«Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal«
(Indiana Jones and the Kingdom of the Cristal Skull)
Steven Spielberg
USA 2008
Todo es muy complicado. Supongo que Spielberg tiene todo el derecho a rodar cuantas películas quiera sobre Indiana. Él quiere, Harrison quiere, el público quiere. Además lo hace con una calidad muy alta: fotografía, efectos, diseño de producción, actores, etc.
El problema es que se viene de una primera película con un diseño de personaje y ambiente muy determinado, que está constando mucho hacer evolucionar o pasar el testigo a un Jones joven. En parte no dejo de ver la sombra alargada de George Lucas, en este caso para mal, no hay más que ver en lo que ha convertido su saga de Star Wars, básicamente una franquicia comercial de merchandising.
En Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal encontramos todos aquellos elementos que un aficionado esperaría y desearía ver, cuando uno lo piensa con un papel en la mano. Pero por bien combinado y realizado que esté, el resultado es decepcionante. Los motivos son varios:
Harrison Ford/Indiana Jones está mayor y produce cierta angustia verle hacer o intentar hacer físicamente lo mismo que hacía antes. Las tramas son demasiado parecidas a las de películas anteriores y la forma de resolverlas también. Más que un auto homenaje parece falta de ideas.
Que Jones se vuelva a encontrar con Marion da cierto repelús. Y que se case más. Karen Allen estaba tan contenta de que la hubieran rescatado del limbo de las películas que nadie ve que no puede ocultar su cara de satisfacción continuamente.
El reparto es correcto: dos personas mayores (Indi y Marion), una chica guapa Cate Blanchett que cumple. Y un Jones joven en potencia: Shia LaBoeouf, un error. No funciona. Yo no sé si Shia estaba intimidado por Spielberg y la gran responsabiliad y posibilidad de ser el futuro Jones, que interpreta su papel de forma en la que percibimos su valentía y … su inseguridad, gran inseguridad personal. En cambio, el malogrado River Phoenix en la última cruzada era valiente e impulsivo, más apropiado para el personaje.
Jim Broadbent no puede ni de lejos sustituir al fallecido Denholm Elliot (+1992) y su presencia siempre amable y estimulante.
Por otro lado, a mí no me gusta en absoluto la tesis de que ciertas civilizaciones antiguas progresaron gracias a los extraterrestres. Hay un punto de superioridad occidental y de desprecio por las posibilidades de otras culturas que me molesta. En cambio destacaría positivamente lo de las pruebas atómicas y la caza de brujas anticomunista.
En resumen: más de lo mismo, así como, menos magia y más industria. No puedo ni imaginarme qué meterán en el Indiana 5. Que a pesar de todo, veré.