Cita en San Luis, 1944

«Cita en San Luis»  (Meet me in St. Louis)

Vicente Minnelli
USA 1944

v.o.s.

Rodada durante la Segunda Guerra Mundial, la película tiene un aire de profunda nostalgia hacia un pasado familiar y un mundo más sencillo.
La historia está basada en unos relatos breves aparecidos en «The New Yorker» en 1941 y que después conformaron un libro. En él, la autora Sally Benson relata los pequeños acontecimientos de una familia residente en St. Louis durante 1903, el año anterior a la Feria Mundial de 1904, a partir de los ojos de la niña pequeña Tootie, con una graciosa mentalidad troculenta. Es sin duda, esa memoria entrañable vivida en primera persona, lo que le da a la simplicidad de la historia densidad y sinceridad. La familia Smith, padre, madre, tres chicas y un chico y la criada, conforman un nucleo social alegre y casero. El padre es destinado a Nueva York y parece que van a perderse la Feria, que fue lo que le ocurrió a la autora original, pero en el caso de la película…  
Se trata de la primera cinta en color de Minelli y resulta de un cromatismo precioso, así como todos los detalles de ambientación en los que el director participó personalmente y que añaden un gran sentido del momento que se pretende evocar.
Aunque la protagonista es Judy Garland y además como durante el rodaje Minelli y ella se enamoraron, por lo que el director la filma de una forma absolutamente amorosa y su belleza brilla como nunca, no se puede evitar que la niña Tootie, interpretada por Margaret O’Brien, casi le roba el protagonismo. Si bien, es un acierto que todo el mundo tenga su espacio y destaque de forma propia.
Margaret O’Brien con siete años está genial de una manera superlativa. Ganó un Oscar infantil por este trabajo y sólo cabe lamentar que no pudiera adaptarse adecuadamente al crecer. A destacar el entrañable fragmento del Halloween infantil.
A pesar de que no me gustan los musicales, no tengo la sensación de que sea un musical estricto. Hay canciones, hay baile, pero, por encima de todo hay argumento y la música se adapta como un guante a lo que va sucediendo. Se oyen canciones de la época (1900) y alguna compuestas expresamente que son clásicos populares como: The Trolley Song y Have Yourself a Merry Little Christmas de Blane and Martin.

Deja un comentario