientes parcialmente acomodados. Corrían los años cincuenta y sesenta y la sociedad era todavía lo suficientente hipócrita para aceptar estas muestras de vidas de pacotilla envueltas en papel de celofán. 
Delmer Daves (1904-1977) fue un director interesante. En su filmografía hay abundantes westerns de calidad, una película de cine negro singular «La senda tenebrosa», un péplum «Demetrius y los gradiadores» y varios melodramas significativos.
En cuanto a «Susan Slade» la cosa va de: Roger Slade (Lloyd Nolan -qué bien hacía estos papeles este señor-) un ingeniero de minas, que ha pasado diez años en el desierto de Chile regresa a Estados Unidos en barco, con su mujer y su hija Susan (Connie Stevens) de unos 17 años. Durante la travesía, Susan que no puede ser más inocente (tonta, pero guapa) se enamora de un chico loco por escalar montañas, que además es guapo y de una familia super bien de San Francisco. Los dos intiman mucho, demasiado y ella queda embarazada, pero eso lo sabrá después, cuando el chico se ha ido corriendo a escalar un monte de Alaska y se queda para la eternidad.
El padre de Susan acepta un puesto en Guatemala, a pesar de que el pobre está enfermo del corazón, para que el embarazo no sea evidente. Además, hacen pasar a la abuela como madre y a la madre como hermana (cosas del melodrama). 
Entretanto Susan ha tenido un caballo «Chulo», y se ha visto con dos posibles pretendientes futuros: uno con un pasado comprometido (Troy Donahue) y el otro un chico de buena familia al que parecen tengan congelado mientras Susan Slade no está en pantalla, porque no se le supone que tenga ninguna vida propia.
Como he dicho, la película está rodada en un color deslumbrante, una fotografía preciosa y todos los interpretes parecen muy guapos y si no lo están les ponen «flou» en la iluminación.
Hubo toda una generación de jóvenes promesas que intervinieron en estas películas que se recuerdan con tristeza, la mayoría descarriló, quiza porque no eran buenos actores, o porque al público, después, le podía costar aceptarlos en otros papeles: Troy Donahue, Connie Stevens, Sandra Dee, etc.

Yo no sé en qué clave estaban rodadas estas películas, que generalmente venían de novelas de éxito y si los directores se estaban creyendo lo que hacían, o le estaban dando la vuelta al material, no lo sé.
Ahora, el interés que puede haber en volver a verlas es en clave sociológica e histórica, con todas sus paradojas tanto de calidad fílmica intrínseca, como de mensaje equivocado.
Para aquellos que se pregunten qué es lo que está mal diría que la presentación del tema es completamente irreal. Que salvo el personaje del padre y de Hoyt, todos los demás se mueven por instinto y emociones. Susan Slade es una chica que no está formada intelectualmente, ni estudia, ni hace nada de provecho con su vida. Se entrega a sus simples pulsiones animales como si fuera un perrito, no una persona.
Todos los personajes viven en un mundo irreal de acomodo material que es un vehículo necesario e imprescindible para que el público se sienta a gusto y tolere la historia. Bueno, se podrían analizar muchas cosas más, como por ejemplo lo que hacían las compañías mineras estadounidenses en Sudamérica, pero sería demasiado largo.
La banda sonora es de Max Steiner y tiene una curiosidad. Steiner había trabajado con Daves en su película anterior «En una isla tranquila al Sur» que venía a ser más o menos como ésta pero con la actriz Sandra Dee. Allí brillaba una melodia «A Summer Place», preciosa. Aquí Steiner hace que la melodía vuelva a sonar en un momento por la radio.

(He encontrado esta foto por Internet) Si que es verdad que el traje de Susan (Connie Stevens) y que utiliza para montar a caballo ¿? es igual al de «El planeta de los simios» 1968 -Lo he comprobado y los diseñadores de vestuario son distintos-