La tentación vive arriba, 1955

«La tentación vive arriba»  (The Seven Year Itch)

Billy Wilder
USA 1955

v.o.s.

Película archiconocida por la icónica imagen de Marilyn Monroe en la rejilla del metro con las faldas al viento. Cabe decir que en la cinta esa imagen es muy breve, casi inexistente y apenas se entreveen las rodillas. No ya porque la censura la limitara, sino porque hubo dos rodajes: uno en Nueva York con público que hizo imposible su uso por los ruidos de fondo del numeroso gentío, y su repetición exacta en estudio.
Resulta interesante de ver los extras que acompañan a esta película, ya que sus circunstancias fueron importantes. La obra se estaba representado en Broadway con el mismo Tom Evell como protagonista y los diálogos y situaciones eran más atrevidas. Llevarla tal cual al cine, en aquel momento, era imposible por la censura del código Hays. Así que hubo que adaptarla y recortarla por todas partes. Ello fue compensado al elegir a la actriz protagonista, Marilyn Monroe que se merienda toda la película, en lo que al principio era una obra al servicio casi exclusivo del protagonista masculino.
Es imposible dejar de reconocer que cuando aparece ella, es una presencia contundente y de gran impacto, pero, a mí nunca me ha gustado, no ella en sí misma, sino esos papeles en los que estaba encasillada de chica guapa, tonta, pero a su manera muy lista, que por otro lado ya era un cliché clásico en que que había brillado, por ejemplo, Judy Hollyday (Nacida ayer, 1950 o La costilla de Adán, 1949).
Se trata de una comedia bastante divertida sobre un hombre casado que envía a su mujer de vacaciones en verano y se siente tentado por la ocasional vecina de arriba. Como el hombre tiene una imaginación desbordante (tipo Walter Mitty) se mezclan las situaciones imaginadas con las reales.

Medianoche, 1939

«Medianoche»  (Midnight)

Mitchell Leisen
USA 1939

v.o.s.

Supongo que aquello de «una comedia deliciosa» se atribuía a producciones cómo ésta. Con guion del gran director Billy Wilder, cuando aún no dirigía, puede considerarse, casi, una obra suya, por el resultado y la intención.
La historia es inverosímil, pero da lo mismo. Lo importante es el guión y cómo se van desarrollando las escenas. Y algunas de ellas son francamente buenas y muy divertidas.
La actriz principal es Claudette Colbert, que no me gusta demasiado, pero es una gran intérprete de comedia. Lo compensan un adorable Don Ameche, que hace de Don Ameche y un divertido (y borracho) John Barrymore.
Cuando empieza no promete demasido, pero a medida que avanza van ganando y ganando y te quedas al final con una gran sonrisa en la cara.

El mayor y la menor, 1942

«El mayor y la menor»  (The Mayor and the Minor)

Billy Wilder
USA 1942

v.o.s.

Deliciosa y divertida comedia que fue la primera película que dirigió el gran maestro Billy Wilder.
Una chica de veinte años (Ginger Rogers) desengañada de sus posibilidades de triunfar en Nueva York decide regresar a su pueblo, pero se encuentra que la tarifa del tren ha subido en ese tiempo y sin otros recursos improvisa su conversión a doce años para pagar la mitad. Todo ello da pie a numerosas situaciones divertidas, irónicas, algo escabrosas y con la habitual mala leche del director vienés.
La cinta se conserva estupendamente. Ginger Rogers apenas baila y demuestra una entidad profesional por ella misma que luego perdería haciendo de pareja de Fred Astaire. Ray Milland la acompaña de maravilla y todos los secundarios pueden lucirse perfectamente, lo que le da una complitud a la película que se agradece.

Si no amaneciera, 1941

«Si no amaneciera»  (Hold Back the Dawn)

Michel Liesen
guión Charles Brackett y Billy Wilder
(basado en una historia de Ketti Frings)
USA 1941

v.o.s.

Un vividor (Charles Boyer) se encuentra la frontera de México y Estados Unidos esperando la llegada de un visado de entrada, pero la espera promete ser larga. La llegada de una antigua compañera de fechorías (Paulette Godard) lo pone en conocimiento de conseguir la entrada a través de un matrimonio con una estadounidense incauta (Olivia de Havilland).
 
Película en blanco y negro, de temática romántica al gusto de la época que se deja ver sin demasiado esfuerzo, con algunas escenas al aire libre que en este caso se agradecen. No hay nada tan claustrofóbico que una cinta que sucede toda en estudio.
 
Sin embargo, el interés de este largometraje consiste en que su guionista era Billy Wilder y de hecho fue su última participación, ya que a partir de entonces se convirtió en director. Al parecer, a Wilder le gustaba mucho este guión porque él mismo había pasado por el trance de ser un refugiado en la frontera mexicana a la espera de visa. Tenía escrita un escena, por la que sentía una especial predilección, en la que el protagonista aburrido en su habitación de hotel tiene un monólogo con una cucaracha de la pared. A Boyer no le gustó, consideraba absurdo hablar con un insecto y le pidió al director no hacerlo. El director la quitó, por lo que Wilder se enfadó profundamente con el director, con el actor y con su trabajo de guionista, por lo que se convirtió en director. El año siguiente pudo estrenar «El mayor y la menor» (1942) que tuvo el suficiente éxito, en parte gracias a los actores Ginger Rogers y Ray Milland, para que continuara su carrera.
 
Una no puede dejar de preguntarse quien era Charles Boyer, como para poder influir de esa manera en un director. Aparte de frases hechas del tipo de «no te enrolles Charles Boyer» que pertenece a la misma familia de «la cagaste Burt Lancaster». Boyer  (1899-1978) nació en Francia, donde estudio Filosofía en la Sorbona y trabajó en el cine. No sé de que manera pasó a Estados Unidos, donde actuó en el cine mudo. Más tarde con el sonoro, se hizo un hueco importante gracias a su magnífica voz y a dominar varios idiomas. Hizo algunas películas de bastante repercusión «Luz de Gas», «Tu y yo», y siempre ha sido bastante querido por el público americano y en general.
 
En cuanto a lo privado, sólo se casó una vez. Cuando su mujer murió, a los dos días él decidió suicidarse con barbitúricos (Seconal). Con anterioridad su hijo también había muerto por suicidio con pistola, casi de tipo accidental, en una ruleta rusa después de un desengaño amoroso.

En bandeja de plata, 1966

«En bandeja de plata»  (The Fortune Cookie)

Billy Wilder
USA 1966

v.o.s.
blanco y negro

Película que corresponde a las últimas que rodó Billy Wilder. Es una comedia amarga sobre un cámara (Jack Lemmon) que sufre una caída a causa de un jugador en el campo y al que su cuñado abogado (Walter Mathau) engatusa para que finja una lesión grave con el fin de cobrar una sustanciosa compensación.
 
Con la siempre acertada combinación de Lemmon-Mathau, así como el resto de intérpretes, asistimos a esta comedia ácida y sombría debidamente envuelta en sentido de humor y magníficamente dirigida por Wilder.
 
Wilder dice de ella de una forma injusta «No es una película memorable. Es una película que uno hacía porque le obligaba el contrato. Estaba ahí, como si dijéramos. No sé, tal vez me volví perezoso, tal vez estúpido, o alguna cosa. Es triste, pero noto que me domina una actitud pesimista, que es otra razón por la que no quiero volver a dirigir»  libro Conversaciones con Billy Wilder de Cameron Crowe.

Testigo de cargo, 1957

«Testigo de cargo»  (Witness for the Prosecution)

Billy Wilder
USA 1957

blanco y negro

Basada en una obra de teatro de Agatha Christie. Para esta película Wilder reconoce que intentó hacer un tipo de película al estilo de Hitchcock, pero que no le entusiasmó. Sin embargo, el resultado es muy competente.
 
La historia sobre un sórdido asesinato por dinero, un atractivo ex soldado (Tyrone Power), su antipática mujer alemana (Marlene Dietrich), un peculiar abogado defensor (Charles Laughton), etc. dan como resultado una trama de suspense muy estimulante y atractiva.
 
De como una historia se presenta simple y plana y después va cambiando y los personajes son una cosa y otra contraria… Y una interpretación superlativa del gran Charles Laughton y la sin duda maravillosa diva Marlene Dietrich, en un papel con algún parecido con «Berlín, Occidente» del mismo director.

Bésame, tonto, 1964

«Bésame, tonto»  (Kiss Me, Stupid)

Billy Wilder
USA 1964

v.o.s.

Maliciosa comedia sobre el amor, llena de bastante mala intención. Todo ello de una manera soterrada.
 
Dean Martin se interpreta a sí mismo y viene a parar en un perdido pueblo de Nevada donde viven un mecánico y un profesor de música que componen canciones. En cuanto ven a Dino le estropean el coche para poderlo convencer de que cante una de sus canciones. El profesor de música (Ray Walson) es muy celoso y está casado con una bellísima mujer. Ante el temor que Dino pueda conquistarla en su casa, contrata a una chica de alterne (Kim Novack) para sustituirla, pero antes tiene que conseguir que su esposa se enfade y marche. Pero el profesor acaba sintiéndose el marido de la chica y no deja que Dino la corteje, por lo que éste acaba en el bar donde ella trabajaba en el que por casualidad se encuentra la esposa y esa noche todos cambiaran sus papeles.
 
El papel de Ray Walson tenía que haberlo hecho Peter Sellers, pero hubiera sido un error. Está bien tal y como está. La comedia funciona maravillosamente y quizá se nota a faltar el color.
 
 

Perdición, 1944

«Perdición» (Double Indemnity)

Billy Wilder
USA 1944

v.o.s.

Perdición o mejor Doble Indemnización es una película de Billy Wilder extraordinariamente bien considerada. Una especie de obra cumbre del cine negro.
En cuanto a la realización estoy completamente de acuerdo, sin embargo, no me gustan los protagonistas. Fred MacMurray es un actor con el que nunca he podido congeniar, aunque está correcto. Pero, Barbara Stanwyck me resulta imposible en esa mujer fatale con peinado asirio  horroroso.
Basada en una novela de James M. Cain, trata del plan para asesinar y cobrar un seguro por parte de la esposa y el agente de seguros. Con un guión, dirección y fotografía impecables, destaca el siempre efectivo Edward G. Robinson que interpreta a un experto en fraudes de seguro, que viene a ser como el policía del caso.

Película en la lista AFI. Ocupa el
puesto 38 en 1998
puesto 29 en 2007

Berlín Occidente, 1948

«Berlín Occidente»  (A Foreign Affair)

Billy Wilder
USA 1948

v.o.s.

Un avión con congresistas estadounidenses sobrevuela un Berlín completamente arrasado, en el que no queda un edificio en pie (con imágenes reales del momento), que llegan a la ciudad con la misión de evaluar la «moral» del ejercito americano. Comprobar que no están confraternizando excesivamente con las alemanas, ni involucrados con el mercado negro y ver si los fondos económicos se gastan adecuadamente.
 
Todo esto que en sí es bastante dramático, se diluye completamente después de las primeras imágenes aéreas, para pasar a un tono de comedia y enredo amoroso bastante propio de Wilder y no es comparable a la trama de «Un, dos, tres» (1961)
 
Parece mentira y resulta curioso que Billy Wilder que había vivido en Berlín pudiera trivializar el hecho de que la ciudad estuviera completamente destruida y sus habitantes pasando hambre, por muy nazis que hubieran sido y esa situación le inspirara nada menos que una comedia en lugar de una «Alemania, año cero» también de 1948 de Rossellini.
 
Si dejamos de lado esta circunstancia, la película resulta muy aceptable e incluso remarcable, sobre todo por la presencia de Marlene Dietrich, en un papel a su medida, y después por la evolución de la trama hacia posiciones distintas de lo planteado inicialmente. La presencia de Jean Arthur, integrante del grupo congresista, como la otra chica en discordia es algo irritante, porque tiene un papel de ingenua y pueblerina que resulta algo ofensivo en las circunstancias en las que se da. Y John Lund, un actor que pasó sin pena ni gloria, pese a que le gustaba mucho a Wilder, está bien como galán y quizá su problema es que imitaba en exceso a Clark Gable.

Cinco tumbas al Cairo, 1943

«Cinco tumbas al Cairo»  (Five Graves to Cairo)

Billy Wilder
USA 1943

v.o.s.

Dice Cameron Crowe que esta película se parece mucho a Indiana Jones, no sé, quizá. También dice que los títulos de crédito son muy buenos, pero o bien los han cambiado o no veo nada de importancia. Para Billy Wilder se trataba de una obra menor con la intención de entretener «las películas se hacían para que durasen una semana, en el mejor de los casos… y dos o tres días, si no había suerte» (1)
La cinta tiene un principio con mucha garra: un tanque solitario en medio del desierto sigue su marcha con sus tripulantes muertos. Después ya todo sucederá en el interior de un hotel. Desde ese punto de vista es una película de guerra atípica.
John, un cabo inglés superviviente (Franchot Tone) llega a un hotel apartado cerca del desierto dónde las tropas inglesas acaban de huir y llegan las tropas alemanas con Rommel (Erich von Stroheim) para preparar su ofensiva siguiente. En el hotel están el dueño egipcio (Akim Tamiroff) como nota cómica y una joven camarera francesa, Ann Baxter. Con su ayuda suplantará a un empleado muerto, Davos, que resultaba ser un espía alemán.
Hay una intriga que se va desenvolviendo correctamente, Franchot Tone es adecuado para el papel y lo de cojo lo hace muy bien. Erich von Stroheim está muy vistoso y Billy Wilder estaba entusiasmado con poder contar con él, ahora bien, de Rommel no tiene nada, es el mariscal Stroheim. Por otro lado, que Anne Baxter pase por francesa, incluso con acento francés, queda un poco postizo y que el cabo John haciéndose pasar por Davos, se conozca el hotel al dedillo sin haberlo pisado nunca y que además no hable alemán como seguramente lo haría Davos … pero vale.
La música es de Miklos Rozsa que vuelve a hacer un ensayo general de lo que después usaría en Ben-Hur (1959), de hecho casi todas sus bandas sonoras se parecen a Ben-Hur.
(1) Conversaciones con Billy Wilder, Cameron Crowe

Ariane, 1957

«Ariane»  (Love in the Afternoon)

Billy Wilder
USA 1957

v.o.s.

Romance entre un señor mayor y una chica jovencita inocente. Rodada en un inapropiado, para la historia, blanco y negro que da al conjunto una sensación de tristeza.
 
Lamentablemente ni siquiera Gary Cooper puede con este papel de viejo playboy, que está más patético que atractivo. Cooper tampoco era tan viejo, tenía 56 años, pero por alguna razón había envejecido prematuramente y es evidente que no se siente cómodo en el papel. En cambio, Audrey Hepburn tenía 28 años y parecía que tuviera 19. Una diferencia de edad entre los dos protagonistas que acaba pasando factura. Él no es que parezca su padre, parece su abuelo.
 
Merece un capítulo aparte comprobar cómo Audrey Hepburn fue sucesivamente emparejada con galanes muy mayores para ella y cómo apenas compartió cartel con actores de su edad.
 
El estilo Wilder está ahí, en la ironía y en los músicos gitanos. Pero la historia es demasiado simple, los intérpretes demasiado asimétricos, ella lleva un peinado feo, Wilder apenas se atreve a poner en plano el rostro de Cooper, el blanco y negro le da tristeza y casi todo está rodado en estudio. Curiosamente el que está mejor es Maurice Chevalier como el padre.

El héroe solitario, 1957

«El héroe solitario»  (The Spirit of St. Louis)

Billy Wilder
USA 1957

v.o.s.

Sin duda un título curioso en la carrera de Billy Wilder. Algo así como vidas ejemplares de los héroes americanos. Basada en la propia autobiografía de Lindbergh. Excelente elección de James Stewart como el famoso aviador.
En 1927 todavía no se ha cruzado el Atlántico en un vuelo sin escalas. Muchos fracasan al intentarlo. El piloto de Detroit, Charles A. Lindbergh lo consigue. La película explica su aventura y los caminos que le llevaron a realizarla.
La película tiene la emoción de las grandes aventuras de los pioneros, con una personalidad destacable por parte de Lindbergh con tendencia a la jovialidad y simpatía.
Evidentemente la película no toca ningún tema controvertido de lo que sería más adelante el famoso aviador. Tanto el secuestro y muerte de su primer hijo, como sus simpatías en su momento por el régimen nazi o sus estrafalarias ideas sobre la raza y la herencia genética. Ensalzando la necesidad de un buen matrimonio con alguien adecuado. Tuvo seis hijos con su esposa, pero lo más curioso es que mantuvo otras relaciones amorosas con hijos a los que ocultó su identidad. Todo un personaje, del que a lo mejor algún día se hace una película más completa.