Juan Nadie, 1941

«Juan Nadie»  (Meet John Doe)

Frank Capra
USA 1941

v.o.s.
blanco y negro

Durante la depresión americana, un periódico cambia de dueño y muchos empleados van a la calle. Una periodista (Barbara Stanwyck) como protesta ante la pérdida de su trabajo publica en su última columna una supuesta carta de un ciudadano, John Doe, que debido a los males que asola el país, amenaza con suicidarse en una fecha determinada. Ello causa un gran revuelo, por lo que su jefe decide conservarla y llevar a cabo un plan para crear una historia que mueva las ventas del diario.
De entre todos los desempleados que prueban para encarnar al supuesto suicida, escogen a un ex jugador de béisbol lesionado (Gary Cooper) que acabará convirtiendo el fraude en un gran movimiento ciudadano de protesta. Pero, hay poderes que desean sacar provecho de ese caudal de votos.
Largometraje en la total línea del director, dónde se nos dice que el verdadero poder está en el pueblo y en sus héroes anónimos. Como siempre en el cine de Capra y por las fechas, todo tiene también un tufillo faszoide, aunque parezca que lo critique.
En su contra, podríamos decir que administra los elementos de una forma primitiva y simple para lograr sus resultados y por otra que, lo hace muy bien y que Gary Copper siempre sabe encarnar a la perfección el ideal estadounidense.
Se agradecería una restauración, ya que la copia era bastante mala.

Danzad, danzad, malditos, 1969

» Danzad, danzad, malditos »  (They Shoot Horses, Don’t They ?)

Sydney Pollack
USA 1969

v.o.s

Cuando decía en el comentario anterior que no te crees lo que estás viendo, piensas si no es algo común a cualquier filme. Pero, precisamente, viendo una película como They Shoot Horses…  en la que compruebas cómo sí funciona y además absolutamente todos los actores y sus intérpretaciones, incluso Jane Fonda, son creíbles: concluyes que es ahí dónde radica su fuerza y magnetismo, lo que perdura a través del tiempo.
They Shoot Horses está basada en la novela del escritor Horace McCoy (publicada en 1935) y se sitúa en California al principio de la Gran Depresión estadouniense en los años treinta, cuando se organizaban maratones de baile como espectáculos de masas, que podían durar semanas y donde los concursantes descansaban tan sólo diez minutos cada dos horas a cambio de la promesa de un premio en metálico importante y mientras tanto, por lo menos, tenían varías comidas al día aseguradas.
De la manera clásica de entre todas las parejas participantes en el maratón conoceremos a varios personajes que serán en los que la cámara se irá deteniendo a medida que avance la historia. Los protagonistas son una joven desafortunada, Gloria/Jane Fonda, que huyendo de la vida de Texas tampoco ha tenido suerte en Hollywood. Forma pareja de baile con un chico, Robert/Michael Sarrazin algo ensimismado, llegado del campo. En otras parejas encontramos a una soberbia Susanna York y a un esforzado Red Buttons, así como a Bruce Dern.
Como antagonista de todos ellos se encuentra el presentador de la gala, Rocky/Gin Young en una interpretación insuperable que merecidamente se llevó un Oscar. Aparte de las magníficas interpretaciones, la dirección es sobresaliente, así como la ambientación, vestuario y acompañamiento musical.
El argumento es muy duro y expone cómo en tiempos de miseria, la miseria puede venderse como espectáculo para que la gente sienta que ellos no están tan mal. También es interesante como se dosifica y se administra el espéctaculo para que produzca los efectos necesarios, cómo una parte de humillación y devastación es conveniente, pero determinados aspectos, como la muerte es mejor que queden fuera del show.
La realización tiene una cierta complicación al rodarse en casi en un único escenario y las zonas de descanso, pero está muy bien resuelto. El único reproche que le haría a la película sería el de la historia que ilustra los títulos de crédito en los que de una manera un poco sensiblera asistimos a la razón del título en inglés. Después y de una manera distinta a la novela, se intercalar lo que parecen ser flashback de Robert, que distornionan un poco. Sin embargo, cuando llegamos al final esos pseudo recuerdos adquieron su sentido. Me parece un acierto que cuando la trama termina el baile siga.

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Matar a un ruiseñor, 1962

» Matar a un ruiseñor » (To Kill a Mockingbird)

Robert Mulligan
USA 1962

v.o.s.

Película basada en la novela del mismo título de la escritora Harper Lee publicada en 1960 de extraordinario éxito, tanto el texto como la película.
Lamento ser una voz discordante, pero no me ha gustado. Por lo menos la película, en cuanto a la novela no la he leído. Lo mejor de largo es el personaje de de Atticus Finch magníficamente interpretado por Gregory Peck, que por siempre será ese apacible, bondadoso y equilibrado abogado del Sur y absolutamente merecedor de su Oscar por ello.
La historia es un claro alegato a favor de los derechos civiles en Estados Unidos y un clamor contra el racismo, lo cual está muy bien, pero hacerlo en 1960 y 1962, era hacerlo en el momento más oportuno, y oportunista, cuando el tema estaba a punto de ser solucionado (las leyes de segregación racial se abolieron en 1965) gracias a los hermanos John y Robert Kennedy, así como a Martin Luther King y otros activistas. No sé, quizá esta historia también influyó y desde ese punto de vista merece un puesto de honor en el lugar que le corresponda, pero no precisamente en la historia del cine.
La película empieza con una voz en off de una adulta que ha sido la niña que ha vivido la historia y ya en ese momento de produce una imposibilidad de credibilidad: la niña dice que tenía 6 años. Me parece imposible que una niña de esa edad pueda recordar de esa manera. Tendría que tener mínimo 9 (de hecho la niña/actriz Mary Badham tiene exactamente esa edad -9- en la cinta). Después seguimos con la supuesta mirada de la niña sobre los acontecimientos. En un pueblo miserable del Sur de Estados Unidos (Alabama) hacia 1932 en plena Depresión, un negro es acusado falsamente y el padre de la niña, Atticus, es el abogado defensor. La niña, su hermano un poco mayor, un amigo ocasional, una casa misteriosa con loco encerrado y un furibundo desprecio por los negros, forman el argumento.
Hay un tratamiento tendencioso y maniqueista en el sentido de que «todos» los negros son buenísimos y educadísimos que resulta excesivo y poco realista, así como plantear que «casi» todos los blancos son malvados, estúpidos e ignorantes. La fotografía y dirección general y ambiental está muy poco conseguida. Me quedaría tan sólo con: 1) los títulos de crédito y 2) el detalle de la lámpara de pie a la prisión. 
Me molesta que los niños llamen a su padre por su nombre de pila y lo hagan continuamente: Atticus! Atticus! Atticus! ¿ sería diferente si se llamara John ?  La persecución final de los niños, con la niña con el disfraz es burda y torpe, exclusivamente para lograr que ella no vea bien lo que sucede, pero el niño podría haberle dejado su chaqueta. Me parece imposible que la niña reaccione de la manera que lo hace frente a los posibles linchadores en la escena de la cárcel y que ellos se amansen de esa manera por su palabras. En fín, por mi parte, todo un problema de credibilidad en la historia y de no reconocimiento del mérito cinematográfico.
Película en la lista AFI. Ocupa el
puesto 34 en 1998
puesto 25 en 2007