Ser o no ser, 1942

«Ser o no ser»  (To Be or Not to Be)

Ernest Lubitsch
USA 1942

v.o.s.

Seguramente lo de «comedia deliciosa» fue un término inventado para catalogar las películas del director alemán. «Ser o no ser» forma parte de esas obras visionarias sobre el nazismo que se adelantaron a su caída. Además usando una fina ironía y en clave de comedia, como también lo fue «El gran dictador» (1940) de Chaplin.
Antes de la invasión alemana, en una Varsovia relativamente tranquila una compañía de teatro ensaya una obra sobre Hitler. Un matrimonio (Carole Lombard y Jack Benny) son los titulares de la compañía. Ella se deja halagar por los pretendientes. En ese momento un apuesto aviador a punto de irse al frente. Los alemanes entran en Varsovia y la vida cambia, pero una situación sobre un espía hace que la compañía teatral monte una farsa para salvar el pellejo y la resistencia.
El guion es magnífico, irónico y a pesar del dramatismo del tema, se impone la comedia. La importancia de todos los secundarios actúa en favor del resultado general.
En 1983 Mel Brooks interpretó una especie de remake.

Lo que piensan las mujeres, 1941

«Lo que piensan las mujeres»  (That Uncertain Feeling)

Ernst Lubitsch
USA 1941

v.o.s.
blanco y negro

Un matrimonio joven, pero con varios años de casados, se enfrenta a su primera crisis. Ella (Merle Oberon) se aburre con un marido (Melvyn Douglas) dedicado a los seguros. Aparece un pianista extravagante (Burgess Meredith) del que la esposa se encapricha.
Una fotografía poco lucida y unos primeros minutos poco prometedores anuncian lo peor. Sin embargo, poco a poco se va imponiendo el «toque Lubitsch», que venía a ser como una ironía sofisticada y acaba dejando un muy buen sabor de boca, gracias a escenas bien resueltas y a la enorme simpatía que despierta Melvyn Douglas, que ya trabajó con el director alemán en otra de sus más celebradas comedias «Ninotchka» 1939.
Merle Oberon y Melvyn Douglas
***

¡ F u i !     (en inglés: Phooey!)


Alexander Sebastian (Burgess Meredith) la repite varias veces durante la película y me hace bastante gracia. No creo que tenga significado y podría traducirse como ¡Feo! o algo que no nos gusta.

El bazar de las sorpresas, 1940

«El bazar de las sorpresas»  (The Shop around the Corner) (es decir: La tienda de la esquina)

Ernst Lubitsch
USA 1940

v.o.s.

Había vista la cinta dos o tres veces. La última no me gustó, la encontre muy sosa y sin atractivo. Pero sabía que era cuestión del día. No siempre estamos propensos a dejarnos llevar por la simplicidad y el encanto.
Lo cierto es que se trata de una película encantadora, en la que apenas suceden cosas y todo son detalles amables y agudos observados por la inteligente mente de Lubitsch, pero no por ello su guión está menos trabajado.
En una tienda de maletas y bolsos de Budapest convive un microcosmos de personas y afanes. 
Rodada en blanco y negro. Los actores principales son James Stewart y Margaret Sullavan.

En 1998 se hizo una especie de remake con «Tienes un e-mail».

El gato montés, 1927

«El gato montés»  (Die Bergkate)

Ernst Lubitsch
Alemania 1921

muda
blanco y negro
79 min.

Perteneciente a la etapa alemana de Lubitsch. Comedia en clave de farsa con tonos de opereta visual. Destaca la filmación de algunos planos, la gran cantidad de exteriores casi siempre con

nieve, el uso intensivo de viñetas para enmarcar dramáticamente la acción, los decorados art decó,  y la presencia de la actriz Pola Negri una diva del cine mudo.

 
Por lo demás me ha parecido sustancialmente aburrida.

Una hora contigo, 1932

«Una hora contigo»  (One Hour with You)

Ernst Lubitsch (y George Cukor)
USA 1932

v.o.s.

Película propia de la época, de argumento insignificante y una simple excusa para unir a dos rostros conocidos y cantar unas canciones olvidables para aprovechar las posibilidades del cine sonoro. Se hizo esta versión inglesa al mismo tiempo que una versión en francés gracias a que Jeanette McDonald hablaba francés. Era un momento que por la llegada del sonoro en Hollywood se veían obligados a realizar varias versiones en distintos idiomas para cubrir el mercado y sortear el problema de la no comprensión del inglés.
A pesar de que en la película casi no pasa nada, hay que valorar dentro de lo que cabe lo atrevido del tema, en el que una pareja enamorada tontea con otras personas como algo inevitable. La pareja protagonista: Maurice Chevalier y Jeanette McDonald repetiría en «La viuda alegre«, 1934
También es verdad que a diferencia de La viuda alegre, aquí Maurice parece más alto y esbelto, por lo que deduzco que en la otra cinta había un problema de formato.

La viuda alegre, 1934

«La viuda alegre»  (The Merry Widow)

Enst Lubitsch
USA 1934

v.o.s.

Especie de opereta cuya acción transcurre en un ficticio país centroeuropeo dónde la viuda más rica desea dejar el lugar (Jeanette MacDonald), por lo que se envía al conde Danilo (Maurice Chevalier) conquistador empedernido para que la seduzca y se quede.
No deja de sorprender lo poco seductor que parece Chevalier de joven, aunque eso sí, muy simpático. Bajito (1,79?) y rechoncho, mucho más eficaz en sus papeles de señor mayor.
Lubitsch deja su sello de alta comedia y de ironía, que le permite trascender en el tiempo, aunque no deja de verse como un producto muy del gusto de su época.

El diablo dijo no, 1943

«El diablo dijo no»  (Heaven Can Wait)

Ernst Lubitsch
USA 1943

v.o.s.

Sin duda se trata de una película encantadora, con una guapísima Gene Tierney como protagonista, acompañada por un soso Don Ameche.
Sin embargo, me parece muy por debajo de las posibilidades de Lubisch y es prácticamente imposible encontrar la ironía que le caracterizaba en un tema planteado sin apenas posiblidades. Además en este caso el genial director parece sufrir un cierto empacho con el technnicolor, en el que el vestuario en general es bastante feo y particularmente horroroso en el caso de Gene Tierney que parece que tenga un torso y cintura más ancho de lo común, así como unos peinados que casi consiguen el imposible de que parezca poco agraciada.

Una mujer para dos, 1933

«Una mujer para dos«
(Design for living)

Ernst Lubitch

USA, 1933
¡Menos mal! Una película deliciosa, actual, divertida. Empezaba a temer que todo me decepcionara. Este es el Lubitch del famoso «toque»; elegante, sugerir más que mostrar, genial.

El cuarteto de actores, fabuloso: Gary Cooper, Fredric March, Miriam Hopkins y el entrañable Edward Everett Horton.

Gary Cooper, tiernamente joven, muy atractivo, divertido.
Fredric March, insospechosamente buen comediante.
Miriam Hopkins, encantadora, aunque gesticula imitando a Greta Garbo.
E. Everett Horton, cualquier película con él dentro es especial.

Seguramente el hecho de que la película este basada en una obra de Noel Coward y posteriormente escrita para el cine por el gran guionista Ben Hecht contribuye a que el argumento sea tan bueno y los dialogos chispeantes, absolutamente vigentes. Yo no quiero dar ninguna idea, pero ahora que están tan mal de historias en hollywood, esta película podría ser filmada plano por plano ahora y resultar a la última, sobre todo por el originalísimo final.

¡Bravo! un diez. Merece continuar en mis películas favoritas.

La octava mujer de Barba Azul, 1938

«La octava mujer de Barba Azul«
(Bluebeard’s eighth wife)

Ernest Lubitsch
USA, 1938
¿Qué me está pasado que me decepcionan los grandes creadores? Estos argumentos tan frívolos y superficiales. El supermillonario, ella superaristócrata, un supervestido en cada escena, telefónos blancos, diálogos imposibles. No sé un pelín indigesto.

Ya decía seguramente por esas mismas fechas, nada menos que el filósofo Ortega y Gasset que uno veía estas películas para ver a los actores. Me entanta ver a Gary Cooper, tan joven, tan guapo, con ese extraordinario talento para la comedia que en sus últimos años nadie aprovechó.

Pero con Claudette Colbert no puedo, me desagrada, me molesta, no me la creo. Es igual la edad que tenga siempre la veo como una señora mayor, anciana, sin ningún glamour. Seguramente es la clave de que la película no me guste.